Dos presos del Centro Penitenciario de Ponent, en Lérida, han hecho un agujero para poder matarse, según ha podido saber Vozpópuli en exclusiva. De acuerdo con las fuentes, los internos mantenían disputas desde hace tiempo. Los funcionarios de la prisión han evitado que la situación fuese a mayores.
En la pelea, los funcionarios entran rápidamente y uno de ellos los agrede con el soporte del radiador a modo de pincho. Por suerte los trabajadores solo sufren alguna que otra contusión, según informan a Vozpópuli fuentes penitenciarias. Este tipo de incidentes suelen ser habituales en los departamentos de régimen cerrado, según las fuentes consultadas, aunque evitan que salgan a la luz.
La situación que se está viviendo últimamente en las cárceles catalanas es de máxima tensión. El asesinato de una cocinera a manos de un recluso en la cárcel Mas d'Enric de El Catllar (Tarragona), desembocó en una oleada de protestas por parte de los funcionarios de prisiones los días siguientes. Se efectuaron bloqueos en los accesos a las cárceles y se celebraron concentraciones ante el Palau de la Generalitat y el Parlament.
Las protestas consiguieron que los sindicatos de prisiones enviaran a responsables del Departamento de Justicia a una reunión, celebrada el pasado 2 de abril, para abordar la mejora de las condiciones laborales. En el encuentro se acordó crear dos grupos técnicos de trabajo: uno sobre seguridad y otro sobre las condiciones laborales de la plantilla. Respecto a este último grupo, ya había una negociación paralizada meses antes del asesinato de la cocinera.
Los sindicatos, además de exigir dimisiones en la cúpula de Justicia, reclaman más medidas de seguridad, como poder utilizar aerosoles de defensa, ante el incremento, dicen, de las agresiones a los funcionarios en los últimos meses por parte de los presos.
El pasado viernes funcionarios de prisiones catalanes y de Zuera se desplazaron a la sala magna de la universidad de Zaragoza arropando a Pablo, familiar de Nuria la cocinera asesinada en Mas Enric. Tras la presentación de los ponentes, se interrumpió el acto y hubo un careo con la catedrática de derecho presentadora de la mesa. Ortiz, director general de Instituciones Penitenciarias, y Amand Calderó, secretari de mesures penals, no respondieron a sus reivindicaciones.