De sobra conocida es la relación de amistad entre una de las fortunas más grandes del mundo, Carlos Slim, y el exvicepresidente del Gobierno, Felipe González. Y por ello, precisamente a raíz de una propuesta del magnate mexicano sobre la reducción de la jornada laboral a 3 días y el aumento de la edad de jubilación a los 75 años se ha pronunciado el exmandatario socialista: "Dentro de diez años" la propuesta de Carlos Slim "no se discutirá".
Así se ha manifestado González sobre la propuesta del hombre con el que incluso intentó hacer negocios, al intentar colocarle la empresa de su hijo, durante el turno de preguntas de la XXII reunión plenaria del Círculo de Montevideo, que se ha celebrado en la Universidad de Alicante (UA) entre el viernes y el sábado, y en el que el expresidente fue recibido durante el primer día bajo el grito de "¡fascista!".
"El reparto del tiempo de trabajo disponible es una necesidad ineludible de la sociedad en la que vivimos", ha considerado González
"El reparto del tiempo de trabajo disponible es una necesidad ineludible de la sociedad en la que vivimos", ha considerado. Si bien, ha matizado que el reparto del tiempo de trabajo -Slim propone jornadas laborales de 11 o 12 horas- o cómo se liga la retribución a la productividad son temas "discutibles". El propio Slim ha vuelto a ser preguntado por esta idea, la cual ha justificado en que "la tecnología acelera el proceso productivo y se necesita menos gente para hacer las mismas cosas".
Por ello, ha incidido en que se deben "promover actividades que generen más empleo" y, a su vez, repartir el mismo en dos grupos de trabajadores que trabajen tres días a la semana. El resto del tiempo, es decir los cuatro días libres que los empleados tendrían en este hipotético caso, deberían ser utilizados para mejorar sus capacidades laborales o su calidad de vida, según Slim. "Esto es algo que va a terminar llegando más rápido de lo que se supone", ha augurado.
Por último, ha señalado que los salarios se mantendrían "prácticamente iguales" y que la jubilación a los 75 años haría que la situación financiera difícil de los Estados, en cuanto al pago de las pensiones se refiere, "se saneara".