El sindicato policial Jupol ha denunciado mediante un escrito dirigido al ministerio del Interior la "presión laboral" a la que están sometidos los agentes destinados en Cataluña a raíz de la celebración del referéndum ilegal del 1 de octubre.
En el escrito, entregado en la Jefatura Superior de Policía de Oviedo, se indica que la siuacion es "cada vez más insostenible" y que está acentuada por la "falta de personal y por querer alcanzar los mismos objetivos que en décadas anteriores".
Según Jupol, el "estado de ansiedad es generalizado", y los agentes se enfrentan a un "rechazo social injustificado" y a un "acoso psicológico", algo que se extiende a sus familias. También explican que existe una "falta de comprensión por parte de altos mandos".
"El policía destinado en Cataluña es considerado como perro, asesino, fascista, nos catalogan como la fuerza opresora y de ocupacion. Todos somos unos apestados", enfatiza el documento. Culpan a los Comité de la Defensa de la República (CDR) de tener las comisarías como objetivo para acometer "su acoso y hostigamiento".
Además señalan directamente al ministerio que dirige Juan Ignaicio Zoido al no dejarles "espacio" para aparcar sus vehículos particulares dentro de los edificios oficiales, algo que a juicio de estos agentes les obliga a "redoblar" la "vigilancia en el ámbito laboral y personal".
"Los CDR están organizados por barrios en los cuales residimos, (lo que) hace que no podamos tender nuestro uniforme de trabajo en el balcón". Todos estos ejemplos configuran una realidad a la que se tienen que enfrentar los agentes de policía nacional que ya fue descrita por Vozpópuli en un reportaje.
"Desde el uno de octubre, la situación se agrava para todos los compañeros y nuestras familias, la falta de incentivos junto a lapresión labolar se hace insostenible. Tenemos que vivir en una de las ciudades más caras de Europa, lo que hace que la capacidad de ahorro sea imposible. La situación económica acrecienta la desmotivación y expectativas futuras de vida", finaliza el escrito.
Como solución Jupol pide al ministerio que "ponga las medidas laborales necesarias" para levantar el ánimo entre los compañeros. Una de las medidas que deslizan es que los agentes reciban una remuneración complementaria "como se hace en el País Vasco, Ceuta o Melilla".