La carta de expulsión del PSOE enviada a Joaquín Leguina y Nicolás Redondo Terreros por criticar la gestión de Pedro Sánchez ha sido la gota que ha colmado el vaso. Una docena de exaltos cargos del PSOE en Madrid, dirigentes y diputados durante la presidencia de Leguina se han conjurado para frenar lo que consideran una deriva autoritaria e "inmoral" impulsada por Sánchez y su asesor áulico, Iván Redondo. Quieren elevar la cuestión a debate público y avisan a los dirigentes territoriales de que si no frenan de inmediato esa espiral, pronto irá “a peor”.
Uno de los integrantes de este grupo, el exdiputado autonómico Juan Antonio Ruiz Castillo, se ha encargado de dar voz pública a esa protesta. Explica sus razones en conversación con Vozpópuli. “He sido veinte años diputado autonómico, durante cinco legislaturas y con carnet del PSOE desde el año 1979, y el expediente a Leguina y Redondo Terreros es espeluznante”. “Los que quieren echar a Redondo y Leguina son gente sin escrúpulos, ni políticos ni personales, y no tienen ningún tipo de ideología excepto la de mantenerse en el poder”, remarca este dirigente madrileño para señalar directamente al presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y su jefe de Gabinete Iván Redondo.
El pasado 6 de mayo, día siguiente a las elecciones autonómicas que acabaron con el sorpasso de Más Madrid al PSOE y la victoria contundente de Isabel Díaz Ayuso, Leguina y Redondo Terreros recibieron sendos expedientes de expulsión por parte de su partido. Leguina ha sido el único presidente socialista de la Comunidad de Madrid (1983-1995), mientras que Redondo Terreros lideró el PSOE en el País Vasco, donde fue amenazado de muerte por la banda terrorista ETA.
A lo largo de los últimos años, ambos han manifestado su disconformidad con Sánchez, su gestión del partido y sus alianzas en el Congreso. La respuesta a esas críticas ha sido culparles de la derrota de Madrid y echarles. Algo que este grupo de dirigentes considera “inmoral”.
"¿Críticas dónde? ¿En casa de Iván Redondo?"
“No hay ningún motivo ni estatutario ni reglamentario que avale esa intención (de expulsión), puesto que si bien dicen que las críticas hay que hacerlas dentro, ¿dentro de dónde si el partido lleva cerrado dos o tres años? ¿Dónde se hacen las críticas? ¿En los jardines de la Moncloa o en casa de Iván Redondo? ¿Y qué hay de la libertad de expresión? Pero qué es esto de que un ciudadano por pertenecer a un partido político no puede expresar críticas”, lanza este exdiputado socialista.
Ruiz Castillo ha mantenido reuniones a lo largo de los últimos días con un grupo de otros dirigentes del PSOE con la intención de empezar a movilizar una crítica activa contra Sánchez tanto en la Comunidad de Madrid como fuera de ella. Subrayan, además del caso de Leguina, el de Redondo Terreros. “Alguien que ha estado amenazado hasta ayer por ETA, se le quiere expulsar al mismo tiempo que se pacta con Bildu, que son los que le amenazaban de muerte. ¿Pero en qué se ha convertido este partido? Pretenden que estemos tan callados y ciegos y no veamos en esto una total inmoralidad”.
"Han humillado a Gabilondo y a Franco"
También ha generado malestar la salida del candidato Ángel Gabilondo (“la número dos Reyes Maroto ni siquiera fue a verle al hospital”) y del exsecretario general José Manuel Franco. “Sánchez les ha humillado”, zanjan, antes de admitir que esa operación ha generado “indignación” por ser una maniobra que quiere desviar la responsabilidad del equipo de la Moncloa.
“¿Quién dirigía la campaña e hizo las listas? Sabemos perfectamente que las listas se las impusieron a la comisión ejecutiva regional y a los ivanes, que son Iván Redondo e Iván García Yustos (director general de la presidencia). Han planificado la estrategia, la lista, quién iba a los actos y qué tipo de discurso se hacía. Y no digan ahora que Sánchez no se presentaba, porque todos hemos visto a Sánchez haciendo más campaña que nunca”, afirma Ruiz Castillo.
Todos los dardos van contra Sánchez y Redondo, a quien califican de mercenario al sueldo del mejor postor. “¿Alguien se ha olvidado que estaba con Monago y el PP en Extremadura? Está donde le dan dinero. Pero ya está bien. Déjenos a los socialistas madrileños tener un poco de palabra y de voz. Y que no quieran ahora decir que no es extrapolable en clave nacional. ¿Cómo no va ser? En Madrid siempre unas elecciones son en clave elección. Es de risa”, rematan.
Con respecto a las elecciones madrileñas, el grupo de exdirigentes cree que Sánchez hace de todo para evitar hacer “autocrítica”. Considera, además, que ni Redondo ni Leguina apoyaron a Ayuso, sino que la presidenta acudió a su fundación para un acto benéfico. E ironiza sobre los "chivos expiatorios" de Sánchez y Redondo: "¿En Fuenlabrada se ha perdido por eso? ¿En puente de Vallecas se ha perdido por eso?". “En 40 años de militancia he oído criticas mucho más feroces a la gestión de González o Guerra u otros presidentes autonómicos que las de Leguina y Redondo. Y ahora los jóvenes se dan cuenta de esa falta de libertad y autocrítica y van a votar en masa a la derecha”, se queja.
Apoyos fuera de Madrid
“Tenemos mucha indignación”, admite el exdiputado madrileño, y cita a Bertolt Brecht para avisar de que ahora pretenden expandir la queja fuera de Madrid para movilizar a todos los dirigentes, figuras de prestigios y afiliados. “Lo de Madrid ha sido un aviso a navegantes”, reflexiona. “Y que el resto de presidentes autonómicos no se crea que no va a llegar su hora. Y si no, que se lo pregunten a Susana Díaz, que al día siguiente del desastre la quieren desalojar. Todo lo que no comulgue con Sánchez y sus acólitos está condenado a estar o fuera del partido o relegado”, avisan.
Concretamente, esperan que los barones del PSOE paralicen el trámite de expulsión contra los dos históricos dirigentes en la comisión federal del partido. “Tienen que decirle a Sánchez: ‘Oye, esto no lo puedes hacer’”. De no ser así, este grupo de exmiembros del Gobierno de Leguina y diputados aseguran que el presidente del Gobierno acabará purgando a todos los que “ejerzan la más mínima crítica al gobierno y a Sánchez en particular”. Aunque también avisan de que no se quedarán callados: “La gente como yo que llevamos 40 años en el partido no podíamos permanecer impasibles. Entonces que nos echen a todos los que no estamos de acuerdo”.