Cataluña

Pedro Sánchez en un mundo paralelo

El gobierno de Pedro Sánchez vive en un mundo paralelo con respecto al independentismo. Consideran que dándoles prebendas conseguirán la normalidad en Cataluña. Y se equivoca. Esto hubiera podido ocurrir

  • Cataluña se ha hecho fuerte y no admite amenazas

El gobierno de Pedro Sánchez vive en un mundo paralelo con respecto al independentismo. Consideran que dándoles prebendas conseguirán la normalidad en Cataluña. Y se equivoca. Esto hubiera podido ocurrir hace tiempo, cuando estaba al frente de la Generalitat Artur Mas. En el momento de saltar tomaron las riendas de la política catalana las CUP y el sector más exaltado. Digamos Puigdemont y ahora Torra.

La última del gobierno de Sánchez es ofrecer presencia internacional a la Generalitat a través de una euroregión. La propuesta le puede parecer muy ingeniosa a Sánchez, pero no a Torra. En su ideología primaria la presencia de la Generalitat en Europa no pasa por España. Al contrario, pasa por una Cataluña independiente, dueña de sus actos y sin ir de la mano de otro país.

Esto es lo que no entiende Sánchez. Los actuales dirigentes catalanes, en su mayoría, están ahí para conseguir una independencia que nunca ha existido. Cataluña siempre ha formado parte de España y son los actuales mandatarios los que han tergiversado la realidad. Es más, han pagado a ciertos pseudo-historiadores para que la cambien. Inventándose historias increíbles, escudos heráldicos, documentos y demás argucias para concluir que los ocurrido en 1714 fue una lucha de España para reconquistar Cataluña.

Cataluña lleva ocho años estancada en un día de la marmota continuo"

Y en esas estamos. Ni avanzamos ni damos marcha atrás. Cataluña lleva ocho años estancada en un día de la marmota continuo. El gobierno de Rajoy no supo leer los discursos de Mas. Este, por su parte, estiró tanto de la cuerda que acabó rompiéndose. El cambio de actores provocó más tensión y más radicalización. De ahí el 155 y una mala lectura vinculada a unas nuevas elecciones. Se aplicó un 155 para continuar igual o peor.

Para lo único que sirvió el 155 es para que los políticos catalanes reaccionaran y se dieran cuenta que no se podían saltar la ley. Esta reprimenda ya ha caducado. Tardà le advirtió a Sánchez que les estaba llevando a saltarse de nuevo las leyes. Y lo harán. Están ahí para esto. Tardà no, pero siempre habrá un ingenuo que pagará con la cárcel. Mientras tanto seguimos en la casilla de salida.

Cataluña está en bancarrota y paralizada. El tripartito la dejó arruinada económicamente y los actuales dirigentes no han puesto en marcha las medidas económicas necesarias para salir de ahí. Si Cataluña funciona, aunque sea con mínimos, es gracias al FLA. Políticamente tenemos un Parlament que en el último año, este de 2018, no ha aprobado ninguna ley. Se gastan miles de euros en propaganda separatista y hay problemas en la Sanidad, en la Educación, en el día a día.

Ni PP ni PSOE han sabido leer el problema catalán"

Pero todo esto a los políticos del procés no les importa. Es la cuota que debe pagar la gente para conseguir la independencia. Y, mientras tanto, el mago Sánchez va sacando propuestas de la chistera incongruentes y carentes de sentido. Ni PP ni PSOE han sabido leer el problema catalán.

Mientras todo continúe igual -unos a la suya y los otros no mucho mejor- no saldremos de la casilla de salida. Unos no saben como dar marcha atrás con los del procés y los otros desconocen como dar con la solución. Ya no es una cuestión de diálogo. Es de explicar la realidad a la ciudadanía y que muchos dejen de vivir del procés. Porque esa es otra, hay mucho vividor que cobra mensualmente de él. Si se termina con el procés muchos se quedaran sin trabajo, pero volverá la paz y la tranquilidad a Cataluña. El problema es haberse acostumbrado a vivir de él, sabiendo que nunca conseguirán nada positivo. Pero, como dijo Góngora: “ande yo caliente y ríase la gente”. Mientras haya esta mentalidad en Cataluña no hay nada que hacer.

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