El Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM) echa humo estos días con la cascada de ceses que ha aprobado el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso en las consejerías que controlaba Ciudadanos hasta ahora. Pero una de las seis se salva de la quema, la de Cultura y Turismo que dirigía Marta Rivera de la Cruz hasta la convocatoria de elecciones anticipadas.
Ayuso ha decidido no cesar a nadie del equipo que tenía Rivera de la Cruz y alimenta las sospechas de que la segunda volverá a este puesto después de las elecciones del 4-M, bien como figura independiente o dentro de las filas del PP.
Gracias a este 'indulto' por parte de Ayuso, siguen el viceconsejero de Marta de Rivera -si bien cuenta con un perfil técnico-, así como el secretario general, la jefa de Gabinete y todos los directores generales que la consejera eligió a dedo cuando llegó a este puesto a mediados de 2019.
Esta especie de blindaje de la Consejería de Cultura y Turismo no se da en las otras cinco áreas que tenía Ciudadanos, donde hubo numerosas destituciones desde el día siguiente que Ayuso convocó elecciones. No se han salvado ni los asesores, de ahí que sorprenda el caso del área que dirigía Rivera de la Cruz y que ahora ha pasado a manos del 'popular' Enrique Osorio.
La veterana dirigente de Ciudadanos sigue formando parte de la Ejecutiva nacional, aunque fue de las primeras voces que reclamó la convocatoria de una reunión de este órgano naranja para analizar el fiasco de la moción de censura en Murcia y la convocatoria de comicios en Madrid, en los que Cs corre el riesgo de desaparecer tras el 4-M.
A diferencia de otros líderes territoriales que reclamaron lo mismo, como Juan Marín o Begoña Villacís, ella guarda completo silencio desde la reunión de Ciudadanos del lunes y no ha avalado públicamente las decisiones adoptadas en el seno de la Ejecutiva naranja, entre las que destaca el hecho de que los 'hombres fuertes' de Inés Arrimadas, Carlos Cuadrado y José María Espejo, siguen dentro del 'núcleo duro'.
En su Twitter personal no hay ninguna mención o loa a Arrimadas en los últimos días, mientras que uno de sus escasos retuit es el anuncio de Albert Rivera de su fichaje por el Centro de Enseñanza Superior Cardenal Cisneros, adscrito a la Universidad Complutense y cuyo nombramiento tuvo que ser avalado por el Ejecutivo de Ayuso. Todo un síntoma de quién es su referente político en estos momentos.
La titular de Cultura en el Ejecutivo regional ha sido la consejera de Ciudadanos más próxima a la presidenta madrileña y después de que esta última apretase el botón de elecciones anticipadas, recibió mensajes de ánimo tanto del PP como desde las filas de su partido. Un intento de unos y de otros por cortejarla de cara al 4-M, aunque su silencio con Cs es bastante elocuente.
Llevó la contraria a Aguado
El área de Cultura le ha venido a Rivera de la Cruz como anillo al dedo por su condición de escritora. El coronavirus ha condicionado su trabajo desde hace un año, pero en los últimos meses ha podido lidiar con la pandemia ya que los teatros y museos de Madrid están abiertos en la actualidad pese a las limitaciones de aforo.
Ayuso y Rivera de la Cruz han aparecido juntas en un buen número de actos oficiales en los últimos meses. Un viernes de octubre inmortalizaron en Twitter e Instagram una salida de cañas por el Madrid más castizo para promocionar "las tascas con más solera" de la capital.
Estas imágenes fueron un capítulo más de una sintonía más que evidente entre la presidenta regional del PP y la más conocida de las consejeras madrileñas de Ciudadanos, quien durante meses aparcó una de las máximas que el vicepresidente, Ignacio Aguado, impartió a sus consejeros naranjas al inicio de la legislatura y que consistía en evitar, en lo posible, la coincidencia con Ayuso en actos públicos.
Rivera de la Cruz ha sido la única que ha hecho caso omiso a esta indicación de Aguado, según admiten a Vozpópuli fuentes de la formación naranja, lo que generó una creciente desconfianza entre ella y el ya exvicepresidente madrileño.
Ayuso ficha a su jefa de Gabinete
En octubre también se produjo un fichaje por parte de Ayuso que provocó revuelo en las filas populares y naranjas. Fue la incorporación de la periodista Sandra Fernández como directora general de Medios. Se trató del tercer recambio en este puesto desde el inicio de la legislatura hace un año y medio, pero lo más sorprendente es que Fernández venía de ser la jefa de Gabinete de Rivera de la Cruz.
Las fuentes consultadas por Vozpópuli destacaron entonces que Fernández fue una elección personal de Miguel Ángel Rodríguez, mano derecha de Ayuso. Aquella conexión entre Ayuso y Rivera de la Cruz se materializó en las semanas siguientes con actos conjuntos en los que aparecía la presidenta regional junto a la consejera de Cultura.
También organizaron comidas discretas con terceras personas. Una muy comentada se celebró antes de Navidad en el despacho de Rivera de la Cruz. En ella estuvieron Ayuso y un tercer invitado que esta semana ha roto con Arrimadas, Toni Cantó, según desveló La Razón.
Pedritos
Si Rivera tiene un poco de dignidad y honradez jamás traicionará a su partido para irse con los corruptos del PP, que además son especialistas en traicionar a sus socios de gobierno, lo que hace que no cuenten con ningún partido aliado,
Dieter
Me da que la Marta y la Isa van a comer todos los días cocido de esos que si te lo acabas, invita la casa y ellas sólo pagan el pacharán y el segundo café...
jaumequalsevol
¿Cultura? ¿Ayuso? eso es oxímoron...
Derondat
¿Más tránsfugas a cargo del presupuesto público? Un AVALMADRID tras otro.
oselote
O sea, que de la Cruz le va dar curro de actor a Cantó en Madrid. CORRUPCION Rivera de la Cruz, si Ayuso va en coalicion con Vox, se dedicará a dirigir el NODO u otras producciones fachistas