Terremoto en ERC. A medida que se acerca el pacto con Salvador Illa para la investidura y en plena crisis por el escándalo de los carteles contra Pasqual Maragall y Ernest Maragall, donde se señalaba de forma despectiva el alzheimer del primero, este jueves han boicoteado la sede de ERC. Una quincena de CDR han irrumpido en la sede republicana mostrando su descontento para exigir que no invistan a Illa. "Un pacto con el PSC de hoy es una traición al país", han añadido posteriormente.
CONTRA LA INVESTIDURA D'ILLA
— CDR Catalunya #RevoltaPopular ? (@CDRCatOficial) July 18, 2024
Ara mateix CDR bloqueja l'entrada de la seu d'ERC pic.twitter.com/Df5AwTqQ7A
Escándalos de los carteles
Mientras, Marta Rovira sigue manteniendo a flote el partido en medio de la crisis interna tras el varapalo electoral. Las costuras internas mantienen la presión mientras ya se escenifican públicamente las rivalidades entre las mismas filas. Este miércoles el partido decidió presentar una demanda contra el ex director de comunicación del partido, Tolo Moya, por la filtración de los audios de una reunión en febrero para abordar el caso de los carteles. El partido le atribuía la "filtración de información confidencial de forma sesgada a los medios de comunicación".
Fuentes de ERC afirman que los audios que este miércoles ha hecho públicos Rac 1 son de una reunión privada, grabada y filtrada por Moya sin avisar. Y añadían que el encuentro de la cúpula de comunicación del 8 de febrero era para afrontar "el error" de los carteles. ERC también ha cesado a Moya del cargo de asesor en la Diputación de Barcelona por "revelación de información confidencial" y pérdida de confianza. Moya, por su parte, ha publicado una carta donde defendía su honorabilidad y ejemplificaba la 'caza de brujas' interna que se está desarrollando en el partido a la vez que argumentaba que iba a llegar hasta el final por la vía legal para que no se le hiciera responsable de algo que no le compete.
Sin embargo Moya no es el único señalado. En las grabaciones aparecen las voces del vicesecretario general de comunicación republicano, Oriol Duran; el entonces viceconsejero de estrategia y comunicación del Govern, Sergi Sabrià y el gerente y vicesecretario de finanzas, Jordi Roig , y el propio Moia. Duran y Sabrià fueron los que llevaron la campaña del presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, en las elecciones catalanas y están vinculados a la cúpula directiva. En la reunión, que data del 8 de febrero de 2024, casi un año después de la acción, muestran cómo planificaban gestionar el momento en que la información pasara a la esfera pública después de conocer que un informe de los Mossos d'Esquadra señalaba directamente el partido.
Tensión entre la militancia
Ante esta polémica, el partido navega en distintos niveles para mantener la cabeza alta en los frentes políticos que le toca manejar a pesar de la ausencia de consenso interno después del varapalo de las elecciones catalanas. Tanto Marta Rovira como Oriol Junqueras han pasado de puntillas de la polémica de los carteles para no enfangar más el terreno, si bien han sido señalados directamente.
De hecho Moya implicó a la secretaria general del partido en el escándalo de los carteles, algo que le ha valido el cese. Marta Rovira es la encargada de capitanear las reuniones de alto nivel con el PSC en medio del deshecho de ERC hasta su congreso extraordinario en noviembre. La dirigente republicana sigue pidiendo un acuerdo de máximos a Salvador Illa para investirle presidente, algo que pasa por un pacto para la financiación singular, el traspaso de rodalies y el blindaje del catalán en las aulas, que ya está sobre la mesa de negociación.
Junqueras busca credibilidad
Por su parte, Junqueras sigue buscando adeptos que le permitan revalidar su liderazgo en la presidencia del partido. Así, mientras gran parte de la militancia sigue exigiendo que los líderes actuales den un paso atrás, y más con el escándalo interno de los carteles, Junqueras ha visto una oportunidad para hablar de transparencia y honorabilidad. "Estos dias hemos vivido de manera vergonzosa eso que la investigación periodística ha destapado: una presunta conspiración interna en nuestro partido para hacer campañas de desprestigio deprorables", expresaba en una columna de opinión en La Vanguardia.
En tono cercano y analítico, Junqueras hace una reflexión sobre la labor de la comunicación política y, si bien defiende que Rovira no estaba enterada del escándalo de los carteles, a la vez que se erige en la opinión como garante de la transparencia. "Cualquier dimisión o expediente vía exprés no puede sustituir el conocimiento de la verdad para todos nosotros, y por la militancia que sostiene ERC", expresaba. No solo firmaba el la columna sino que lo hacía con cinco militantes más del partido a modo de equipo interno que busca la "salud democrática" y la "confianza". Junqueras sigue buscando enteros.
DANIROCIO
Estos Eran Los Del Partido Unidos Y Ni Un Paso Atras,bueno En Cuanto Tocan La Posibilidad De Perder Todo Se Tiran Al Deguello Entre Ellos,me Acuerdo De La Rovira Que Se Le Caia La Baba Hablando Del Junqueras Diciendo Cosas Como Si Fuera Dios Bueno Lo De Siempre Nos Siguen Tomando El Pelo Y Ellos A Vivir A Costa De Los Ciudadanos Inventandose Gilipolleces Que Les Son Rentables