Nadia Calviño quiere el control total sobre el Perte (Proyecto estratégicos para la recuperación y transformación económica) de los fondos europeos que controlará su vicepresidencia. Calviño se ha desmarcado de la Oficina económica de La Moncloa y del resto de Pertes impulsados por otros ministerios y ha creado su propio comisionado para coordinar a las diferentes carteras y organismos públicos que intervendrán en su proyecto sobre la Nueva Economía de la Lengua.
Calviño ha creado una Comisionada Especial para la Alianza por la Nueva Economía de la Lengua. Y ha colocado a Cristina Gallach al frente. Gallach regresa al Gobierno tras ser cesada como secretaria de Estado de Asuntos Exteriores y Globales por José Manuel Albares. Gallach estuvo en La Moncloa al frente de la Agenda 2030 tras la moción de censura. Pero sus competencias pasaron a manos de Unidas Podemos tras el acuerdo de coalición.
El Perte de Calviño nació como una iniciativa modesta para digitalización de archivos con un nombre rimbombante de Español Valle de Culturas (tal y como lo presentó originalmente Pedro Sánchez). Pero la vicepresidenta ha dado la vuelta al plan y no solo cambiándole el nombre, que también.
Calviño controlará su Perte
El proyecto tiene como base "la potencia" del idioma español, que comparten casi 600 millones de personas en el mundo, y espera movilizar 1.100 millones de euros de los fondos europeos que se utilizarán para digitalizar fondos e impulsar la inteligencia artificial en español, entre otras actuaciones. El Perte incluye también iniciativas para las lenguas cooficiales: catalán, euskera y gallego.
La idea del comisionado, según fuentes consultadas por Vozpópuli, no es desmarcarse de nadie, sino hacer una "labor de coordinación" que en otros Perte, dicen, quizá no es tan necesaria. El proyecto de Calviño toca al Ministerio de Cultura, al Ministerio de Asuntos Exteriores y un poco a Ciencia. Además, hay otros organismos públicos involucrados como el Instituto Cervantes, Biblioteca Nacional, la Real Academia y asociaciones de ámbito internacional como la Secretaría General Iberoamericana (Segib) y la OEA de la Ciencia y la Cultura, entre otros.
"Se trata de coordinar todos estos ámbitos y sobre todo involucrar al sector privado, por ejemplo las industrias culturales -libro, cine, etc-", explican estas fuentes. "La idea fundamental de los Perte es que el sector privado tenga interés en estas inversiones".
El papel de Cristina Gallach
Gallach, que no acabó bien con Albares, ya realizó una tarea similar de coordinación durante su etapa al frente de la Agenda 2030, que Sánchez convirtió en un objetivo estratégico para todos los ministerios de su Gobierno. Calviño y Gallach se conocen de Bruselas. Ambas son funcionarias europeas.
Gallach no había pedido su reincorporación tras salir del Ejecutivo en julio. Y, según estas fuentes, llevaba ya un tiempo hablando con la vicepresidenta Calviño sobre la posibilidad de crear este comisionado. La idea de ambas es darle también un impulso en materia de comunicación.
