España

El Gobierno neutraliza a todos los países que la Generalitat consideraba comprensivos con la autodeterminación

En su informe sobre la internacionalización del 'procés', la Generalitat destaca que Reino Unido, EEUU y Alemania se mostrarían más receptivos con el derecho de autodeterminación. Sin embargo, el Ejecutivo de Mariano Rajoy ha logrado que precisamente esos países se pronuncien en contra de las aventuras soberanistas de Mas. 

  • Angela Merkel y el presidente Mariano Rajoy.

En un informe redactado por el Consejo Asesor para la Transición Nacional, la Generalitat identifica qué países pueden mostrarse más receptivos a la idea del principio de autodeterminación y qué países no. A juicio de los expertos contratados por el Govern, debido a sus realidades nacionales cuatro Estados grandes se declararían inequívocamente en contra de cualquier tipo de proceso soberanista, a saber, Francia, Italia, China y Rusia. En cambio, en opinión de estos sabios a sueldo de la Generalitat, Reino Unido, Estados Unidos y Alemania adoptarían una postura mucho más comprensiva con el 'procés constituent'. 

Sin embargo, uno por uno, el Gobierno de Mariano Rajoy ha conseguido que todos ellos se pronuncien abiertamente en contra de quebrantar la unidad de España. Primero Merkel, luego Cameron y, finalmente, Obama han dejado meridianamente claro que no aceptarían una declaración unilateral de independencia. Por más que el president Artur Mas evite la cuestión, el aislamiento internacional de los soberanistas catalanes es más evidente que nunca. Ningún país con un peso específico en la comunidad internacional respaldaría las pretensiones de Junts pel Sí.

China, Rusia, Francia e Italia no serían receptivos al proceso soberanista catalán, admiten los propios expertos del Consejo Asesor para la Transición Nacional formado por la Generalitat

Respecto a Reino Unido, el documento menciona la historia de Irlanda y Escocia para justificar que los británicos cuentan con "una fuerte tradición liberal en esta cuestión". Es más, destacan que "esta tradición de tolerancia se ha extendido entre los exdominios británicos". Sin embargo, la realidad no se ha podido manifestar más distinta del diagnóstico del Consell Assessor. A pesar de que los nacionalistas catalanes siempre se agarran al argumento de que Europa nunca les dejaría fuera de la Unión, el premier británico cerró el paso a una Cataluña independiente dentro de la UE: “Si una parte de un Estado declara la escisión de ese Estado, ya no forma parte de la UE y tiene que empezar a hacer cola detrás de otros países candidatos que solicitan su entrada en la UE”, explicó Cameron en una rueda de prensa mano a mano con el presidente Rajoy tras un largo periodo de intensa colaboración por los paralelismos existentes entre Escocia y Cataluña.

En lo tocante a EEUU, basándose en la doctrina del expresidente Bush, el Consell Assessor sostiene que los americanos vinculan la "difusión de la democracia (y, por tanto, de la autodeterminación de manera implícita) con la pacificación definitiva del sistema internacional". Si bien los quince expertos admiten que hay que tener cuidado con que se transmita una idea un tanto relajada y poco justificada del principio de autodeterminación: "Un reconocimiento laxo del derecho de autodeterminación podría servir de detonante a situaciones de por sí explosivas e incrementaría las obligaciones internacionales de unos Estados Unidos cada vez menos interesados en intervenir internacionalmente". Pese a que Obama declinó hace ya tiempo hablar sobre lo que era un problema interno, esta vez el mandatario estadounidense no esquivó la cuestión y apostó por una España "unida y fuerte", en otro varapalo soberano al aventurismo de Artur Mas.

Y el país al que el análisis de la Generalitat dedica más espacio es Alemania. Algo que no es de extrañar, dado el poderoso mando que ha exhibido durante la crisis soberana. En un nuevo ejercicio de fantasía, los asesores del gabinete de Artur Mas explican que los germanos consideran el derecho de autodeterminación como "un principio razonable del derecho internacional", aunque advierten de que los tudescos pueden albergar ciertas resistencias hacia las demandas catalanas debido a la memoria nazi y el proyecto europeo. Sobre el primer punto, los sabios aconsejan en que se ha de insistir en el carácter pacifista del 'procés'. Y en cuanto al segundo, esgrimen que la exclusión de Cataluña de Europa crearía inestabilidad en la UE y en la propia España. Y es justo en este punto en el que conceden que hay un "riesgo de corralito", por lo que en su opinión habría que denunciar la estrategia de boicot de los españoles e indicar que perjudicaría más a España porque "sus fundamentos económicos son peores". Así que se recomienda que se busque a las instituciones europeas como mediadoras en las negociaciones secesionistas.

Los independentistas catalanes han subestimado las buenas relaciones que tiene el Gobierno de Rajoy con el Ejecutivo de Berlín, fruto de una larga e intensa crisis soberana

No obstante, la propia Merkel también ha desmontado los castillos en el aire de los soberanistas al afirmar que había que respetar la integridad de los Estados en la línea de los Tratados de la UE. Ahí los independentistas subestimaban como el roce hace el cariño. Durante la crisis soberana, los contactos entre los mandatarios teutones y los hispanos han sido constantes. Y tras unos comienzos bastante accidentados, ahora los españoles son los alumnos ejemplares de la reformas que Berlín quiere que se apliquen en toda Europa, sobre todo en Italia y Francia. Por no hablar de que tampoco parece el momento de tirar todo por la borda justo cuando la economía europea vislumbra la luz. De modo que Cataluña lo tiene bastante difícil para que prospere cualquier intento de internacionalización del proceso independentista. Ni siquiera allá donde esperaba un recibimiento más comprensivo.

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