Tanto la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, como el líder de Ciudadanos en la región, Ignacio Aguado, descartaron este jueves las opciones del adelanto electoral -que beneficiaría a los populares- o de la moción de censura que auparía al vicepresidente al despacho de la Puerta del Sol con la ayuda del PSOE y el resto de partidos de izquierda. Pero en el medio queda el as en la manga de una remodelación en la que los socios de coalición barajan una reducción del número de consejerías.
Una parte del PP madrileño cree que la crisis de gobierno es "inminente" y que podría darse al calor del debate sobre el estado de la región que se celebrará la próxima semana, concretamente los días 14 y 15 de septiembre. Sin embargo, desde la Presidencia madrileña se descarta por el momento esta opción por "inoportuna" con el virus de la covid sin dar un respiro.
Una vez que la vuelta al cole se ha producido sin grandes problemas, la primera preocupación en el equipo de Ayuso es que baje la curva de contagios e ingresos hospitalarios en la región. Madrid es la segunda comunidad más afectada por la segunda ola de la pandemia por detrás de Aragón.
Cuando pase el debate sobre el estado de la región, el siguiente desafío para el Gobierno madrileño será la aprobación de los presupuestos de 2021 para los que necesita el apoyo de Vox. La abstención no sirve. Sólo vale el 'sí', de ahí que se prevé que Rocío Monasterio venda caro el respaldo de sus 12 diputados.
Precisamente, Ayuso se comprometió en un pleno antes de las vacaciones de verano en estudiar una reducción de la Administración madrileña a instancias de Vox, que reclama el cierre de "chiringuitos" regionales en el actual contexto económico. Y la tijera llegará hasta algunas consejerías, según admiten fuentes del PP y de Cs.
En cualquier caso, todo cambio en el Ejecutivo madrileño tiene que tener el visto bueno de Ciudadanos, el otro socio de gobierno, donde por el momento no tienen ningún dato objetivo que les haga pensar que Ayuso quiera dar ese paso.
Meses de desconfianza
Fuentes populares consultadas por Vozpópuli recuerdan que ya hubo la tentación de introducir cambios en el Gobierno regional antes de verano, una vez que había pasado lo peor de la primera oleada del coronavirus y coincidiendo con el primer año de Ayuso en la Puerta del Sol.
Sin embargo, la presidenta prefirió la cautela y fortalecer la coalición después de varios meses convulsos en el que la desconfianza entre dos de sus consejeros, Enrique Ruiz Escudero (PP) y Alberto Reyero (Cs), fue recurrente. En las últimas semanas se ha mejorado notablemente la interlocución entre Ayuso y Aguado, si bien este último provocó inquietud este miércoles en el PP al no descartar con contundencia que se vaya a sumar a la moción de censura que el PSOE le ha planteado para arrebatarle la presidencia al PP.
Aguado únicamente dijo que no es momento de proponer una moción de censura pues "los madrileños tienen problemas más importantes", después de que el secretario general de los socialistas en Madrid, José Manuel Franco, aceptó por primera vez que el candidato que se llevase a la moción no fuese del PSOE. Un día después, dejó las cosas más claras en su cuenta de Twitter:
Entre las prioridades de los madrileños no está ni hablar de mociones de censura ni posibles adelantos electorales.
Tan irresponsable sería una cosa como la otra. Esta pandemia exige UNIDAD para poder derrotarla.
Demostremos, todos, que estamos a la altura #VamosMadrid
— Ignacio Aguado (@ignacioaguado) September 10, 2020
No obstante, el dirigente del PSOE afirmó que en el ámbito madrileño, a diferencia del nacional, no han tenido contacto con Ciudadanos, cuyos votos son necesarios para que saliera adelante una moción de censura, de ahí que fuentes de la formación liberal vean "mucho fuego artificial" en las palabras de también delegado del Gobierno en Madrid.
En cuanto al alcance de la crisis de gobierno, la primera del Ejecutivo de coalición, tanto en el PP como en Ciudadanos se admite que la primera opción, y la más salomónica, es que cada formación pierda una de sus consejerías. Los populares tienen siete en la actualidad, mientras que la formación naranja cuenta con seis.
Presidencia y Cultura podrían caer
En el lado del PP, el área que podría desaparecer es la Consejería de Presidencia que dirige María Eugenia Carballeda y que sus competencias sobre coordinación de departamentos o el centro de asuntos taurinos pasen a depender de Enrique López en una macro-consejería de Presidencia y Justicia como ya hubo en tiempos de Cristina Cifuentes. Curiosamente, aquel departamento lo dirigió Ángel Garrido, quien en la actualidad es consejero naranja de Transportes y tiene asegurada su continuidad.
En cuanto a las consejerías de Ciudadanos, la de menor peso y visibilidad en mitad de la pandemia es la de Cultura que lleva Marta Rivera. El propio Aguado está tentado con asumir las competencias en su Vicepresidencia y así contar con un perfil más amplio que el de portavoz del Ejecutivo madrileño.
Además, Ayuso y Aguado podrían pactar los ceses de Escudero y Reyero tras el enorme desgaste que ambos han sufrido en la primera ola del coronavirus. Precisamente, una de las reclamaciones de Vox a los socios de la coalición es el cese del segundo, pero Cs no dejará caer a su consejero sin cobrarse la cabeza de Escudero.
En todo caso, la presidenta ya tiene un recambio a mano en la figura del viceconsejero de Sanidad, Antonio Zapatero, al que promocionó hace unos meses, tras el cierre del hospital de Ifema que el citado Zapatero dirigió durante los peores momentos de la pandemia, y que ella se encarga de recordar siempre que puede. El último ejemplo se produjo ayer mismo:
El hospital milagro de @IFEMA fue un esfuerzo sanitario, logístico y de coordinación que pasará a la historia.
Hoy la @A_C_P_E_ premia al que fue su director, @ZapateroAntonio, hoy viceconsejero de Salud Pública y Plan Covid-19 de @ComunidadMadrid.
Enhorabuena Antonio. pic.twitter.com/4pG36gPFzM
— Isabel Díaz Ayuso (@IdiazAyuso) September 10, 2020