España

Casado, incapaz de encontrar un recambio para Iturgaiz en el PP vasco

Génova barajó sin éxito una tercera opción distinta al veterano dirigente y al sector 'alonsista' encabezado por Amaya Fernández. El portavoz 'popular' en el Parlamento vasco tendrá ahora que revalidar el cargo en el congreso regional de marzo

  • Carlos Iturgáiz y Pablo Casado durante la campaña electoral del 12-J.

Carlos Iturgaiz será proclamado este jueves nuevo presidente del Partido Popular en el País Vasco en una junta regional que se ha convocado esta semana de forma inesperada y con la que se pretende poner fin sin mucho ruido a la interinidad desde la marcha de Alfonso Alonso en febrero tras echarle un pulso a Pablo Casado.

Sin embargo, éste no fue el plan inicial del presidente del PP. En Génova se barajaron nombres para una tercera opción distinta al actual portavoz del grupo PP+Cs en el Parlamento vasco y al sector 'alonsista' encabezado por Amaya Fernández, quien ha sido la líder provisional del partido en la región en los últimos ocho meses en su calidad de secretaria general del PP vasco. Pero ninguno de los nombres cuajó para una candidatura de peso. 

Fuentes populares indican a Vozpópuli que desde el principio se buscó una figura que estuviera muy presente en el territorio del País Vasco. Esa ecuación excluía, por ejemplo, a la diputada nacional por Vizcaya, Beatriz Fanjul, una de las estrellas emergentes del PP vasco pero que aterrizó el año pasado en el Congreso de los Diputados con 28 años y a la que esta sucesión nonata le ha llegado muy pronto.

Los dirigentes que mejor encajaban en ese perfil buscado por Génova eran Íñigo Arcauz, uno de los miembros del PP en Guipúzcoa y que goza de plena sintonía con Casado, aunque no logró escaño en las elecciones generales del año pasado. Y, sobre todo, la diputada autonómica Laura Garrido, quien ha revalidado escaño por quinta vez en el Parlamento vasco, donde entró en 2006.

Casado quiere que la alavesa Garrido sea la mano derecha de Iturgaiz -con el puesto de secretaria general en sustitución de la citada Amaya Fernández-, así que es la potencial sucesora del nuevo presidente del PP vasco. En Madrid se destaca de ella sus vínculos con el empresariado vasco -su segundo apellido es Knörr- y el hecho de que sea bilingüe en euskera, un elemento muy valorado en la política vasca y los medios de comunicación.

Carlos Iturgaiz en la campaña del 12-J.

El tándem Iturgaiz-Garrido es visto por algunos dirigentes vascos como un dique de contención ante una posible candidatura de Amaya Fernández y los fieles a Alfonso Alonso en el próximo congreso del PP vasco, que está previsto para marzo de 2021.

El hecho de que Iturgaiz haya sido ungido por Génova de esta forma tan inesperada como repentina busca fortalecer su posición dentro del partido de cara a ese cónclave, hacen hincapié las citadas fuentes, aunque en Madrid se reconoce que su imagen está ligada al pasado.

"A lo que el presidente le pida"

De ahí que empiece a asomar la figura de Garrido como eventual recambio si las dos almas del PP vasco se enfrentan en unas primarias en el próximo congreso. Hay que recordar que Iturgáiz anunció su retirada de la política en abril de 2019 cuando se vio relegado en las listas de su partido al Parlamento Europeo. Así que para él fue una sorpresa la llamada de Casado para proponerle ser el cabeza de cartel en las elecciones del 5-A de este año, que luego se aplazaron a 12-J por culpa del coronavirus.

Fuentes del PP vasco subrayan que lo normal era acabar con la "interinidad" que se vivía desde principio de año y recuerdan que Iturgaiz "está para lo que el presidente le pida". En este sentido, "asume este reto con ilusión igual que asumió la candidatura a lehendakari". Esas mismas fuentes insisten en que "en el partido ahora todos estamos a una". 

Dos años de desencuentros

La sorprendente elección de Iturgaiz como presidente, que se concretará este jueves por la tarde durante una reunión de la ejecutiva del partido, es el penúltimo capítulo en la disputa entre el PP vasco y la dirección nacional de los populares durante los dos últimos años. Los desencuentros empezaron en cuanto Casado se impuso a Soraya Sáenz de Santamaría en la batalla por el liderazgo del PP, ya que Alonso era un sorayista confeso. 

En ese contexto, la elección de los candidatos para las dos anteriores elecciones generales ya suscitó rechazo en el sector alonsista. El posterior cambio de rumbo de los populares vascos, con el propio Alonso y Borja Sémper a la cabeza y con una apuesta por "una voz propia", no gustó demasiado en Génova. La tensión fue creciendo hasta que Casado fulminó a Alonso y colocó en su lugar a Iturgaiz como candidato en las elecciones vascas. Y, por ahora, él sigue siendo su apuesta.    

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