El 'expresident' ha vuelto, aunque ha sido breve su visita. Tras siete años de 'fiesta' entre Elna ('Cataluña Nord') y Waterloo, Carles Puigdemont se decidió por fin esta semana a volver a España, el país del que reniega. Lo había dicho en reiteradas ocasiones y ha cumplido su palabra a medias. Sus amigos y colaboradores han contado que el expresidente catalán fue a Barcelona el martes y dos días después hizo su muy planificada aparición estelar que ya ha visto todo el mundo. Ahora se desconoce su paradero, pero según ha dicho su abogado, Gonzalo Boye, "ha vuelto a casa". El propio Puigdemont ha asegurado que ya está de vuelta en Waterloo. La 'fiesta' continúa.
El todavía prófugo no da puntada sin hilo y sus oponentes políticos, que son muchos, le temen y saben que aún cuenta con apoyos. Su último objetivo ha sido reventar la investidura del líder del PSC, Salvador Illa, como presidente de la Generalitat de Cataluña. No lo ha conseguido, pero ha vuelto a dejar en evidencia al país, a los Mossos y sobre todo al jefe del Ejecutivo y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, al que ha doblegado y que está en el cargo gracias a él... no se sabe por cuánto tiempo.
La historia que nos ocupa se remonta a principios de 2016, cuando el personaje se puso al frente del Govern. Le duró poco, no llegó a los dos años. Durante ese periodo el Parlament aprobó las leyes de desconexión del Estado y se celebró, el 1 de octubre de 2017, un referéndum ilegal de independencia, prohibido por el Tribunal Constitucional. Su huida de España a Bruselas para eludir la Justicia, algunos dicen que en un maletero y otros que agachado en la parte trasera de un vehículo simulando ser un bulto para así pasar inadvertido, se produjo dos días después de la fallida declaración unilateral soberanista, el 27 de octubre, y su destitución como 'president' en virtud del artículo 155 de la Constitución. Simple y llanamente, el entonces presidente Mariano Rajoy le cesó y convocó elecciones en Cataluña. Desde entonces, ha vivido a salto de mata.
Cronología
A continuación, una breve cronología por años, pese a que es difícil por el sinfín de acontecimientos ocurridos, de las sucesivas idas y venidas del líder independentista desde que abandonó territorio español. Un cúmulo de estrategias, golpes de suerte y algunos encontronazos.
La Fiscalía General del Estado, nada más enterarse de que Puigdemont estaba en Bruselas, el 30 de octubre de 2017, presentó una querella contra él por rebelión, sedición y malversación. El 3 de noviembre, la Justicia española emitió una euroorden de detención contra Puigdemont y cuatro de sus 'exconsellers', quienes dos días más tarde se entregaron a la Justicia de Bélgica, que rápidamente les puso en libertad con medidas cautelares. Ya en diciembre, el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena retiró la orden de detención europea y el día 14 la Justicia belga cerró el proceso. Poco antes de acabar el año, el prófugo más famoso de España encabezó la lista de Junts en las elecciones catalanas, en las que obtuvieron 34 diputados, por detrás de Ciudadanos.
A finales de enero de 2018, Puigdemont, con el apoyo de la mayoría absoluta independentista, fue propuesto como candidato a presidir la Generalitat, pero cinco días después, el Tribunal Constitucional prohibió su investidura a distancia. El 1 de marzo, el susodicho renunció "de manera provisional" a su investidura y llamó a Jordi Sànchez, número dos de Junts, en prisión preventiva. En marzo, el juez Llarena procesó por el delito de rebelión a trece personas por su participación en el denominado 'procés', incluido Puigdemont. Entonces se reactivó la euroorden. A finales de mes, Puigdemont fue detenido en Alemania e ingresó en la cárcel de Neumünster, pero la Justicia de ese país descartó el delito de rebelión y doce días después decretó su libertad bajo fianza. El 10 de mayo, Puigdemont designó a Quim Torra como candidato a presidente de la Generalitat. Justo dos meses después, Llarena terminó la instrucción de la causa del 'procés' y declaró en rebeldía a los procesados huidos. Alemania respondió decidiendo extraditar a España a Puigdemont por un delito de malversación de fondos, pero no por rebelión, cosa que el juez no aceptó y por lo que retiró la euroorden.
En abril de 2019, Llarena archivó la causa contra Puigdemont y seis procesados declarados en rebeldía mientras siguiesen huidos y un mes después Puigdemont y su 'exconseller' Toni Comín consiguieron un escaño por Junts en las elecciones al Parlamento Europeo. A mediados de octubre, Llarena dictó una nueva orden nacional, europea e internacional de detención y entrega contra Puigdemont, por sedición y malversación, horas después de que el Tribunal Supremo notificase la sentencia en la que condenaba a penas de entre nueve y trece años de cárcel a nueve líderes del 'procés' por sedición. Pocos días después, en relación con la euroorden, compareció voluntariamente ante las autoridades belgas y quedó en libertad sin fianza pero con condiciones. Casi acabando el año, Puigdemont y los exconsellers Comín y Lluís Puig entraron al Parlamento Europeo, al día siguiente de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) estableciese que la condición de eurodiputado se adquiere desde la proclamación de los resultados de los comicios. 2020. Nada más empezar el año, la Justicia belga suspendió el procedimiento por el que debía decidir sobre su entrega o no a España al constatar que gozaba de inmunidad. El Día de los Reyes Magos, el Parlamento Europeo lo reconoció como eurodiputado.
En 2021, Puigdemont encabezó simbólicamente la lista de Junts en las elecciones catalanas, justo por delante de la candidata efectiva a la Presidencia de la Generalitat, Laura Borràs. Su partido logró 32 escaños y formó Gobierno junto a ERC, presidido por el candidato republicano, Pere Aragonès. En junio, el Gobierno indultó parcialmente a los nueve presos del 'procés' y días más tarde el Tribunal de Cuentas reclamó a Puigdemont 2 millones de euros por los gastos de la promoción exterior del referéndum del 1-O. En septiembre, se dio a conocer que un colaborador de Puigdemont buscó apoyo de Rusia para lograr la separación de Cataluña del resto de España, según 'The New York Times'. Ese mismo mes, el 'expresident' fue detenido en Cerdeña por orden del Tribunal Supremo y trasladado a la cárcel de alta seguridad de Sassari, aunque fue puesto en libertad al día siguiente.
2022. El Senado aprobó de forma definitiva la reforma del Código Penal que deroga la sedición y rebaja las penas para la malversación. 2023. En julio hubo elecciones generales y ganó el PP seguido de los socialistas. Por ello, los votos de Junts fueron clave para lograr la investidura. En septiembre, Puigdemont pidió una amnistía y verificar los acuerdos para negociar la investidura. Él y Sánchez consiguieron sus objetivos tras una reunión en Bruselas en noviembre entre el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, y el secretario general de Junts, Jordi Turull.
2024. A principios de febrero, el Parlamento Europeo instó a España a investigar los nexos entre el Kremlin y el independentismo, nombrando directamente al expresidente catalán. A finales de ese mes, el Supremo acordó investigar a Puigdemont por terrorismo en el 'caso Tsunami Democràtic'. En marzo, Aragonès adelantó las elecciones catalanas al 12 de mayo y Puigdemont concurrió como cabeza de lista de Junts. El PSC las ganó, seguido de Junts y ERC, pero la jugada les salió mal a estos dos últimos, pues perdieron la mayoría. No obstante, Esquerra dio su brazo a torcer a cambio de la soberanía fiscal. El 30 de mayo, el Congreso aprobó, con 177 votos a favor y 172 en contra, la Ley de Amnistía. Sin embargo, a finales de junio, el juez implicó a Puigdemont en la causa sobre la supuesta injerencia rusa en el 'procés' y el 1 de julio el Supremo no le aplicó la amnistía al mantener la malversación y la orden de arresto. Siete días después, el juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón archivó el 'caso Tsunami' después de que la Sala de lo Penal declarase nula la causa desde 2021. Al día siguiente, el Supremo archivó la investigación contra Puigdemont por terrorismo en relación con Tsunami Democràtic, pero el mismo día, el juez del 'caso Volhov', Joaquín Aguirre, rechazó amnistiarlo y pidió al TS que lo investigase por delitos de traición, malversación y organización criminal por la supuesta injerencia rusa en el 'procés'. Finalmente, el 7 de agosto de 2024 Puigdemont publicó a través de las redes sociales un vídeo en el que anunciaba su regreso a Cataluña. Era mentira, ya estaba allí. Lo ocurrido después es de sobra conocido y ahora se espera el próximo movimiento. Continuará.
Palacheca
Mientras se habla de Puigdemont, no se habla de mi adorada Begoña. Objetivo cumplido.
Javier
No puede, el SEPE esta hackeado
Pablito 1
¿Para que vino a España Puigdemont? Es la pregunta que todos los demócratas nos hacemos ¿Para burlarse de sus seguidores y se burló? ¿Para demostrar que es más cómico que político y lo demostró? Hay muchas preguntas más que ciegan al ser margen del absurdo. Intentar un delincuente ser capaz de burlarse reiteradamente de la ley, hace años el famoso Lute hizo algo parecido, pero el Lute tenia gracia y lo sabía hacer. Reprochar también a los mossos y a la justicia española que hicieron mal para permitir la fuga del transgresor y se burlara de ellos Puigdemont, recuerda mucho a los que hacia hace años Al Capone, en Chicago. La única diferencia es que aquel traficaba con licores y este elemento manipula el sentir de muchas personas e incendia Barcelona o paraliza el aeropuerto. Ahora que los demócratas españoles no sabemos por dónde coger la democracia, por ausente no hablemos de ella