¿Cómo recibía la mafia del agua los sobres con las supuestas 'mordidas'? La Guardia Civil está convencida de que camuflados en sencillos regalos. Así lo apunta uno de los últimos informes remitidos por la Unidad Central Operativa (UCO) al titular del Juzgado Central de Instrucción número 6, Eloy Velasco, en el que se destaca el contenido del intercambio de mensajes de móvil entre María Gabriela Mañueco Pfeiffer, señalada como la 'número 2' de la trama de corrupción destapada en el 'caso Acuamed', y el directivo de una empresa a la que presuntamente le facilitó los pliegos para una adjudicación antes de que se publicaran. En dichas comunicaciones, la que fuera directora de Construcción de la empresa pública Aguas de las Cuencas Mediterráneas SA le agradece a su interlocutor la remisión de unos regalos a comienzos de 2015 con una frase que los agentes destacan en su análisis: "Me ha encantado la libreta y el cuaderno, sobre incluido". Todo ello, después de haber hablado en las semanas anteriores sobre una reclamación de 2,7 millones de euros.
El informe de la UCO recoge dos cadenas de mensajes entre la 'número 2' de la trama y el directivo de una constructora en la que intercambian datos sobre tres contratos
La conversación viene recogida en un amplio informe que entregó la Guardia Civil en la Audiencia Nacional el pasado 18 de abril y en el que se detallaban todos los indicios recopilados hasta ese momento contra dos altos cargos del Ministerio de Agricultura: el que fuera secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos de Armas, y la actual directora general del Agua, Liana Ardiles, presidente y vicepresidenta de Acuamed que han sido imputados por el juez Velasco. En dicho documento, la UCO también se detiene en los nuevos indicios hallados en los últimos meses contra otros tres presuntos implicados en la trama: Arcadio Mateo del Puerto, director general de la empresa pública y señalado como el supuesto cabecilla de la red desmantelada en la 'Operación Frontino'; el empresario Nicolas Steegman López-Doriga, y María Gabriela Mañueco, 'mano derecha' del primero. Respecto a ésta, el documento policial destaca las conversaciones "de interés" que mediante mensajes de móvil mantuvo con Juan Carlos B.G., apoderado de la constructora Degremont SA y del que no consta que haya sido imputado todavía. La UCO destaca que dicha empresa ha sido adjudicataria de diferentes contratos de Acuamed, entre ellos uno de los investigados.
Siempre según el documento, las cadenas de mensajes intercambiados -y que han sido recuperados de la memoria del teléfono móvil intervenido a Gabriela Mañueco- demuestran la "estrecha amistad" entre ambos interlocutores, lo que supuestamente se tradujo en que la entonces directora de Construcción de Acuamed informara al directivo de Degremont tanto de los pliegos del contrato para reforzar la red de abastecimiento de agua potable para los municipios de Campello y Mutxamel, la obra investigada, como sobre diferentes aspectos de otras dos adjudicaciones. Una, la remodelación de la planta de tratamiento de agua potable de Pilones, en la provincia de Málaga, valorado en 23 millones de euros. El segundo, la conducción entre el embalse de Talave y el de Cenajo, en la cuenca hidrográfica del Segura. Su valor, 64 millones de euros. Es precisamente sobre estos dos últimos sobre los que se habla en la conversación en la que se hace referencia a regalos y "sobres".
"Comida estupenda" en un asador vasco
Dicha cadena se inicia en el verano de 2014 y finaliza el 18 de enero del año siguiente. Así, el 1 de julio de aquel año, Juan Carlos B.G. le envía un mensaje para concertar una cita "la próxima semana" con el fin de "intercambiar dudas/ideas sobre Pilones". Un encuentro que finalmente se concreta para siete días más tarde en las oficinas de Acuamed, según se desprende de estas comunicaciones. Semanas más tarde, el directivo de Degremont le pide abiertamente "la relación de ofertas presentadas" para, más adelante, reclamarle información de la cancelación de la apertura de las mismas con una sucesión de mensajes cortos que denotan la confianza entre ambos. Ya en octubre, ambos quedan a comer "cerca de mi oficina", a petición de Gabriela Mañueco. En concreto, en un asador vasco situado en la misma calle donde está la sede central de Acuamed. Dos días después, ella le da "las gracias por una comida estupenda".
Citas para comer, visitas a la sede, envío de pliegos, "muchos besos"... la Guardia Civil destaca que los mensajes denotan "una estrecha amistad" entre la directiva de Acuamed y el apoderado de la constructora
Al poco tiempo, el apoderado de la compañía le pregunta si "tienes alguna noticia nueva sobre lo del Cenajo". Es 7 de noviembre, y sólo cuatro semanas después un nuevo cruce de mensajes sirve a ambos para concretar una reunión a las nueve de la mañana. El 18 de enero es la presunta 'número 2' de la trama la que toma la iniciativa en el envío de mensajes para felicitarle el año nuevo y agradecerle unos regalos que Juan Carlos B.G. le ha enviado: "Buenos días y mis mejores deseos para el 2015. Me ha encantado la libreta y el cuaderno, sobre incluido", señala antes de bromear sobre la utilidad que piensa dar a dicho cuaderno: reflejar en él "mi historia profesional". María Gabriela Mañueco se despide con un "muchos besos y muchas gracias". Su interlocutor le sigue la broma y le propone que recoja sólo "tu historia con DGT [Degremont], pero igual es buena idea que cuentes la tuya profesional". Dos mensajes que el informe de la Guardia Civil destaca en negrita en su informe.
La siguiente cadena de mensajes entre ambos que ha levantado la sospecha de la UCO se produce entre marzo y junio de 2015. En ella, Gabriela Mañueco y el directivo de la constructora hablan del modificado del contrato de Mutxamel. En uno de ellos, del 24 de abril, se deduce que es el apoderado de la compañía quien le envía el pliego de una licitación, posiblemente la de dicha obra ahora investigada. De hecho, en días posteriores éste visita en las instalaciones de Acuamed a la propia Gabriela Mañueco y al director general de la empresa pública, Arcadio Mateo. En fechas posteriores se lee cómo ella facilita supuestamente información privilegiada sobre dicha adjudicación e, incluso, la modificación de ciertos aspectos de la misma que, a la vista de las respuestas del directivo de Degremont, favorecen a esta mercantil. Un detalle que la Guardia Civil también destaca en su informe de abril.
LOS 7 SOBRES DE ARCADIO MATEO
La sospecha de que el "sobre" del que habla la considerada número 2 de la trama contenía dinero está reforzada por el hallazgo durante el registro de la vivienda del principal cabecilla, Arcadio Mateo, de 120.240 euros en metálico ocultos, precisamente, en sobres. Según el acta que levantó la Guardia Civil, el dinero se encontraba escondido en dos dependencias de la casa. Por un lado, los agentes de la UCO localizaron dos sobres con 1.460 y 5.000 euros, respectivamente, ocultos debajo de unas cajas que había en el interior del cabecero del dormitorio de una de sus hijas. Los 113.780 euros restantes se hallaron en uno de los despachos de la casa repartidos entre dos libros y cinco sobres. Así, en el interior de un volumen ubicado en una estantería se encontraron 50.000 euros, mientras que en un segundo aparecieron 1.780 euros. En un cajón de un escritorio, dentro de dos carpetas, se localizó el resto del dinero repartido en sobres que contenían 10.000 euros, otra vez la misma cantidad, 7.000 euros, 15.000 euros y 20.000 euros.
Dicho dinero, cuya procedencia Arcadio Mateo no ha sido capaz de justificar antes el juez Eloy Velasco, fue uno de los argumentos esgrimidos por éste para enviarle a prisión y, más recientemente, para que la Audiencia Nacional rechazara la pretensión del ex director general de Acuamed de rebajarle la fianza hasta los 50.000 euros. En el auto por el que la Sección 4 de la Sala de lo Penal reducía la primera cantidad fijada, 600.000 euros, a la mitad, los tres magistrados se oponían a acceder a las pretensiones del presuntos cabecilla de la trama precisamente por dicho hallazgo, ya que considera que el mismo demostraría "que dicha persona maneja dinero al margen de todo circuito legal". En este sentido, el escrito recalcaba que parte de los 120.000 euros que se le intervinieron no sólo estaban ocultos en el domicilio, sino también en un "lugar insólito" como es un libro.