El rastreo de las adjudicaciones de Bankia durante la presidencia de Rodrigo Rato sigue deparando sorpresas. La última, el hallazgo de nuevos contratos del área de marketing y publicidad firmados con otra empresa de Alberto Portuondo Coll, el presunto testaferro del político que permanece encarcelado desde su detención el pasado mes de agosto. En esta ocasión se trata de Plena Mente SL, una firma que en el periodo 2011-2012 se embolsó 550.000 euros, según han confirmado a Vozpópuli fuentes cercanas a la investigación. Dicha compañía se suma a Lateral Mente SL, también de Portuondo, y a la que la entidad financiera encargó su reputación 'online' en un contrato de tres anualidades de medio millón de euros cada una de los que se llegó a cobrar 860.000 euros antes de ser rescindido tras la llegada del equipo de José Ignacio Goirigolzarri.
Las dos empresas que mantuvieron relación directa con la Bankia de Rato forman parte del grupo de las filiales que suministraban importantes ingresos en el entramado societario de Portuondo
Ambas empresas de Portuondo guardan grandes similitudes. De hecho, las dos son filiales de una tercera empresa del presunto testaferro, Marketing Imaginativo SL, mercantil que forma parte también de la red del presunto testaferro y que, a su vez, esta ligada a Albisa Inversiones y Asesoramiento SL, la empresa con la que el ahora encarcelado cobró la supuesta 'mordida' de 2 millones de euros por los contratos de publicidad y realizó el pago de una parte der la misma a Rodrigo Rato. No es la única similitud. Así, junto a estas dos empresas, que llegaron a figurar como administradores únicos de ambas firmas, entre sus cargos directivos aparecen el propio Portuondo y su exmujer, Isabel Lacave Marcos. Además, en ambas figuraba como domicilio social el número 11 de la madrileña calle del General Martínez Campos. Finalmente, las dos fueron disueltas en 2014. Plena Mente SL, en febrero de ese año. Lateral Mente SL, unos meses más tarde. En junio.
Estas dos empresas que mantuvieron relación directa con la Bankia de Rato forman parte del grupo de las filiales que suministraban importantes ingresos en el entramado societario de Portuondo. Control y Servicios Profesionales (Coseco) y Emocional Mente SL son las otras dos firmas que penden de Marketing Imaginativo. De hecho, Portuondo tenía organizado un sistema para recibir flujo de efectivo de estas cuatro filiales hacia Marketing Imaginativo y Albisa mediante la emisión de informes de diferente índole. La salida de dinero hacia las dos matrices del entramado de Portuondo también se efectuaba mensualmente en concepto de prestación de servicios.
El hallazgo de esta segunda empresa confirma la capacidad de 'infiltración' del presunto testaferro en las decisiones de contratación en el área de marketing y publicidad de Bankia, según las fuentes consultadas. Una sospecha confirmada por las declaraciones que, como testigos, han realizado en las últimas semanas un grupo "numeroso" de empleados de este departamento de la entidad financiera citados por los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. Según fuentes de Bankia, los contratos con estas dos empresas de Portuondo llegaron a ser tan habituales en el periodo de Rato como presidente que los responsables se referían a ellas como "las Mente", en referencia a la coincidencia en la parte final de su denominación. Según estas mismas fuentes, en el banco se sabía que ambas estaban vinculadas a Portuondo, un personaje que era habitual en la 'planta noble' de la sede central de Bankia en su condición de asesor externo de Rato.
En este sentido, fuentes cercanas a las pesquisas insisten a Vozpópuli en que este empresario es algo más que un testaferro, y destacan precisamente esta presencia en los aledaños del despacho del exvicepresdiente del Gobierno. De hecho, en el 'pelotazo' de los contratos publicitarios, fue Portuondo el que supuestamente acudió en su día a Zenith Media y Publicis Comunicaciones España para ofrecerles sus 'servicios' de mediación por los que finalmente cobró una comisión de 2 millones de euros, según han reconocido en la causa los directivos de ambas firmas que han sido imputados. Parte de aquella mordida, en concreto 835.000 euros, fue posteriormente transferida por Portuondo a Kradonara 2001 SL, una mercantil bajo control del que fuera director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) que se ha revelado como clave en todo el escándalo.