El secesionismo redobla su presión sobre Sánchez. Después de que Puigdemont haya reclamado que el presidente del Gobierno se someta a una cuestión de confianza por haber incumplido "sistemáticamente" los acuerdos suscritos en la investidura de éste último —"No es de fíar", ha resumido—, la Assemblea Nacional Catalana (ANC) ha instado a Junts y ERC a romper definitivamente sus pactos con el Ejecutivo central. Y es que para la entidad presidida por el cantautor Lluis Llach, ésta sería la única forma de que ambas formaciones representase una "oposición creíble" en la cámara catalana al Govern de Illa —al que Llach emparenta con la "represión" del 155 y al que ha llegado a calificar de "fascista"—.
Así, la ANC aboga por la "confrontación simultánea de los dos gobiernos", en alusión al liderado por Illa en Cataluña y al encabezado por Sánchez en Madrid. Asimismo, el 'lobby' secesionista apuesta por retomar la vía unilateral, convirtiéndola en la "estrategia central" de las formaciones separatistas. Para ello, el activismo del movimiento debe volcarse en una "desobediencia civil" capaz de "paralizar el país" mientras los políticos se dedican a la creación de "estructuras de país". "Esta es la única respuesta a la actitud totalitaria de España", mantiene el colectivo.
Estas directrices constan en la hoja de ruta propuesta por el secretariado nacional de la ANC y que deberá someterse a votación de sus miembros en la asamblea que tendrá lugar entre el 15 y el 19 de enero. La apuesta de la ANC por la unilateralidad no representa sorpresa alguna, pues en los últimos meses ha venido insistiendo en esa receta para que los "votantes independentistas" no caigan en el desánimo y acaben abrazando "opciones populistas".