El 'caso Enredadera' sigue poniendo en aprietos al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias-Adif. La compañía pública ha readmitido en su puesto a Enrique José Finch Ramos, su directivo en la provincia de Córdoba detenido por la Guardia Civil en el marco de la operación que desmanteló una trama de amaño de contratos de la Administración. Finch ha sido acusado por la titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla, Mercedes Alaya, de prevaricación, malversación, cohecho, falsedad documental y asociación ilícita por haber cobrado presuntamente más de un millón de euros de Fitonovo, la empresa epicentro de la red de corrupción, a cambio de que ésta ganara concursos públicos de limpieza y mantenimiento de líneas convencionales y de alta velocidad. La magistrada lo envió a prisión el pasado 13 de noviembre, aunque este directivo la abandonó quince días más tarde tras abonar una fianza de 250.000 euros, una de las más altas de la causa.
Desde la empresa pública alegan que "no ha quedado más remedio" que readmitir al directivo y recalcan que le han abierto un expediente
La vuelta del imputado en la causa Enredadera a su antiguo puesto de trabajo ha sido denunciada a Vozpópuli por varios trabajadores de la empresa pública y confirmada posteriormente por los propios portavoces oficiales de la misma. Éstos últimos aseguran que "no ha quedado más remedio que readmitirlo de modo provisional" y destacan que "se le ha abierto un expediente disciplinario que se resolverá cuando haya sentencia judicial en firme". Pese a ello, la decisión ha caído mal entre los empleados de la compañía, algunos de los cuáles destacan a este diario que "cualquier trabajador, por meras faltas de puntualidad, son sancionados por Adif con suspensión de empleo y sueldo de 1 a 4 días. Este señor, sin embargo, ha sido enviado a la cárcel por valerse de su cargo para delinquir en detrimento del Estado y, a su salida, se le permite su reincorporación sin más".
Finch es, presuntamente, el mayor receptor de sobornos de la trama Enredadera, según la investigación de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. En el auto por el que ordenaba su ingreso en prisión, la juez Alaya destacaba que entre octubre de 2003 y junio de 2012 este directivo de Adif había cobrado presuntamente 1.025.608,16 euros "según la información recopilada en los archivos informáticos intervenidos en las entradas y registros de las entidades Fitonovo SL y Fiverde SL", filial esta última de la primera. La magistrada detallaba en su escrito que dichos cobros eran camuflados por el directivo de Adif a través de una empresa ajena al mismo, Viveros San Rafael, cuyo propietario supuestamente se quedaba con una parte de dicha cantidad como compensación.
El seguro de dos coches de lujo
El auto de prisión también detalla que Finch presuntamente adquirió a la trama Enredadera dos vehículos, un Volkswagen Golf y un Jeep Gran Cherokee, "pagando Fitonovo SL los seguros de ambos vehículos durante varios semestres cuando los mismos ya pertenecían al señor Finch y a su esposa". Una nueva dádiva con la que supuestamente la empresa pagaba al directivo de Adif su "intervención en la adjudicación de contratos menores y de ejecución de los mismos" a Fitonovo SL. Alaya destaca en su escrito que la "excelencia en el análisis de la prueba" realizado por la UCO le permitían calificar los indicios contra el cargo de la empresa pública por el cobro de 'mordidas' de "extraordinariamente sólidos y consistentes".
Curiosamente, las sospechas sobre las actividades presuntamente irregulares del directivo no eran nuevas dentro de la compañía. De hecho, Adif le degradó dos veces de cargo después de que en octubre de 2010 se presentara una denuncia contra él por cohecho en el cuartel de la Guardia Civil de Andújar (Jaén), según consta en el sumario al que ha tenido acceso este diario. De este modo, Enrique José Finch pasó de ser el gerente de mantenimiento de la compañía en la provincia de Córdoba a ser rebajado en abril de 2011 a jefe técnico de operaciones y, año y medio después, a ocupar una plaza de técnico de operaciones, cargo que ahora ha vuelto a ocupar. Desde Adif se aseguró hace un mes que entonces "legalmente no se pudo tomar otra medida". Ahora alegan idéntico razonamiento para reintegrarle en su puesto.
Los otros de Adif
En total, Fitonovo habría sobornado a otros diez técnicos de Adif para hacerse con contratos. En sus mordidas, la empresa investigada habría discriminado el importe de los sobornos según el cargo que ocupara el receptor de los mismos en la empresa pública. Así, a los gerentes les pagaba cantidades superiores a los 100.000 euros, mientras que a los técnicos los importes variaban desde los 30.000 a sólo 2.000 euros. Eso sí, siempre a cargo de la caja 'B' de Fitonovo. Así, otro alto cargo de Adif que presuntamente recibió grandes cantidades de dinero fue su responsable en Sevilla, Antonio Rodríguez Jurado. Según la investigación de la UCO, este directivo de la compañía cobró 418.191 euros entre los años 2000 y 2011. También en la capital andaluza, el técnico de infraestructuras y Vías, José G.M., cobró 'mordidas', aunque sensiblemente inferiores: 3.700 euros repartidos entre los años 2005, 2009 y 2010.
En un auto, la juez Alaya detalla que la 'trama Enredadera' pagó comisiones por 1,6 millones de euros a una decena de empleados de Adif
Cantidades muy similares entregaron supuestamente a Juan Carlos M.C., empleado de la empresa en Jaén. En esta misma provincia, otro trabajador, José R.C., recibió 15.250 euros de comisión "por facilitar los trabajos y el beneficio de Fitonovo SL entre 2003 y 2004". En Córdoba, donde está destinado el directivo ahora readmitido por la empresa pública, la UCO arrestó a un segundo trabajador de la compañía, en este caso un "mando intermedio" de la misma, Luis M.R., que supuestamente también cobró 'mordidas'. En concreto, 22.904 euros en el año 2007 y en el periodo que va desde 2009 a 2012.
Fuera de Andalucía, el principal foco de actuación de la 'red Enredadera' fue Zaragoza. Así, el responsable de la compañía pública en la capital aragonesa, José Antonio G.P., se embolsó supuestamente un 'pellizco' de 100.400 euros. Un dinero que recibió entre 2003 y 2009. Un técnico a sus órdenes, Miguel Angel M.T., cobró por el mismo concepto 9.000 euros en dádivas. En Valencia, el presuntamente sobornado fue el delegado de mantenimiento de la red convencional de la 'Línea Este', Pedro M.P., quien en 2007 recibió un pago por un total de 20.000 euros. El último trabajador de Adif señalado en sus autos por la juez ha sido Francisco C.F., destinado en Barcelona, quien supuestamente cobró 2.500 euros en 2009.