El presidente de la Generalitat, Artur Mas, reivindicaba este martes ante el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y la ministra de Fomento, Ana Pastor, la necesidad de completar el Corredor Ferroviario Mediterráneo como infraestructura clave de conexión con Europa no sólo para Cataluña, sino para toda España. En el primer encuentro después de la fallida cita de Moncloa antes de convocar elecciones, el presidente catalán se encargó de recordar cuál es el clima político en la comunidad que preside, enumerando agravios y rechazando los puntos de entendimiento que proponía Rajoy o el Príncipe de Asturias y Girona.
“La línea de AVE entre Barcelona y Figueres (Girona) no es un privilegio, sino un acto de justicia con Cataluña y con el Corredor Mediterráneo”, destacaba el presidente catalán, que aseguraba que pese a ser la región que más contribuye al PIB del país es el territorio que tiene una menor dotación en infraestructura pública. Esto venía a responder las 'insinuaciones que algunos medios hacían sobre el privilegio de Cataluña por tener todas sus capitales unidas por el AVE', algo que llega 20 años después de la inauguración del primer AVE Madrid-Sevilla.
En el acto inaugural, Mas ha celebrado la puesta en marcha de esta infraestructura, que, tal y como ha recordado, responde a una vieja aspiración de Cataluña que se remonta al siglo XIX, cuando arrancó el primer tren de la Península en Mataró (Barcelona). No obstante, Mas ha recalcado que a día de hoy existe "un gran tema pendiente" en materia de infraestructuras, como es el impulso del Corredor Mediterráneo, la gran línea de ferrocarril que ha de unir Andalucía y Cataluña con el resto de Europa.
"Ahí se concentra gran parte de la exportación del conjunto de España, con el liderazgo de Cataluña", ha destacado Mas, quien ha calificado de "fundamental" que en situaciones de recursos escasos como la actual se invierta allí donde la inversión tenga un mayor rendimiento económico y social. "Y eso significa en España el Corredor Mediterráneo", ha remarcado.
El presidente catalán ha querido hacer notar además que la aspiración catalana de conexión con Europa viene dada por la educación europea de la comunidad, pero también por el liderazgo que Cataluña ha ejercido en el sur del continente y por su dimensión.
Es por ello que Mas ha asegurado que la "auténtica" unidad de mercado no hay que buscarla en los mercados tradicionales, sino a nivel europeo. "La auténtica dimensión que nos conviene la tenemos que buscar a escala europea", decía, para lo que es necesario "una gran conectividad con el resto de Europa".
Tensión entre ambos presidentes
Pese a tener un trayecto en tren por delante, y sentados junto al príncipe y la ministra de Fomento, tanto Rajoy como Mas se mostraron más que distantes en este nuevo encuentro entre ambos. Apenas una conversación sobre fútbol o sobre el ejercicio que cada uno hacía para contrarrestar los excesos navideños rompió el silencio del viaje.
También a la hora de saludarse o posicionarse en el acto quedó patente la frialdad de sus relaciones, especialmente clara en los respectivos discursos. Tanto Rajoy como el príncipe intentaron buscar puntos de encuentro, hablaron de aunar fuerzas el primero y de raíles de entedimiento el segundo. Don Felipe utilizó además el catalán para dirigirse a los presentes, mientras que Rajoy no dijo una palabra en esta lengua.
Además, tanto Artur Mas como el alcalde de Girona, ambos de CiU, recordaron más los agravios que los beneficios de esta inauguración. Para el gerundés, es un proyecto que llega muy tarde, y para el líder convergente, se interpreta como una salida hacia Europa, donde pretende basar sus planes de futuro soberanista.