CiU no disimula que lo que persigue, en realidad, es un Concierto Económico similar al que disfrutan el País Vasco y Navarra. Se basa en un sistema muy ventajoso para ambas comunidades por el que recaudan todos los impuestos y después devuelven al Estado el llamado cupo, es decir la contribución derivada de sufragar las competencias que el Gobierno central ejerce en estas comunidades autónomas.
Los nacionalistas catalanes han preferido llamarlo pacto fiscal para no levantar mayores susceptibilidades, pero el contenido es muy similar y están intentando atraer al consenso al resto de las fuerzas políticas catalanas. Todas han entrado en la negociación, pero CiU sospecha que, al final, el PP se va a descolgar de ella porque es el partido que gobierna en toda España y no puede defender principios contrarios a los que propugna el Ministerio de Hacienda que dirige Cristóbal Montoro.
El posible adelanto electoral en Cataluña coincidiría con el paso del Ecuador de la legislatura autonómica
Fuentes nacionalistas informan que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, maneja dos posibles escenarios. El primero, improbable, pasa porque todas las fuerzas políticas defiendan en Madrid el mismo pacto fiscal. El segundo aboca a un anticipo de las elecciones generales al otoño con esta potente bandera. CiU está convencida de que con ella está en condiciones de conseguir la mayoría absoluta en Cataluña, logro que le permitiría gobernar en la Generalidad sin las ataduras que viene soportando desde noviembre de 2010.
El principal perjudicado por este adelanto electoral sería Mariano Rajoy, pues el presidente pensaba hasta hace pocos meses que podría disfrutar de un ciclo electoral más tranquilo y ahora tiene ante sí el riesgo de que se adelanten las elecciones vascas, las gallegas y, posiblemente, las catalanas.