El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha superado la primera prueba a sus presupuestos. Este martes han contado con el voto favorable de ERC y los comunes, y con el voto en contra de PP, Vox y Trias per Barcelona. Le ha bastado una mayoría simple en la comisión extraordinaria de economía y ahora las cuentas públicas de la ciudad se debatirán en el plenario de marzo. El teniente alcalde de Economía, Jordi Valls, ha defendido ante los grupos estos presupuestos, que han sido pactados con ERC. La propuesta del socialista llega hasta los 3.807 millones y una inversión prevista de 944 millones, de los cuales 777,6 son del Consistorio. En el pacto con ERC, el acuerdo prevé una mayor inversión en el eje del Besós, la creación de una oficina del Catalán, una T-Cultural y pacificar calles como Balmes.
Sin embargo, las cuentas no han estado exentas de críticas, sobre todo en lo que se refiere a sus medidas de seguridad y vivienda. La oposición han echado en cara al alcalde que solo plantee una inversión para que haya 125 agentes más para Barcelona y que hace falta invertir 10 millones más en cuarteles, cuando actualmente el presupuesto se ha fijado en 12. Este dato llega además cuando ayer el Consistorio comunicó tras la reunión de la Junta de Seguridad local que los delitos en Barcelona habían crecido un 8,6% respecto a 2022. Las denuncias por agresión sexual han aumentado un 24,5% en 2023, un 21,2% los delitos por violencia de género y un 14,9% los de violencia doméstica. En cuanto a los robos, que son la mitad de los delitos en barcelona, se han incrementado un 6,5%. Las estafas han repuntado un 35% y las detenciones a ladrones multireincidentes un 30%. En este sentido, la actividad policial se ha incrementado, provocando un 23% de arrestos y un aumento del 11,4% los investigados.
Criticas por la línea Colau de las cuentas
En este sentido y con los datos en la mano la concejal del PP, Ángeles Esteller Ruedas, ha recriminado al equipo de Collboni que hay una gran alarma en la ciudad y que las medidas deberían ser, como mínimo, la implantación de 270 agentes de la Guardia Urbana. Esteller también ha denunciado la líinea continuista de Ada Colau en estas nuevas cuentas con la apuesta por las superillas, la remodelación de la Vía Laietana, la reurbanización de la Ronda Sant Antoni y un "urbanismo contrario al modelo que la ciudad necesita y que incrementa el intervencionismo".
Por su parte, Trias Per Barcelona, que tiene más concejales en el plano municipal que Collboni con 11 escaños han puesto en valor su coparticipación con el alcalde con otras medidas y el proceso de negociación con Valls, pero han votado en contra de unos presupuestos que son expansivos pero no contemplan las consecuencias negativas. El concejal Ramón Tremosa ha dicho que no favorece a las clases medias y que propusieron bajar la presión fiscal de los ciudadanos con la disminución del IBI, algo que se ha rechazado. "No aporta valor añadido a los presupuestos que rechazamos hace 5 meses", ha dicho, y ha criticado que se siguen sin superar los errores del gobierno Colau-Collboni con propuestas para la vivienda ineficaces como la promoción del 30% para pisos sociales que apenas ha tenido frutos por la reacción del sector.
Por su parte, el líder del PP ha declarado que “nosotros hemos tendido nuestra mano para que Barcelona tenga unos presupuestos sensatos, que sitúen de nuevo a Barcelona en el lugar que le corresponde, pero hoy Collboni ha puesto 3.800 millones de euros en las manos de los protagonistas del procès, de los que destrozaron Cataluña y Barcelona”. Ha apuntado que “ustedes recordarán que a Trias no le sirvió el acuerdo con ERC, quizá a Collboni tampoco le sirva”. Finalmente, Dani Sirera ha destacado que “el PP ha ofrecido responsabilidad. Y Collboni nos ha dado procés. Pero con esta decisión Collboni no nos traiciona a nosotros, sino a sus votantes y a la ciudad de Barcelona”.