La Mesa para la Emergencia Climática, impulsada por el Ayuntamiento de Barcelona, ha presentado una batería de diez medidas para tratar de frenar la contaminación en la Ciudad Condal. Al contrario que Madrid Central, el Ayuntamiento de Barcelona propone el pago de una tasa para circular por la ciudad, al estilo de la City de Londres, para disuadir a los conductores.
Para este plan, conformado por diez medidas, este organismo ha propuesto un carril bus en la calle Aragón, eliminando así el acceso a conductores privados a excepción del taxi, y eliminar directamente un carril en la calle Mallorca. Estas dos vías son dos de las principales arterias para acceder y salir del centro de Barcelona sin tener que usar la Gran Vía, la calle principal junto a la Diagonal.
Colau había desechado la idea del pago por circular por Barcelona el pasado año, pero ahora se pone encima de la mesa. La mesa ha propuesto el pago de "un peaje urbano" para circular por el centro de Barcelona, una restricción más que se suma a la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), en la que se prohíbe a distintos vehículos circular por la zona delimitada con señales. Asimismo, impondrá bonificaciones para el reciclaje.
Según los cálculos de esta mesa, el corte de carriles y añadir un carril bus a Aragón forzará a 6.000 vehículos diarios a tomar vías alternativas. Actualmente, la calle Mallorca está en obras entre Meridiana y Diagonal, sin que se haya concretado cómo se acometerá la eliminación de uno de los tres carriles que conforman esta vía.
Por otro lado, se crearán las polémicas Super-islas, como la San Antonio y Horta, y habrá también más zonas peatonales por Sant Gervasi y el Eixample.
Otras medidas
Según la teniente de alcalde de Ecología y Movilidad, Janet Sanz, se trata de medidas "fáciles de implementar", ya que no tienen por qué pasar por el pleno municipal. Todo ello en paralelo al plan de Acción 2020, un proyecto encaminado a reducir la contaminación y que entrará en vigor el próximo 1 de enero.
Con las restricciones añadidas a la Zona de Baja Emisión, en Barcelona no podrán circular cerca de 125.000 vehículos al tener una antigüedad muy elevada o son muy contaminantes.
El objetivo del Ayuntamiento es reducir las emisiones en 210.000 toneladas equivalentes de CO2 en 2020, un descenso del 6% respecto a los niveles actuales, de la que la mayoría saldrá de las restricciones de estas zonas.