Fuentes de Unió introducen un análisis racional para rechazar la posibilidad de que el presidente de la Generalitat haga coincidir la consulta soberanista y las elecciones autonómicas el 9 de noviembre. “A Convergencia no le interesa ceder la hegemonía a Esquerra y a Esquerra tampoco le interesa ahora gobernar Cataluña en estas condiciones”, aseguran fuentes nacionalistas.
Cataluña necesitaría desarrollar su legislación electoral para anticipar elecciones al 9-N
En el PSOE se hace un análisis que va más allá de lo racional, pues la posibilidad de que Mas hiciera coincidir ambas convocatorias para el 9 de noviembre se considera una provocación, una anomalía que, incluso, sería recurrible al Tribunal Constitucional. En todo caso, para el portavoz parlamentario del Grupo Socialista, Antonio Hernando, “no resuelve el problema de fondo”.
La razón es sencilla: Cataluña no tiene ley Electoral propia y hasta ahora se ha regido siempre por la ley de Régimen Electoral General, que fija 54 días de separación entre la convocatoria y la celebración de los comicios. Así sucedió en las pasadas autonómicas.
Pero podría ocurrir que Mas utilizara la estratagema de utilizar para esta convocatoria el Estatuto de autonomía en frío: establece que entre la convocatoria y la cita con las urnas pueden transcurrir entre 40 y 60 días, pero este precepto no ha tenido todavía ningún desarrollo reglamentario, por lo que sería de difícil aplicación. Solo un decreto urgente podría llenar esta laguna, pero fuentes socialistas lo verían como un disparate, teniendo en cuenta que hablamos de legislación electoral.
La posible coincidencia en el 9-N del referéndum y de las autonómicas es vista también “como una especulación sin fundamento” por parte de Iniciativa per Cataluña, que forma parte del frente soberanista.
El Gobierno podría verse en la tesitura de tener que presentar hasta tres recursos al Constitucional
En todo caso, con Mariano Rajoy camino de China, Artur Mas parece decidido a trasladar el mensaje de que es él quien tiene la iniciativa política en un proceso tan complejo como el que ha originado el pulso soberanista con el Estado. Fuentes nacionalistas recuerdan que nada le gustaría más al presidente de la Generalitat que poner al Estado en apuros, obligando al Gobierno a tener que recurrir al Constitucional tres iniciativas: la ley de Consultas que ya ha sido aprobada por el Parlament, la convocatoria del referéndum y el hipotético llamamiento a unas elecciones anticipadas.