El aniversario del referéndum ilegal del 1 de octubre, celebrado por los partidos secesionistas pero con escaso respaldo popular, no ha supuesto una tregua en las hostilidades internas en el seno de Esquerra Republicana. Hasta el punto de que líderes que habían permanecido ajenos de puertas afuera al rifirrafe también se han lanzado a la palestra. Es el caso del 'expresident' Pere Aragonès, que ayer aseguró en una entrevista en 'RAC1' que "todas las decisiones relevantes que ha tomado la organización no se han acordado en órganos paralelos, se han acordado en los órganos de ERC". De esta forma, desmentía las acusaciones de Oriol Junqueras según las cuales había sido orillado durante su estancia en la cárcel y desconocía la estructura B del partido dedicada a la guerra sucia.
Tras la intervención de Aragonès, que supone un nítido respaldo a la facción de Marta Rovira, el exportavoz de los republicanos, Joan Tardà, también ha bajado a la arena para salir en defensa de Junqueras. Lo ha hecho sin ambages, señalando en una entrevista en 'Ràdio 4' y 'La 2' que si el 'expresident' sostiene que Junqueras conocía la existencia del equipo B debería aportar "pruebas". A este respecto, Tardà se ha mostrado convencido de que el exvicepresidente catalán no sabía nada de la estructura paralela de ERC —cuya acción más conocida fueron los carteles 'fake' en los que se sugería que Ernest Maragall padecía Alzheimer como su hermano Pascual—.
Tardà, asimismo, ha aprovechado la ocasión para defender la candidatura de Junqueras en el Congreso de noviembre por ser la "persona que ofrece más prestaciones". Y ha abogado por que en el futuro sea un tripartito de izquierdas el que gobierne la Generalitat. Un discurso opuesto al defendido por Aragonès el día anterior, que, en la línea de los roviristas, confió en que del cónclave republicano de otoño surjan "caras nuevas".