La Fiscalía de Madrid ha solicitado al juez que tramita el caso Madrid Arena que impute de manera formal a un total de catorce personas y que dicte auto de sobreseimiento a diez, entre las que se encuentran los concejales Antonio de Guindos, Fátima Nuñez y el jefe de la Policía de Madrid, Emilio Monteagudo, según informó el fiscal jefe de Madrid, Manuel Moix.
El fiscal acusa a esas catorce personas de cinco delitos por imprudencia grave (murieron cinco niñas) y de nueve delitos de lesiones. Por su parte, Simón Viñals y Carlos Viñals han de ser imputados, según el escrito, como coautores de dos delitos de homicidio por imprudencia grave profesional. En la lista de imputados están Miguel Ángel Flores (Diviertt); los médicos Simón y Carlos Viñals; Miguel Ángel Morcillo (Diviertt); Rafael Pastor (Madridec), Francisco del Amo (Madridec); José Ruiz (Madridec);Juan José París (Seguriber); Raul Monterde (Seguriber); José Antonio Díaz (Seguriber); Carlos Manzanares (Kontrol 34) y Emilio Belliard (Kontrol 34). Diviertt era la empresa organizadora, mientras que Madridec es la sociedad del Ayuntamiento de Madrid que gestionaba el pabellón. Seguriber era la compañía de seguridad y Kontrol 34 tenía los vigilantes.
El escrito fue presentado el miércoles 30 de julio en el juzgado que tramita el asunto, ya que se considera que la causa está ya agotada y el Fiscal de Madrid entiende que resulta procedente pasar a la siguiente fase procesal. No se conoce cuando el juez dará por terminada la tramitación. La Fiscalía considera que el Ayuntamiento de Madrid, las empresas Madridec, Diviertt, FSM Group Management, Seguriver y Kontrol 34 son responsables civiles subsidiarios. Las compañías Zurich, Mapfre y Hiscox responderán directamente de los seguros.
La Fiscalía considera que el suceso del Madrid Arena se produjo por otras conductas imprudentes y ni la Policía ni los políticos tuvieron una participación directa o indirecta en los mismos
Sin embargo, la Fiscalía de Madrid considera que la imputación que se hizo en un primer momento del jefe de la Policía Municipal de Madrid fue atípica "porque el comportamiento que se le atribuye no constituye el riesgo generador del resultado, ya que éste es la concreción de otras conductas imprudentes anteriores, simultáneas y posteriores". Por ello, ha pedido al juez el sobreseimiento de la causa contra este responsable municipal y otras nueve personas más. "Careciendo de responsabilidad penal el jefe de la Policía Municipal, procede declarar igualmente, la ausencia de responsabilidad penal de sus superiores jerárquicos, los imputados Antonio de Guindos (Concejal de Seguridad) y Fátima Núñez (concejala de Policía), así como de Alfonso del Álamo, director de Emergencias del Ayuntamiento de Madrid". El fiscal señala que no han tenido participación directa ni indirecta en los hechos.
En el escrito se dice que se informó a la Policía Municipal de la asistencia de 7.000 personas por lo que se envió la dotación prevista para estos casos considerados de riesgo medio: 1 suboficial/sargento, 1 cabo y 10 policías. Sus funciones eran regular y ordenar el tráfico, encauzar los flujos de peatones y evitar la venta y consumo de alcohol y otras sustancias. La Policía no recibió ningún aviso sobre problemas en el interior del local. La jefa del dispositivo, Cándida Jiménez, se puso en contacto con Rafael Pastor (Madridec) quien le informó que a las 2.30 no se había superado el aforo.
Relata el fiscal que la jefa del dispositivo creyó "en la confianza de que los representantes de Madridec estaban altamente cualificados, que se mantendrían dentro de los límites legales de riesgo permitido". "A ello -agrega- hay que añadir que se produjeron circunstancias posteriores a la actuación de la policía absolutamente extrañas, ajenas e imprevisibles para la policía que impiden la imputación objetiva del resultado".
El escrito señala que la normativa prevé que se celebren reuniones para coordinar a todos los agentes que puedan intervenir en el evento "que no llegaron a llevarse a cabo en el presente caso, lo que repercutió negativamente, produciéndose una absoluta falta de coordinación entre Seguriber, Kontrol 34 y Policía Municipal".
El fiscal señala que el vigilante de Seguriber encargado del cuarto de cámaras, abandonó su puesto de trabajo coincidiendo con el momento en el que se produjeron las avalanchas
El arquitecto de Madridec, la empresa gestora del Madrid Arena, notificó a los organizadores que el aforo era de 10.620 personas en total. "A pesar de ello, consta que Miguel Ángel Flores encargó sucesivamente desde el 25 de septiembre al 9 de octubre a la imprenta Gráficas Pedraza diferentes pedidos hasta alcanzar la cifra total de 17.500 entradas".
Cámaras de seguridad
En el texto enviado al juzgado, el fiscal señala que el vigilante de seguridad Roberto Marcos, empleado de Seguriber encargado del cuarto de cámaras, abandonó su puesto de trabajo desde las 2.33 a las 2.49 y desde las 3.11 a las 3.48. Este último periodo coincide con el momento en el que se produjeron las avalanchas. Esa postura, cree el Ministerio Fiscal, incumple la Ley de Seguridad Privada y "aumenta un riesgo previsible y evitable, contribuyendo casualmente a la producción del resultado lesivo".
Los responsables de Kontrol 34, Carlos Manzanares y Emilio Beliard, no se preocuparon estando obligados a ello "de revisar que sus trabajadores distribuyeran a los asistentes de forma debida dar cumplimiento efecto al aforo por plantas autorizado por Madridec, ni de instruir y prepararles para una situación de emergencia". El fiscal pide que se impute a los dos.
Absoluto descontrol
En el escrito se relata que "a partir de las 2:00 horas se produjo un absoluto descontrol en el acceso al pabellón, al permitir el acceso libre a los asistentes sin supervisión de ningún tipo ni entrega de entrada alguna". Acusa a Francisco del Amo, Miguel Ángel Morcillo y Miquel Ángel Flores de esta situación.
Cita el fiscal que Francisco del Amo (Madridec) llamó por teléfono al jefe de servicio de Seguriber, José Antonio Díaz, para que abriera el portón de la cota 0 (que da a la pista), que era una puerta de evacuación que había de quedar limpia para salida de emergencia.
Durante más de veinte minutos entraron "un elevadísimo número de jóvenes que se dirigieron directamente a la pista". A las 3:39 Miguel Ángel Morcillo, de Diviertt, procedió a la apertura de las puertas de cristal situadas en el Muelle Mónico, consideradas vías de evacuación. Entraron por ese punto decenas de personas.
En el documento que se ha presentado al juez se dice que algunos vomitorios de la cota O permanecieron cerrados. La Fiscalía considera esa situación una "grave deficiencia" que fue tolerada por los coordinadores de seguridad y por Francisco del Amo y Rafael Pastor (Madridec) que estuvieron en el evento hasta las 3 de la mañana.
Vomitorios cerrrados
"Los vomitorios -añade- también considerados vías de evacuación, según el Plan de Autoprotección, debían de estar abiertos permanentemente, de forma que se garantizara la inmediata salida de los asistentes desde el interior de la pista, lo que hubiera disminuido, en gran medida, la entidad del resultado lesivo producido".
José Ruiz Ayuso, técnico de Operaciones de Madridec "realizó su trabajo de forma rutinaria con total falta de cuidado y atención y con evidente desprecio a la más elemental diligencia que le era exigible para garantizar la seguridad del público que estaba en el local, por lo que detectó sólo alguna de las innumerables anomalías del mismo, cuando la mayoría eran de fácil apreciación".
Según el escrito todos los responsables de seguridad "permitieron que el evento continuara celebrándose a pesar del peligro que suponía para las personas la falta de medidas de seguridad"
A causa de la gran aglomeración en todo el pabellón se fueron produciendo desde las 2:20 horas pequeñas avalanchas en el vomitorio central del sector A. Fueron advertidas por algunas de las personas de la organización al personal de Kontrol 34 para que prohibieran la bajada a la cota 0 (la pista). En una de las escaleras el personal desistió de frenar a la gente a las 3:15 horas y se marcharon permitiendo subir y bajar libremente por la misma a los asistentes.
Una gran montaña de personas
Esta situación provocó, según la Fiscalía, que a las 3:35 volvieran a ese vomitorio gran número de asistentes formándose una nueva avalancha. "Por la fuerza ejercida entre unos y otros -relata- se generó en ese punto concreto una auténtica marea humana en la que, en el intento respectivo de los asistentes de salir y entrar en la pista, se produjeron pisotones y caídas de unos encima de otros hasta formarse, en pocos segundos, una gran montaña de personas atrapadas".
Dos personas de Kontrol 34 vieron la escena y tras avisar a otros compañeros acudieron a rescatar a los jóvenes atrapados. "El rescate duró unos veinte minutos y se llevó a cabo de forma absolutamente descoordinada por las personas de Kontrol 34. Algunos de los asistentes estuvieron atrapados durante 20 angustiosos minutos".
Se vendieron 22.835 entradas
También se pusieron a la venta a través de operadores online como ontickets y ticketmaster. Estos dos últimos operadores se vendieron 3.672 y 1.695 entradas. Hubo 110 que se despacharon en taquilla y 634 invitaciones.
El fiscal señala que "el imputado Miguel Ángel Flores, mucho antes de que Madridec le comunicara el aforo por plantas, movido por un claro ánimo de enriquecerse, con absoluto desprecio de las más elementales normas de cuidado que le eran exigibles por su condición de empresario dedicado al mundo del espectáculo, y conocedor de que el aforo por plantas autorizado por Madridec era de 10.620 personas, vendió 22.835 entradas".
Judicialmente se hallaron un total de 16.849 "siendo previsible que con ello se iba a sobrepasar la capacidad máxima del recinto con el consiguiente riesgo para los asistentes a la fiesta".