La tragedia del incendio en las discotecas de Murcia tendrá un largo recorrido judicial. La Policía Nacional investiga las causas de un suceso que se ha cobrado la vida de 13 personas. Tendrán que hacer unas diligencias minuciosas para aclarar qué ocurrió y sobre todo para apuntar a los responsables. Ayuntamiento y los empresarios de los establecimientos están en el punto de mira.
Una ratonera de fuego y humo. Así describen los testigos las llamas que inundaron las discotecas Teatre y Fonda en el polígono de las Atalayas en Murcia. Un incendio que ha sacudido el sector del ocio nocturno en nuestro país. Un aviso para navegantes.
Las familias de los 13 muertos pedirán justicia a las autoridades. Urbanismo de Murcia no autorizó unas obras en Teatre que supusieron la creación de otro local, Fonda, que estaba considerado el 'imperio' de la música latina. El Ayuntamiento decretó el cierre de la discoteca pero siguieron abriendo sin ningún impedimento.
Incluso en marzo de este año tuvieron que subsanar algunas deficiencias de un control sanitario que se ejecutó en el local.
Una cadena de errores o de inacción de los funcionarios que tendrá que ser revisada en los tribunales. El juzgao de instrucción que lleva el caso, decretó el secreto de sumario, ya ha ordenado incoar diligencias por 13 homicidios imprudentes. Ahora queda conocer quién tenía responsabilidades en el trágico suceso.
En toda esta trama emerge un nombre: el dueño de la discoteca Juan Inglés Rojo. Este empresario ya sufrió un incendio en uno de sus locales en 2019 y con una orden de cierre siguió abriendo el establecimiento acumulando sanciones.
