“Estamos en cierto sentido peor que al inicio de la Transición porque con el descrédito de la política y la crisis institucional no sabemos muy bien a donde vamos”, señala un dirigente del PSOE que observa con inquietud las graves consecuencias que puede tener para el país la suma de la crisis de la Corona a la crítica coyuntura económica. Sin embargo, que nadie espere hoy de la dirección socialista un pronunciamiento similar, aunque la preocupación está muy extendida “ya que han desaparecido los diques de contención mediática y la figura del monarca hace tiempo que ha dejado de ser un tema tabú”, afirma la misma fuente.
En la dirección del primer partido de la oposición está muy extendida la idea de que hay que arropar al Rey pase lo que pase, pues si a la crisis se añade la inestabilidad de la Corona “el riesgo de que se dispare la prima de riesgo y de que España sea intervenida, aumentan”.
El dirigente socialista más lenguaraz ha sido el presidente del PSM, Tomás Gómez, quien señaló este domingo que don Juan Carlos debería elegir entre su función pública o abdicar, posibilidad esta última “que le permitiría disfrutar de una vida diferente”. Muy directo ha sido también el ex alcalde socialista de San Sebastián Odón Elorza: “Es tiempo de abdicación y relevo”, ha dicho.
Aunque estas opiniones pueden ser compartidas por una parte estimable de los militantes del primer partido de la oposición, en la ejecutiva socialista se ha optado claramente por “una actitud responsable”. “Ahora lo que toca es mantener la prudencia porque estamos hablando del jefe del Estado. Sería suicida contribuir en estas circunstancias a desgastar todavía más la imagen internacional de España”, apuntan fuentes de Ferraz.
Alfredo Pérez Rubalcaba ha pedido prudencia en las reacciones a los dirigentes socialistas y está dispuesto a cerrar filas con el PP en este asunto tan espinoso cuando esta semana arrecie la ofensiva de la izquierda para llevar iniciativas al Parlamento destinadas a censurar las andanzas del monarca por tierras africanas cuando España puede encontrarse al borde de la intervención.
La ‘número dos’ del PSOE, Elena Valenciano, dijo ayer que el PSOE nunca comenta la agenda privada del jefe del Estado, “ni cuando nos gusta ni cuando no nos gusta. Por responsabilidad institucional tampoco vamos a hacerlo ahora”, sentenció. La declaración solo refleja prudencia, pero en ningún caso apoyo al comportamiento de don Juan Carlos en un momento tan delicado para el país.
