En los últimos días, el sector 'junquerista' y el 'rovirista' han seguido despellejándose ante la opinión pública. Aunque éste último se presente como una apuesta por "rostros nuevos", su refriega con los partidarios de Junqueras, lanzándose reproches por hechos acaecidos hace años, no ayuda a visualizarlo como un proyecto desligado del pasado. Sin olvidar que sus candidatos más conocidos están vinculados a las antiguas estructuras. Unas circunstancias que están siendo capitalizadas por las candidaturas del sector crítico -Foc Nou y Recuperem ERC-, en liza por presentarse a los militantes que votarán el congreso de noviembre como la de mayor pureza secesionista.
Y, ciertamente, ambas destacan por su extremismo ideológico. En lo referente a Foc Nou, que propone como presidenta a la exportavoz en Cerdanyola Helena Solà y como secretario general al exdiputado Alfred Bosch, se reclama sin ambages como un "movimiento de liberación nacional" decidido a superar la "paralisis antirrepresiva". Para ello, han nutrido sus filas de "activistas" antifascistas dispuestos a "plantar cara al españolismo y a la derecha allá donde sea necesario" ¿Su hoja de ruta? Romper con la "subordinación al PSOE" y apostar por la celebración de un referéndum separatista "sin renunciar a la unilateralidad".
Mientras, Recuperem ERC, nacido del colectivo crítico Primero de Octubre y con el economista Xavier Martínez Gil al frente, discurre por unos parámetros muy similares, abogando por refundar un frente separatista que recupere el "espíritu de 2017" -esto es, el choque contra el Estado-. En consecuencia, reniegan del secesionismo gradualista adoptado por la actual dirección republicana tras sus pactos con el socialismo -que llaman a disolver, tanto en el Congreso como en el Parlament-.
Dadas estas concomitancias, ambas candidaturas están tratando de dejar en evidencia a la otra por su presunta falta de arrojo nacionalista. Por ejemplo, Solà, la aspirante de Foc Nou, proponía el viernes pasado en una entrevista en 'Ara' romper ataduras con Salvador Illa a través de una "consulta vinculante" que se celebre como mucho antes de un año. La proposición no tardó en ser rebasada por Recuperem ERC, cuyo líder publicó en X un día después: "Nosotros no esperaremos un año para ver qué hace Illa. Si gana nuestra candidatura, romperemos el pacto al día siguiente".
Una pugna que volvió a librarse esta semana. Foc Nou registró oficialmente su candidatura el lunes pasado jactándose de incorporar en su lista "cero miembros de la actual Ejecutiva". A este respecto, recordaron que las plataformas oficialistas, Nova Esquerra y Militancia Decidim, se conforman con dos tercios de la dirección actual. Y es que, tal y como defendió Bosch en un artículo en 'El Món' ese mismo día, "lo primero es desechar la madera mojada y encender un fuego nuevo ['foc nou', en catalán]". De su parte, Recuperem ERC fue más lejos y aseguró en su presentación que es la única "candidatura formada cien por cien por militantes de base que nunca han ejercido responsabilidades políticas en el partido ni en el gobierno".
En cualquier caso, Recuperem ERC sobrepasa a Foc Nou en un aspecto clave para una formación extremista: la visión conspirativa de la realidad. La semana pasada, sin ir más lejos, acusaron a Foc Nou en redes sociales de haber fraguado un plan secreto para pactar con Junqueras después del congreso. Y lo hicieron sin aportar una sola prueba. Y días más tarde, al ver su cuenta en X suspendida por infringir las normas comunitarias, reaccionaron así: "Es evidente que somos objeto de malas prácticas de la vieja política. ¿A quién molestamos?"