La entidad "dispone de algunas medidas", algunas ya realizadas, que le permitirán superar el límite del 9 % de capital exigido, como la emisión de bonos convertibles por importe de 1.191 millones de euros o los 508 millones generados con el programa Dividendo Popular, que ofrece a los accionistas las posibilidad de cobrar parte del dividendo en títulos.
A cierre de septiembre, la entidad que preside Ángel Ron tenía un "core capital" -proporción de capital básico respecto a activos de riesgo- del 9,76 %, ligeramente más bajo que el 9,84 % de junio y más elevado que el 8,66 % que tenía en septiembre de 2010.
El Popular "siempre ha apoyado cualquier iniciativa que ayude a generar confianza en momentos tan necesarios como los actuales", pero las pruebas realizadas por las autoridades europeas, según las cuales los cinco grandes bancos españoles tienen que recapitalizarse por importe de 26.161 millones de euros, se basan en un método de cálculo distinto a la legislación vigente en España.
En cuanto a la adquisición del Banco Pastor, el Popular considera que reforzará "su posición en el nuevo mapa financiero español" y calcula que le reportará unas sinergias de 800 millones de euros y permitirá hacer provisiones por importe de 1.600 millones por "haber comprado por debajo del valor en libros".
La entidad cerró septiembre con una morosidad del 5,85 %, ligeramente superior al 5,58 % que tenía en junio y algo más abultada que el 5,17 % registrado un año atrás.
El ratio de cobertura para insolvencias era del 57,3 % para morosos y amortizados, algo peor que el 61,99 % que tenía el Popular en septiembre de 2010.
La entidad tenía contabilizados a finales de septiembre unos riesgos totales de 118.179 millones de euros (el 3,1 % más), de los que 6.917 millones eran morosos, y había dotado 2.524 millones de euros en concepto de provisiones para insolvencias.
Asimismo, y "en un entorno de fuerte restricción" crediticia, el Popular elevó sus créditos el 1,4 %, hasta los 99.346 millones de euros, al tiempo que los depósitos crecieron el 3,4 %, hasta alcanzar los 80.290 millones.
El tercer trimestre de 2011 se ha caracterizado por "una fuerte crisis de la deuda soberana de los países periféricos y el temor a una nueva recesión económica", aspectos que se han visto agravados por el "retraso en las decisiones por parte de las autoridades europeas para establecer los mecanismos que eviten los contagios entre los estados", dice el banco.
En este contexto, en el que los mercados financieros internacionales llevan varios meses "prácticamente cerrados" para la mayoría de las entidades europeas, el margen de intereses del banco cayó el 17 %, hasta los 1.560 millones de euros, mientras que el bruto se redujo el 14 % y quedó en 2.251 millones.
Por último, el margen de explotación -el que mejor refleja el negocio bancario típico- se situó en 1.246 millones tras bajar el 25 %.