Podemos anda, como el resto de partidos políticos, en jornadas de trabajo intensas diseñando su programa electoral. Todo indica que el 20-D los programas serán más importantes que nunca, y el partido de Pablo Iglesias quiere mostrar un perfil centrista con medidas alejadas del bipartidismo PP-PSOE como la dación en pago o el reconocimiento del derecho a decidir. Una de las medidas propuestas para entrar en el programa electoral de la formación morada es el fin del bipartidismo sindical, una propuesta que ha sido insertada en Plaza Podemos, el foro público donde el partido reúne ideas. Y una propuesta que volvió a escuchar este jueves una destacada miembro de la ejecutiva 'podemita', Auxiliadora Honorato, de manos del sindicato CSIF y su presidente, Miguel Borra.
Los representantes de Podemos y del CSIF coinciden en la idea de que hay que cambiar el sistema sindical de liberados
CSIF se encuentra en pleno proceso de relanzamiento de su marca con la firme intención de convertirse en una tercera vía sindical y en alzarse también con el tercer puesto entre los sindicatos con más afiliados de España, intentando además penetrar en la empresa privada, que es el punto fuerte de UGT y Comisiones. El sindicato tiene una tradicional posición contraria a la de los dos mayoritarios, y por ejemplo no ha participado en las dos huelgas generales que las formaciones de Cándido Méndez e Ignacio Toxo convocaron en 2012. Por su parte, aceptó entrar en la ley de transparencia antes que CCOO y UGT, dejando en evidencia a estas dos formaciones. En el mundo sindical suele decirse que el sindicato de funcionarios es más próximo al Partido Popular, algo que desde CSIF niegan rotundamente argumentando que se reúnen con todos y que no obedecen sigla política alguna.
Sin embargo, en una reciente reunión que mantuvo Borra con un representante del PP, Javier Maroto, el portavoz sindical dejó caer alguna crítica a las formaciones políticas que quieren extender la función pública a todo tipo de actividades, como es presuntamente el propio Podemos.
Diferencias ideológicas
Es evidente la discrepancia ideológica entre CSIF y Podemos, algo que se observa con la interlocutora de Borra en la reunión del jueves, que puede considerarse una persona mucho más a la izquierda: Honorato es la secretaria de Acción Institucional de la formación y forma parte del núcleo duro de Podemos. Funcionaria del Cuerpo A11 de la Junta de Andalucía, pertenece a la órbita del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), la formación anticapitalista cuyos miembros más conocidos son Diego Cañamero y el alcalde de Marinaleda Juan Manuel Sánchez Gordillo. Honorato se ha mostrado en muchas ocasiones contraria al "pactismo", que es una de las señas de identidad de CSIF. Por ejemplo, en esta intervención subida a internet en 2011.
En el vídeo, la gaditana considera que el sindicalismo tradicional (el de UGT y Comisiones) está "pervertido" y apuesta "por activistas y no por liberados, gente que está en su puesto de trabajo y si hace falta una reunión coja una hora sindical pero luego vuelva". En este discurso, apostaba porque fueran los funcionarios los que gestionaran el trabajo sindical en las administraciones, y no los políticos, algo en lo que coincide con CSIF.
Contra la 'casta sindical'
Cuando Podemos organizó una multitudinaria manifestación en enero de este mismo año para mostrar fuerza, dejó entrever que no había cabida en este acto ni para UGT ni para Comisiones Obreras. Desde entonces su relación con los sindicatos clásicos han sido frías, procurando no aparecer juntos en muchos espacios aunque en otros, como la lucha sindical de CCOO contra Coca-Cola Iberian Partners, sí que han querido hacerse la foto juntos.
Dada esta conexión de ideas, Honorato ha tomado buena nota de las peticiones de CSIF: reformar la ley de Representación Sindical para que se abra la mano a que nuevas opciones sindicales puedan tener más representación. Y regenerar los sindicatos.
Aún está por ver qué propuestas en materia sindical ofrecerá Podemos para las elecciones navideñas de 2015. Sin embargo, todo apunta a que se buscará un cambio en un sistema que lleva invariable desde 1985, año en que entró en vigor la actual ley.
