Los tres magistrados de la Sección Tercera de lo Penal de la Audiencia Nacional han dictado un auto por el que revocan la decisión de su compañero Javier Gómez Bermúdez de poner en libertad mañana a Kakhaber Shushanashvili, detenido hace tres años en España acusado de ser uno de los principales jefes de la mafia ruso-georgiana a nivel mundial. La decisión de produce después de que la Fiscalía contra el Crimen Organizado presentara recientemente un recurso contra la polémica decisión del titular del Juzgado Central de Instrucción número 3, quien la había adoptado sin consultar al Ministerio Público e imponiéndole una fianza de sólo 50.000 euros. Shushanashvili está acusado de una larga lista de delitos que incluye conspiración para el asesinato, extorsión, amenazas, coacciones, asociación ilícita, blanqueo, tenencia de armas, robo con fuerza, falsificación de documentos y delitos contra la Hacienda Pública.
Los magistrados critican que el juez Gómez Bermúdez adoptase la decisión de ponerle en libertad sin tener en cuenta que existe un riesgo de fuga "considerable"
El tribunal, presidido por el magistrado Alfonso Guevara, detaca en su auto que el ciudadano georgiano está situado en el "plano superior" de una organización que se dedica a la comisión de robos por Europa, estando a cargo del control del dinero que ilicítamente se recauda por Europa" y que, además, está acusado de "un delito de conspiración para un asesinbato que se intentó en Francia". Por todo ello, la Sección Tercera considera que "el riesgo de fuga es considerable". En el escrito, los tres jueces critican que su compañero Gómer Bermúdez haya aplicado con Shushanasvili idéntico criterio que con otro imputado en la causa, Mirza Darsadze, también puesto en libertad bajo fianza de 50.000 euros. El tribunal considera que ambos casos no son comparables, ya que éste último tenía una "menor relevancia" dentro de la organización criminal y sobre el no pesa la acusación de un "delito contra la vida"
La polémica sobre la situación judicial del presunto 'voz zarkone' (ladrón en ley, nombre que reciben los capos de la mafia rusa) se inició a finales del pasado mes de abril, cuando el juez Gómez Bermúdez, que instruye el sumario donde está imputado Shushanashvili después de 'heredarlo' del magistrado Fernando Grande-Marlaska, decidió la puesta en libertad del capo al considerar que tres años de prisión preventiva eran más que suficientes para los delitos cometidos pese a que el máximo legal son cuatro. Además, Gómez Bermúdez la adoptó sin comunicárselo a la Sección Segunda de la Audiencia Nacional, que es la que tramitaba la extradición, ya acordada tanto por este órgano como por el Gobierno español, del presunto capo a Georgia, donde está acusado de extorsionar a un industrial.
Avisados desde la prisión
De hecho, estos magistrados se enteraron de la decisión de excarcelarle porque la prisión de Zuera (Zaragoza) donde se encuentra recluido, comunicó a la Audiencia Nacional la orden que había recibido del titular del Juzgado Central de Instrucción número 3 después de que los representantes legales del recluso tardasen sólo 48 horas en reunir la fianza impuesta. Su excarcelación se frenó entonces ya que se estaba a la espera de que las autoridades policiales georgianas, a través de Interpol, enviasen a España la documentación necesaria para ejecutar la extradición. Finalmente, dichos documentos no han llegado a nuestro país y las autoridades de Tbilisi tampoco han comunicado si tienen intención de enviarlos ya. Por ello, este tribunal había adoptado precisamente hoy la decisión de no mantenerle más tiempo en prisión con motivo de su extradición a Georgia.
Sin embargo, la decisión de sus colegas de la Sección Tercera del tribunal ha frenado 'in extremis' la excarcelación. En el auto, con fecha de ayer, pero que se ha dado a conocer hoy, los magistrados admiten el recurso de la Fiscalía contra el Crimen Organizado, que en un escrito de 99 folios solicitaba su mantenimiento en prisión dada la gravedad de los delitos de los que se le acusa en nuestro país a Shushanashvili y su posición de liderazgo dentro de la organización. Al supuesto 'vor zarkone' se le acusa de haber ordenado el asesinato en Marsella de un capo rival. Su detención en marzo de 2010, dentro de la Operación Java, frustró en un primer momento el crimen. Sin embargo, ya con él detenido, el ajuste de cuentas supuestamente encargado por el jefe mafioso fue finalmente ejecutado.