El sector de las residencias será uno de los más demandados en los próximos años en nuestro país. España cuenta con una población muy envejecida y los centros residenciales actuales no son suficientes para afrontar la demanda futura. En estos momentos, el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, encabezado por Ione Belarra, negocia con sindicatos y patronal un nuevo modelo para el sector de la Dependencia. Según ha podido confirmar Vozpópuli por fuentes de toda solvencia, el departamento de Belarra ha propuesto esta misma semana que las residencias tengan un máximo de 90 plazas.
Se trata de la segunda oferta que presenta Belarra en la mesa de negociación, pues en primer lugar quiso limitar a 50 el número de plazas por residencia, algo que la patronal consideraba inviable. Esta segunda propuesta tampoco convence y se ha puesto en cuestión su viabilidad, y no solo por el aspecto económico, también por la falta de profesionales en el sector. De hecho, las bajas provocadas por la variante ómicron -el sector estima que falta el 20% de personal- ha obligado a contratar a sustitutos sin la debida cualificación.
La propuesta de Belarra excluiría del sistema al 22% de los centros residenciales actuales. Según los datos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), de las 5.556 residencias que hay en nuestro país, 1.256 cuentan con más de 100 plazas cada una. Es más, estos centros albergan a la mitad de la población residente de nuestro país: 197.019 personas.
No es la única "ocurrencia" del Ministerio. También quieren exigir que a 1 de enero de 2023, el 33% del personal sea gerocultor, en 2024 que pase al 38% y en 2025 al 40%. Fuentes presentes en la negociación apuntan que la "sensación general es que quieren acelerar todo el proceso y que no tienen absolutamente ni idea de las medidas que proponen, no tiene base y es un auténtico disparate inviable, por eso no presentan una memoria económica". Este último punto ha sido muy comentado, ya que la propuesta a largo plazo de Belarra no está acompañada de una planificación económica.
Falta de profesionales
La pandemia ha reducido la ocupación de las residencias en nuestro país, pasando del lleno absoluto antes de 2020 a un 20% de plazas vacantes. A lo largo de los años, no obstante, la demanda irá aumentando a medida que envejece la población, y la cantidad actual de centros no será suficiente para absorberla.
Uno de los principales retos que afronta el sector es la escasez de profesionales. Antes de la pandemia, hacían falta 75.000 profesionales más, especialmente enfermeras. La falta de enfermeras es un problema compartido tanto por este sector, como por el de la Sanidad, pero no existe todavía plan de choque para paliar esta rémora.
Entre las reivindicaciones del sector para afrontar este hecho se encuentran el aumento de las plazas universitarias de Enfermería y el impulso a las homologaciones, demasiado lento para las necesidades actuales. La patronal propuso la creación de la figura del "enfermero técnico", una figura que existe en otros países como Alemania y que requiere de tres años de formación en lugar de cuatro, como el Grado de Enfermería. En este caso, los sindicatos mostraron su oposición.
Pasaporte covid
La sexta ola no ha tenido un impacto tan letal en los residentes como olas anteriores, pero, como se ha señalado, está esquilmando a la fuerza laboral. Y es que se calcula que entre el 5% y el 8% de los trabajadores sociosanitarios no está vacunado, con el riesgo que ello conlleva para los residentes. Aun así, el Gobierno no tiene intención de regular en este sentido, ni tampoco en establecer el uso obligatorio de pasaporte covid para los visitantes. Hay comunidades autónomas, como Andalucía y Cataluña, que han decidido establecerlo por su cuenta.