La dimisión o cese de Andreu Martínez ha dado un vuelco de 180 grados en la cúpula de los Mossos. Pese a ser independentista, "se ha echado a un lado", afirman fuentes de la policía catalana a Vozpópuli. El nuevo jefe político, Pere Ferrer, ha comenzado a dar sus primeras instrucciones ante un "conflicto grave". Los Mossos se coordinarán con las Fuerzas de Seguridad del Estado tras la publicación de la sentencia del procés, más cuando los independentistas realizarán movilizaciones rápidamente.
El hasta ahora jefe de gabinete de la Consejería de Interior, Miquel Buch, ha impuesto una dura normativa para agotar a los Mossos d' Esquadra. Desde dejar sin descanso a las Áreas Regionales de Recursos Operativos (ARRO), encargadas de nutrir de efectivos las zonas que más lo necesiten, hasta sacar a patrullar a "personal de oficina, planificación, los que llevan los coches a reparar", según han explicado fuentes de la policía autonómica a este medio. "Estarán disponibles el máximo de agentes posible de las salas", afirman.
Todo ello sin complemento monetario ni suma de horas extras. 12 horas operativos en cada uno de los próximos siete días de la semana, para después continuar con 48 horas de servicio los cuatro días siguientes, a razón de otras 12 horas por jornada, para después descansar un dos días. Igualmente, la semana siguiente todos los agentes de la Brimo -la brigada de antidisturbios- estarán disponibles durante las 24 horas de cada día si el escenario se agrava.
Acoso a los Mossos
De esta forma, Torra llevará al límite a los Mossos para provocar la llamada "epidemia azul", es decir, ante la falta de incentivos provocará que numerosos agentes se den de baja, tal y como ocurrió el pasado 1-O, dejando numerosas zonas de Cataluña sin efectivos, pese a estar España en alerta 4 antiterrorista. La Generalitat elimina así derechos de los trabajadores, incluidas las bajas por reducción de jornada. Este es uno de los principales motivos por los que se producen bajas. "Hasta en tráfico cambian de horario para hacer labores de seguridad ciudadana sin tener ningún tipo de experiencia", han afirmado fuentes de la policía autonómica.
Hasta ahora, los Mossos estaban ultimando el operativo Minerva, centrado en proteger estructuras sensibles, elevando así la protección ya no solo en los juzgados, como se ha visto en las últimas semanas, sino también en sedes de partidos políticos y otras infraestructuras vitales para las comunicaciones, edificios oficiales y carreteras.
Las órdenes, según han explicado las mismas fuentes policiales, se han dado tras la reunión entre sindicatos y mandos de los Mossos tras la dimisión de Martínez, de la que se han enterado poco antes de entrar. Ha sido durante el encuentro cuando los sindicatos han recibido estas órdenes de obligado cumplimiento a partir de este 1-O.
Los sindicatos policiales consultados por este medio afirman que el operativo es muy similar al del 1-O, en entredicho debido a la pasividad de algunos agentes de los Mossos, que llegaron a enfrentarse con agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional durante la celebración del referéndum ilegal. Según denuncian las mismas fuentes, estas medidas van a provocar una cascada de "bajas", tal y como ocurrió en los días antes del referéndum.
Martínez es "independentista" y "no ha aportado nada"
Respecto a la destitución de Martínez, las fuentes del cuerpo autonómico consultadas aseguran que es "independentista". "Si se ha apartado es porque la Generalitat está preparando algo", han considerado las mismas fuentes.
Según la versión oficial, Martínez ha presentado su dimisión, extremo que no llegan a creerse las mismas fuentes consultadas. "¿Dimisión? Él era de los suyos", han apuntado. Ahora han colocado a Pere Ferrer, del "núcleo duro" del separatismo. "Ocurrió lo mismo el 1-O, cuando Albert Batlle dejó el cargo antes del 1-O debido a las diferencias con sus mandos políticos", han señalado.
132 horas al servicio antes de la huelga
El "resto de días y de forma indefinida" se han establecido seis escenarios posibles. En el primer escenario el cuerpo estará dirigido por el jefe de la Comisaría Superior de Organización Territorial del Cuerpo (CSUCOT), con Eduard Sallent al frente, que se encargará de activar a la Brimo. En esta posible situación, quedarán disponibles quienes estén trabajando y quienes estén en situación de guardia no presencial. La ARRO estará en nivel 3, el máximo de la escala.
En el segundo escenario, las medidas se implementan a partir del 7 de octubre, en los prolegómenos de la fecha de la sentencia del juicio del 1-O. Todos los pelotones estarán disponibles, y se tratará de optimizar las horas de servicio con los agentes disponibles. "Hasta el 7-O, horario normal", apuntan las órdenes.
Este escenario estará ya activado y los Mossos más experimentados en los conflictos callejeros llevarán ya 132 horas operativos para el inicio de la huelga convocada para el 11 de octubre. En este caso y ante el riesgo de altercados, el Gobierno podría movilizar a la Guardia Civil y a la Policía Nacional, que tomarán el control de la situación una vez se conozca la sentencia.
En el tercer escenario se incluirá una mayor participación de agentes, movilizándose los de información, recursos operativos, mediación, movilidad e incluso los encargados de llevar el coche a reparación o revisión. En este escenario se limitan los permisos de guardias y días de permiso a partir de este 1-O.
En el cuarto escenario hay suspensión de todos los permisos.
Durante el quinto escenario será necesaria una resolución del director general de los Mossos. Y se podrían dar hasta dos casos, como la "limitación de derechos laborales", anulándose cualquier permiso concedido, y una "ampliación de los servicios a los que se podría aplicar esta medida".
En el último de ellos se activarían todos los agentes disponibles, incluidos los de oficinas y recursos, cuyos horarios y cuadrantes podrán ser modificados. Este escenario se activaría "únicamente si se complica" la situación.
Un operativo ante la inminente movilización separatista
Los independentistas aún no cuentan con una respuesta unitaria, pero ya están movilizados desde la tarde de este pasado lunes. El riesgo de la situación se ha elevado debido a las últimas detenciones de CDR, con siete miembros en prisión acusados de terrorismo y tenencia ilícita de explosivos.
"La situación se agravará con la publicación de la sentencia", consideran las fuentes consultadas, con alto riesgo además de que Torra y parte de la Generalitat puedan haber preparado "algo". El pasado 1-O de 2017 se activaron todos los antidisturbios.