Leroy Merlin ha descartado Barcelona para instalar su gran hub logístico en el sur de Europa. El obstáculo no se encuentra en la inestabilidad política sino en la falta de suelo en la primera corona de Barcelona, la situada en la zona portuaria y aeroportuaria, muy codiciada por fondos de inversión.
La teoría señala que los grandes hubs deberían estar entre la tercera y la segunda corona de Barcelona, es decir, entre 20 y 40 kilómetros de la Ciudad Condal, donde hay suelo en abundancia y a un precio sensiblemente inferior. La realidad es que las grandes empresas ansían instalarse en la primera zona, pese a que se trata de centros de abastecimiento para toda España, Portugal y otras partes del Sur de Europa.
Leroy Merlin ha decidido desechar la opción de Barcelona, según han confirmado fuentes de la empresa a Vozpópuli, pero aún no se han dado los motivos concretos de esta elección. Preguntados sobre los motivos que han llevado a instalar el hub de Leroy Merlin a Marsella, tal y como ha adelantado Expansión, la empresa ha declinado realizar comentarios. "Nuestra política sobre decisiones empresariales es no comentarlas. No tenemos nada que decir", han señalado.
Se paralizan inversiones ante la falta de suelo industrial
"Leroy Merlin llevaba tiempo buscando grandes solares en Barcelona", ha indicado el director del Departamento de Forcadell, Gerard Plana, a preguntas de Vozpópuli.
En estos momentos, según ha confirmado Plana, "no existe opción prime" en la Ciudad Condal para albergar grandes hubs ni centros logísticos. Todo pasa por la decisión de Aena, propietaria de grandes terrenos que el mercado lleva tiempo esperando que salgan a la venta, aunque sin un calendario prefijado aún por el gestor aeroportuario.
Se trata de 300.000 metros cuadrados de suelo virgen, muy codiciados por fondos de inversión, que esperan esta oportunidad para poder invertir. El gestor ha negado que se vaya a vender alguno de estos terrenos, aunque sí están valorando la concesión a empresas logísticas, un motivo por el que se ha frenado la inversión en las coronas más alejadas de Barcelona.
Esta primera corona de Barcelona se ha visto también delimitada por el plan Ter-Llobregat, que ha paralizado por completo cualquier inversión, a excepción de un proyecto en Gavá, a unos 20 km de Barcelona. "Para los próximos 25 años no hay nada programado", ha señalado Plana, para quien la alternativa es el derribo de naves ya existentes y el levantamiento de obras nuevas, pero "nadie vende".
La primera corona es la única apuesta por parte de los inversores, que no quieren desplazarse a unas decenas de kilómetros del puerto o del aeropuerto. Existen grandes superficies de suelo en Granollers, a más de 30 kilómetros de Barcelona, pero las grandes empresas y fondos de inversión lo tienen totalmente descartado, pese a que los precios en estas áreas son de unos 4 euros por metro cuadrado, frente a los 7 que se pagan en la primera corona de Barcelona.
En la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) del Puerto de Barcelona no hay tampoco metros disponibles. Todo tiene el cartel de completo y por tanto solo podrán venir empresas si una de las ya instaladas se retira. Tal y como han señalado fuentes del propio Consorci a este medio, no quedan metros disponibles para grandes empresas, sí para pequeñas entidades de logística, con superficies de unos 2.000 metros cuadrados, muy insuficiente para los mínimos 40.000 metros que buscan las grandes empresas y fondos.
El poder de atracción de Barcelona, al alza
En el Consorci ponen en valor la gran conexión que ofrece ZAL, muy cerca del puerto y aeropuerto, y muy bien conectados por carreteras. En el mismo sentido se ha pronunciado Plana. "Barcelona tiene un gran poder de atracción", ha apuntado.
Los datos reflejan esta gran marcha del sector en el primer trimestre del año. La primera corona ha recogido las grandes operaciones, con 120.900 metros cuadrados, seguida de la segunda corona, pero muy alejada, con 87.662. En la tercera se han contratado 16.200.
Las superficies disponibles, entre los 15.000 y 30.000 metros cuadrados, "están costando más de lo previsto y las propiedades plantean dividir las naves en espacios más reducidos ya que la gran demanda se sitúa entre 5.000-10.000 m2", según el resumen ejecutivo de Forcadell.