La Comisaría que la Policía Nacional tenía en la macroestación de Sol, en Madrid, no abrirá hasta bien entrado el año 2019, dos años después de su cierre por ser insoportable su uso.
La comisaría se inauguró en el año 2010 y tiene 800 metros cuadrados en dos plantas en las que están la Brigada Móvil, que vigila la seguridad en el transporte, una Oficina de Denuncias y Atención al Ciudadano e incluso unos calabozos.
Pero desde los primeros días los agentes se dieron cuenta de que el calor era insoportable e incluso agentes que trabajaban sufrieron mareos al estar a más de treinta grados y con falta de aire renovado, según denunciaron en numerosas ocasiones los sindicatos policiales y UGT en Metro.
Desde el año 2015 los agentes ya no recibían denuncias y apenas era utilizada por los cerca de 200 funcionarios que patrullan por el transporte público madrileño. Finalmente, tras una reunión mantenida en junio de 2001 entre la Consejería de Transportes de la Comunidad de Madrid, Metro, Renfe y Policía Nacional, el Gobierno regional anunció que daría todo tipo de facilidades a Renfe “para realizar las actuaciones técnicas que sean necesarias”.
La solución que se propuso entonces pasaba por “la apertura de un hueco que permita la ventilación de las instalaciones de la comisaría en la zona de acceso situada en la calle Alcalá, en la estación de Metro de Sol”. El Gobierno regional consideró imprescindible evitar el cierre de la comisaría, “ya que presta un servicio fundamental en el mantenimiento de la seguridad en el transporte público de la región”, según dijeron entonces los responsables del Ejecutivo regional. Los sindicatos también apoyaron que se cerrara el menor tiempo posible pues mejora la seguridad de la red.
Comisaría 'estratégica'
Metro de Madrid tiene más de 8.000 cámaras de seguridad y un total de 1.450 vigilantes distribuidos en estaciones y en trenes. Se producen en su red robos e incidentes que precisaban de esta comisaría para atajar cualquier problema de inseguridad.
Una vez se produjo el acuerdo político se puso en marcha la burocracia. La comisaría se cerró en mayo de 2017. Metro, por lo tanto la Comunidad, dieron desde el principio todas las facilidades para que se iniciaran las obras. Sin embargo, hasta el 4 de junio de 2018 no se publicó la convocatoria del concurso para la rehabilitación, que se cerró el pasado 4 de julio. Las empresas han presentado sus ofertas. Ahora está en fase de estudio y en unas semanas se producirá la adjudicación.
Luego vendrá el proceso de posibles recursos a la adjudicación y los permisos municipales. El plazo de ejecución de las obras es de cuatro meses. Estas fechas hacen previsible que hasta mayo no se abran las instalaciones.
La obra tiene como nombre “adecuación de las instalaciones de climatización de la comisaría de policía de la estación de Sol del núcleo de Cercanías de Madrid”. El precio de la adjudicación es de 439.733,98 euros, impuestos incluidos.
Nadie ha hablado de reclamar a la constructora de la estación el importe de la obra que se hizo mal porque desde el primer día el aire y el calor hacían insoportable la situación. Ahora se instalará nueva calefacción, ventilación y aire acondicionado.
Metro tiene en Nuevos Ministerios otra comisaría donde trabaja la Brigada Móvil de la Policía Nacional, unidad especializada en la prevención de delitos, atención al viajero y el control de delitos en los medios de transporte, según informa la empresa.