El carril Bus Vao de la A2, un proyecto que mejorará el transporte público en la entrada y salida a Madrid por la carretera de Barcelona, lleva acumulado un retraso en las obras de cerca de un año por problemas burocráticos.
El presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, se refirió en su reciente discurso de investidura a esta obra y explicó que es un proyecto que se está desarrollando con el Ministerio de Fomento y el Ayuntamiento de Madrid.
El nuevo carril debería estar en funcionamiento este verano, pero ni tan siquiera se ha firmado el convenio entre las tres administraciones y se han sacado los concursos.
Fuentes que conocen la negociación explicaron a este periódico que falta un trámite burocrático en el Ayuntamiento de Madrid para poner en marcha un proyecto que, en principio, será piloto y que si funciona podrá ser traspasado a otras carreteras. Vozpópuli no logró ayer una respuesta del Ayuntamiento pese a haber hecho varias llamadas.
El anterior carril Bus Vao se construyó en la carretera de La Coruña, la A6, y su presupuesto fue muy superior, pues se ampliaron las calzadas y se levantó una vía central de hormigón.
La crisis frenó la ampliación de la obra que estaba prevista desde Las Rozas hasta Villalba. Decenas de vecinos se opusieron porque era necesario expropiar varias viviendas.
Ahora se ha preferido apostar por soluciones más baratas y en las que se potencie el transporte público o la alta ocupación.
Cámaras de vigilancia
El presupuesto de la A-2 es de unos 13 millones de euros que se destinarán a la señalización electrónica luminosa, así como a la instalación de cámaras de vigilancia (ITS, un sistema inteligente) que ‘protegerá’ el carril izquierdo reservado para el transporte público o coches con alta ocupación.
Los que pasen al carril sin cumplir las condiciones que se requieran serán multados por las cámaras. El carril se activará según sean las necesidades del tráfico con balizamientos luminosos en la vía y señalización dinámica.
El carril comenzará en Alcalá de Henares, junto a la M-300 y llegará hasta el intercambiador de Transportes de la Avenida de América. En total la vía prioritaria tendrá 19 kilómetros.
Habrá puntos de acceso en Alcalá de Henares, Torrejón de Ardoz, San Fernando de Henares, el barrio de Canillejas en Madrid y el intercambiador situado en la Avenida de América.
El tramo desde esa calle hasta el llamado ‘Puente de la CEA’ está bajo la competencia del Ayuntamiento que participa en la operación.
Los técnicos calculan que el tráfico va a aumentar en los próximos meses en un 15%, lo que hace necesario tomar medidas para apoyar el transporte colectivo, según coincidieron en las últimas reuniones entre las tres administraciones.
Se calcula que este tipo de carril mejorará el transporte para 15.000 personas y ahorrará unas 500.000 horas al año, a la vez que se dejarán de emitir 900 toneladas al año de CO2. El recorrido entre Alcalá y Madrid (de unos 40 minutos) podrá reducirse en unos 15 minutos.
Cada año un total de 28 millones de personas utilizan los autobuses del Intercambiador de Avenida América para viajar o regresar del corredor del Henares a Madrid.