Cataluña

Cataluña acude a las urnas con la amenaza de Puigdemont a la legislatura si no gobierna

Arranca una jornada decisiva para la política nacional con unos comicios que se han convertido en un 'cara a cara' entre el candidato socialista, Salvador Illa, y el candidato de Junts+ y expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont

  • Centro electoral en Barcelona este 12-M -

Arranca la cuenta atrás decisiva para la continuidad de la legislatura de Pedro Sánchez. Cataluña acude a las urnas este domingo con los colegios electorales a punto y novedades tecnológicas: en estas elecciones los centros electorales contarán con tableta para "agilizar" el envío de datos del escrutinio del 12-M a 4.108 representantes de cada centro electoral. Como es lo común, los 2.695 colegios han abierto a las nueve de la mañana para recibir a los 5.754.931 catalanes que están llamados a votar y permanecerán abiertos hasta las ocho de la tarde.

Por su parte, el despliegue de seguridad se ha compuesto de 4.300 agentes de los Mossos y 3.000 de las policías locales. Máxima expectación pues al avance de la jornada electoral y las encuestas a pie de urna que vayan despejando las dudas sobre dónde se concentra el voto en unos comicios que se han convertido en un 'cara a cara' entre el candidato socialista, Salvador Illa, y el candidato de Junts+ y expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont.

El PSC espera relanzar la legislatura de Sánchez

Los socialistas esperan lanzar un mensaje de éxito de la legislatura a través de la victoria amplia que le auguran los sondeos a su candidato socialista. Sin embargo toda prudencia es poca y Pedro Sánchez se ha volcado en la recta final de campaña para pedir un apoyo masivo a Salvador Illa para abrir la nueva etapa en Cataluña y no caer en un "bloqueo" independentista. El PSC espera volver a tener el apoyo del más del millón de votantes que les apoyaron en las elecciones generales de julio, gracias a los cuales Pedro Sánchez tuvo la suficiente representación para ser investido aunque, eso sí, a costa de los deseos independentistas. Ahora el partido se juega igual pero acotado a la pista catalana.

Salvador Illa va a necesitar algo mucho más que una simple victoria para conformar un hipotético gobierno con ERC que haría de partido bisagra y los comunes de Jessica Albiach. Un tripartito progresista es la opción más razonable teniendo en cuenta la hoja de ruta de los socialistas con su discurso de volver a los "problemas reales" y a la "política útil" que vuelva a poner en valor los servicios públicos de Cataluña para revertir de una vez los nefastos resultados en Educación, la sequía, el problema de acceso a la vivienda (estandarte en la campaña de los 'morados') y el replanteamiento de la financiación dentro del Estatut. ERC, sin embargo, no zanjará su exigencia del referéndum bajo ninguna premisa. Un gobierno socialista en Cataluña sigue siendo un caramelo envenenado para Pedro Sánchez.

Carles Puigdemont espera ser investido con la abstención del PSC

Carles Puigdemont y Junts están crecidos con la aprobación inminente de la amnistía y ya han amenazado a Sánchez con echar por tierra su legislatura en el Congreso, donde los 'posconvergentes' tienen 7 escaños, si no se le inviste presiente de la Generalitat. Esperan para ello la abstención del PSC. Porque Carles Puigdemont no tiene alternativa o, mejor dicho, no la ha querido. Este es su único plan. Retornar para volver a liderar el Ejecutivo catalán y culminar la independencia, no se presentará a las europeas de junio por tener esa única vía y fijación, por la que lleva esperando y soñando desde que huyó de Cataluña tras el 1-O. Está absolutamente convencido que después de los comicios de este domingo se abrirá una nueva etapa histórica hacia la independencia de Cataluña.

Se abren así los colegios electorales pero se abren también 24 horas de contener el aliento. Donde se decidirá no solo la nueva representación parlamentaria de la cámara catalana, sino el nuevo modelo político en Cataluña, con una repercusión directa en la política nacional tras la intermediación de Sánchez para el retorno de Puigdemont. Se abre un escenario incierto de pactos electorales, bajo la premisa de la fría relación de la suma independentista entre ERC y Junts (que Puigdemont espera retejer) por el pulso reñido entre ambas formaciones desde que los republicanos se quedaron solos en el Ejecutivo catalán en 2022. Se añade también el rol que puede tener el partido ultracatalanista xenófobo Aliança Catalana y el papel que jugará el PP de Alejandro Fernández en las conversaciones sobre la hipotética investidura de Salvador Illa. Se abren los colegios, se echan los dados.

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