El expresidente de la Diputación de Castellón Carlos Fabra ha negado este jueves haber mediado ante dos ministerios para agilizar licencias de productos fitosanitarios que fabricaba Vicente Vilar y haber recibido dinero por ello, y este ha negado los pagos y los favores, contradiciendo su denuncia inicial.
Tras diez años de instrucción que empezó por una denuncia contra Fabra de Vicente Vilar, en la que le acusaba de tráfico de influencias y cohecho, este jueves el empresario ha dicho que lo que motivó aquella querella fue la falta de apoyo del también expresidente provincial del PP cuando su exmujer le denunció por violación.
Vilar ha dicho que fue su exmujer (Montserrat Vives) la que, tras trabar amistad con la entonces esposa de Fabra, Amparo Fernández, "pagó primero 30 y luego 25 millones de pesetas" a ésta por, según el empresario, "agradecimientos" y porque "había llegado a la conclusión de que con ella iba a llegar muy lejos".
Fabra ha desvinculado de todos estos movimientos a su exesposa, acusada de tres delitos de fraude fiscal
Sin embargo, el empresario ha dicho que "nunca pagó un duro" a Carlos Fabra y que no es su intención meterle "en un lío que no se merece".
Fabra ha afirmado por su parte, en la segunda sesión del juicio que se sigue contra él por varios delitos, que los diferentes ingresos de dinero sin justificar por los que se le acusa no se corresponden con ingresos ilícitos, sino con su forma de "funcionar" y de gestionar su patrimonio familiar.
También ha desvinculado de todos estos movimientos a su exesposa, acusada de tres delitos de fraude fiscal, quien también ha apoyado esta versión y ha añadido que "todos" los ingresos que obtenía Fabra "era lícitos, legítimos y correctos". Ambos han negado también haber creado la empresa Carmacas para encubrir los supuestos pagos recibidos por Vilar.
Relación entre ambos matrimonios
Los entonces matrimonios Fabra-Fernández y Vilar-Vives se conocieron a raíz de la amistad que ellas entablaron al encontrarse habitualmente en el mercado. La relación se consolidó, según han confirmado todos los imputados, y quedaban para cenar, comer o incluso ir a los toros.
Fabra comenzó a asesorar a Vilar "en todo, en infinidad de cosas, hasta por chorradas", como ha reconocido en su interrogatorio el expresidente.
Vilar, según ha manifestado él mismo, estaba "harto" de que no se aprobaran las licencias, pese a considerar que sus productos eran legales y por ello, años antes de conocer a Fabra, contactó con el entonces senador del PP Miguel Prim, también imputado en la causa por tráfico de influencias, para pedirle ayuda, aunque no consiguió "ninguna agilización".
El empresario ha asegurado que estaba en esa época "harto de soltar maletines" en los "despachos de influencia" del Ministerio de Agricultura para poder obtener licencias para sus productos.
Fabra asesoraba a Vilar "en todo, en infinidad de cosas, hasta por chorradas", según ha reconocido el propio expresidente
En su declaración, Prim ha explicado que tras conocer el problema de Vilar, lo "estudió" y vio, "dentro de su responsabilidad como parlamentario, si se podía agilizar dentro de la legalidad vigente". Vilar ha manifestado que después, cuando supo que su mujer era amiga de Fernández, se reunió con Carlos Fabra y le contó "su problemática".
Éste, según Vilar, se ofreció a "realizar gestiones" pero la aprobación del producto fitosanitario se produjo "porque estaban todos los documentos de la Generalitat que acreditaban" que Naranjax era sintetizadora y les "pertenecía" ese registro.
Reunión con Celia Villalobos
Entre las múltiples reuniones que se recogen en los escritos de las acusaciones, destaca la que mantuvieron Vilar y Fabra con la entonces ministra de Sanidad, Celia Villalobos, cuya existencia ha sido reconocida por los dos. Según Fabra, él le expuso un tema relacionado con unas becas y Vilar le acompañó "porque le hacía ilusión visitar La Moncloa".
Este ha dicho que fueron a exponer a la ministra el problema de las licencias, y que fue Fabra quien habló y criticó la lentitud de su concesión, por lo que ésta les sacó del despacho sin dejarles "decir ni mu".
El empresario también ha hablado de una reunión entre los entonces secretario de Estado de Hacienda, Juan Costa, y diputado del PP Juan José Ortiz, y Carlos Fabra con el ministro de Agricultura, Jesús Posada, y poco después Ortiz le llamó y le dijo que "ya podía poner todo en marcha, que le había dicho el ministro que se iba a registrar todo".
Vilar acompañó a Fabra a una reunión con la exministra Celia Villalobos "porque le hacía ilusión visitar La Moncloa"
Fue una semana después, según Vilar, cuando su mujer le entregó los primeros 30 millones de pesetas a Fernández, y unos dos meses después le entregó 25 millones más. Vilar ha dicho que todo este asunto es una "ensalada familiar", que las dos mujeres eran "muy codiciosas" y Vilar "le dio la pasta a Fernández cuando tocaba y cuando no tocaba", pero él a Fabra no le dio "ni un duro".
Fue su enfado ante la falta de apoyo de Carlos Fabra tras la acusación de violación en 2003 por parte de Vives, entonces todavía su mujer, el que le llevó a "ir a por él" y presentar la querella, aunque ha reconocido: "A lo mejor no lo hice bien".
El juicio continuará el próximo martes con la declaración de once testigos.