El puesto de comisario europeo es uno de los más apetecibles teniendo en cuenta el clima político que ahora se respira en España y las dificultades que va a encontrar el Gobierno para remontar la crisis económica, pese a la mejora de algunos indicadores prevista en el segundo semestre del año. Como posibles cabezas de lista para las elecciones europeas están bien situados en el PP Javier Arenas, vicesecretario de política autonómica, y el ministro de Exteriores, Miguel Arias Cañete. El primero es uno de los dirigentes del partido que más ha ayudado a Mariano Rajoy a llegar donde está y es también uno de sus principales asesores para tareas internas. Arias Cañete mantiene también una magnífica relación con el presidente, al que sirvió en la primera legislatura de Zapatero como responsable de asuntos económicos en el partido y en el Congreso, con Álvaro Nadal, ahora al frente de la Oficina Económica, como brazo derecho.
Los ministros de Medio Ambiente y de Exteriores son los mejor colocados para ocupar una comisaría en Bruselas después de las elecciones europeas
La novedad es que ha entrado también en liza el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, quien vería con muy buenos ojos convertirse en comisario europeo una vez se renueve la Comisión que ahora preside José Manuel Durao Barroso, después de las elecciones previstas para mayo del año que viene. García-Margallo, que ya habría mostrado sus aspiraciones a Rajoy, había sonado hasta ahora como posible vicepresidente económico en el caso de que el presidente optara por dar este relieve dentro del Gobierno a una de las áreas que más quebraderos de cabeza le están dando desde que llegó a La Moncloa. Fuentes del PP informan que Margallo no tendría inconveniente alguno en ocupar esta responsabilidad, pero que su mirada se dirige ahora con mayor intensidad a desempeñar una comisaría en Bruselas, encargo para el que sería, junto a Miguel Arias, uno de los mejor preparados. “Los dos se mueven como pez en el agua en la capital comunitaria, donde tienen amplios contactos y son muy respetados”, aseguran estas fuentes. La necesidad de sustituir a Joaquín Almunia como comisario y disponer en Bruselas de “alguien de confianza”, se ha convertido en una urgencia para el Gobierno, vistos los desencuentros registrados, el último relacionado con el contencioso sobre los astilleros.
En el PP se opina que la elaboración de la candidatura europea será la palanca que utilice Rajoy para afrontar su primera remodelación ministerial, a partir de la parálisis que se detecta en una parte amplia del Gabinete y de las fricciones que se siguen produciendo entre algunos ministros, sobre todo del área económica.
Hasta hace poco, Margallo también sonó en las filas del PP como futuro vicepresidente económico cuando Rajoy afronte su primer cambio de Gobierno
Fuentes gubernamentales reconocen que es complicado saber lo que pasa por la cabeza del presidente, sobre todo si se cuenta con las novedades que está aportando el ‘caso Bárcenas y la deriva judicial que puede tener en otoño cuando el magistrado Miguel Carmona se haga cargo de la instrucción que conduce la Audiencia Nacional. Al margen del discurso que está teniendo el Gobierno en este caso, el malestar dentro y fuera del Gabinete con el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, crece por días y son pocas las voces que consideran su continuidad en el Gabinete cuando el presidente se decida, por fin, a encarar su primer baile ministerial.
