"Barbarie". Así ha tildado Quim Torra la actuación de la Guardia Civil y de la Policía Nacional durante la celebración del segundo aniversario del referéndum ilegal del 1-O.
"El 1-O será siempre una jornada del republicanismo en Cataluña (...) Ese día, la "sociedad catalana va a plantar cara a la barbarie", ha afirmado en un acto en el que el Gobierno autonómico ha reafirmado su compromiso con el 1-O.
"La sociedad catalana va a defender las urnas y asumieron todas las consecuencias", ha asegurado, para acto seguido señalar que "fueron agredidos por las fuerzas del Estado español". En un habitual discurso victimista, el máximo dirigente del ejecutivo catalán ha asegurado que la Generalitat también ha sufrido "graves consecuencias", así como la "persecución" a alcaldes "por hacer posible el 1-O".
Torra ha vuelto a comprometerse con "la radicalidad democrática" y ha asegurado que trabaja para que vuelvan "los exiliados", como Carles Puigdemont o Toni Comín, entre otros. "Es el compromiso con Cataluña, con la democracia, los derechos y la libertad", ha arengado.
Aragonés afirma que el Estado "amenaza"
Por su parte, el vicepresidente de la Generalitat ha considerado que las "sociedades maduras, responsables y comprometidas se expresan de manera democrática y pacífica a través del voto para escoger a sus representantes o para pronunciarse sobre cualquier asunto".
Para Pere Aragonés, la ciudadanía de Cataluña lo hizo el 1-O, "bajo la amenaza del Estado, el miedo y violencia en lugar de la expresión y la voluntad". Para el líder de ERC, el 1-O "será una fecha de compromiso, colectividad, dignidad y clamor de la sociedad".
Al tiempo que ha recordado la 'huelga de país' del 3-O, cuando la ciudadanía "salía en defensa" de los independentistas. "La república será inevitable", ha afirmado, mientras ha mostrado su "compromiso innegable con la paz y la solidaridad".