La crisis interna desatada en Esquerra Republicana a cuenta de la estructura B y el liderazgo del partido ofrece cada día un nuevo capítulo. Este miércoles, la expresidenta del Parlament y de la ANC, Carme Forcadell, ha negado en 'TV3' la existencia de un equipo en la sombra dedicado a la guerra sucia, cuyos casos más polémicos han sido los carteles 'fake' contra Ernest Maragall que aseguraban que padecía alzheimer o el monigote que representaba a Junqueras colgado de un puente cercano a su casa. A su jucio, no hay "ninguna estructura B" sino contratos para una "campaña paralela", y ha destacado que "había muchas personas que de todo aquello no sabían nada", entre las que se ha incluido.
En lo referente a la disputa por el liderazgo de la formación, que enfrenta a 'roviristas' y 'junqueristas', Forcadell ha desvelado que rechazó formar parte de una candidatura para la dirección de ERC con vistas al congreso del 30 de noviembre. "En política se tiene que ser coherente, y ya dije que todo los que estábamos en 2017 tenemos que dar un paso al lado", ha argumentado. De ello se deduce que no respalda la candidatura de Oriol Junqueras, que, como es sabido, fue uno de los protagonistas del envite separatista.
Así, Forcadell, en sintonía con las reivindicaciones de la candidatura 'rovirista', ha juzgado urgente una renovación de los rostros más visibles de ERC para revertir sus últimas derrotas electorales. "La gente no confía en nosotros y nos han enviado al rincón de pensar, por lo que tiene que haber un cambio", ha aseverado. En cualquier caso, Forcadell ha matizado que la "desafección, desorientación y desilusión" en el movimiento secesionista se explica por diversas razones, pero que la principal es la "represión española".