Carles Puigdemont ha completado el primer paso para tener bajo control a los medios de comunicación de Cataluña. Tan sólo unas horas después de su investidura como presidente de la Generalitat, ha colocado como director de la radio pública catalana a Saül Gordillo, hombre de su confianza y periodista con el que mantuvo una relación empresarial a través de la sociedad Doble Utopía S.L., constituida en 2006 con un capital de 3.010 euros y en la que ambos figuran como administradores, según los últimos datos que aportaron al Registro Mercantil. Gordillo, que ejercía hasta ahora de responsable de Contenidos Digitales en El Periódico, mantiene una opinión favorable con las tesis independentistas que defiende Junts pel Sí.
La sociedad que conformaron Puigdemont y Gordillo sólo ha informado de sus cuentas correspondientes al ejercicio 2006 y no ha tenido actividad, al menos, durante los últimos 24 meses. Su objeto social es "la prestación de servicios informáticos, telemáticos y de comunicaciones", así como "la actividad de comercio electrónico, el diseño gráfico, la creación de páginas webs" y el comercio de "toda clase de aparatos informáticos y ordenadores". En el Registro Mercantil no consta ningún documento que acredite el cese de ninguno de sus fundadores.
La empresa que dirigían Gordillo y Puigdemont recibió una subvención de la Generalitat en diciembre de 2006
Pocos meses después de su constitución, en diciembre de 2006, esta empresa obtuvo una subvención de 16.000 euros por parte del Gobierno autonómico, entonces encabezado por José Montilla, que se destinó para un proyecto de "edición de un portal y un diario informativo en internet dedicado a los bloques políticos catalanes", según figura en el Diario Oficial de la Generalidad de Cataluña.
Casi una década después de que los dos socios la pusieran en marcha, Puigdemont ha llamado a Gordillo para cubrir la vacante que existía en Catalunya Ràdio desde que el pasado verano abandonara su cargo Félix Riera. Este productor audiovisual, afiliado a Unió Democràtica de Catalunya, fue cesado de su puesto a finales de julio, poco después de que CiU se partiera en dos. La explicación oficial que ofreció la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) fue que su salida estaba motivada por el proceso de "reorganización" que se había emprendido en la emisora. Pero, tal y como publicó El Periódico de Catalunya, tras la ruptura de Convergencia y de Unió, el presidente de la CCMA, Brauli Duart, exigió a Riera que dimitiera y, ante su negativa, el Govern le fulminó.
Un independentista al frente de la radio pública catalana
Con la llegada de Saül Gordillo al despacho principal de Catalunya Ràdio, Puigdemont consigue que la línea editorial de este medio de comunicación pase a estar tutelada por un periodista que comulga con los postulados soberanistas que defiende Convergencia. Al contrario que su sucesor, perteneciente a un partido que es nacionalista, pero contrario a la secesión.
A Gordillo se le considera como uno de los impulsores del dominio '.cat', creado para agrupar a las webs que ofrecen contenidos en catalán. En su currículum, figura como fundador del portal Poliblocs y como director de la Agencia Catalana de Noticias (ACN) entre 2007 y 2011. Esta última, de titularidad pública y dedicada a la difusión de noticias de Cataluña, fue puesta en marcha Puigdemont en 1998. Antes de tomar el mando de esta empresa, Gordillo trabajó en el diario El Punt, un periódico íntimamente ligado a la Generalidad del que fue redactor jefe.
Gordillo dirigió la Agencia Catalana de Noticias y fue redactor jefe del diario 'El Punt'
Una somera lectura de sus artículos basta para comprobar su cercanía con la ideología de Convergencia y su simpatía con el nuevo presidente. De hecho, tras conocerse que era el candidato elegido para dirigir Cataluña, escribió en El Periódico lo siguiente: "Carles Puigdemont ha sido un hombre adelantado a su tiempo. Es un visionario de grandes ideas y una enorme capacidad de seducción, dotado de un notable bagaje cultural. A diferencia de Mas, el nuevo presidente es un activista, un intelectual, un emprendedor, un periodista inquieto". Unas horas después, era designado como nuevo responsable de Catalunya Ràdio.
El pasado 22 de diciembre, tras las elecciones generales, se felicitó por los buenos resultados conseguidos por los partidos que defienden la independencia de Cataluña e incidió en que la situación de incertidumbre en la que ha quedado España tras los comicios puede ser aprovechada por Junts pel Sí para avanzar hacia la autodeterminación. "Si todo esto no son buenas noticias, ya me dirán. Y las noticias pueden ser aún mejores si la gobernabilidad en España entra en una fase de inestabilidad coincidiendo con la formación de un gobierno netamente independentista decidido iniciar el proceso constituyente que, pasados 18 meses, acabaría con un referéndum más posible en Cataluña que el pactado con España que nunca llega", escribió el hasta ahora jefe de Contenidos Digitales de El Periódico.
Su ascenso a la Dirección de la radio pública catalana permite a Puigdemont dar un giro hacia el independentismo a un medio de comunicación que se ve ampliamente superado en audiencia por RAC1, la cadena privada que pertenece al Grupo Godó. Según los datos de la última oleada del Estudio General de Medios, es escuchada a diario por 661.000 personas, frente a las 860.000 de su principal rival. Desde su fundación, y al igual que TV3, ha respaldado sin excesivo disimulo -como ocurre en otras comunidades autónomas- los intereses de la Generalidad. Y ahora, con alguien tan cercano al presidente al mando, no parece que eso vaya a cambiar.