Xavier Trias y de Ada Colau tumban los Presupuestos de Jaume Collboni en Barcelona. Este viernes, Ada Colau no ha dado su brazo a torcer y ha cumplido lo que dijo que haría: votar 'no' a las cuentas pactadas entre el alcalde de Barcelona y ERC por, ha explicado el partido, no estar de acuerdo con una política socialista "alienada a la vida diaria". "El PSC presenta unos presupuestos sin modelo de ciudad concreto y mientras rechaza formar un gobierno con mayoría necesaria para gobernar Barcelona con garantías", ha expresado, cerrando la puerta a Collboni por no pactar con ellos para formar un tripartito en el gobierno municipal. Algo para lo que Ada Colau lleva presionando desde que la mayoría de los grupos, con el rechazo de Xavier Trias que había ganado en las municipales, hizo alcalde a Collboni en junio de 2023.
Así, el socialista se enfrenta el próximo miércoles 2 de mayo a una cuestión de confianza que determinará el futuro de la Ciudad Condal. El adelanto electoral en Cataluña y la caída de los Presupuestos pactados entre el Govern de Pere Aragonés y el PSC de Salvador Illa impactaron de lleno en el juego municipal de Barcelona, donde ambos partidos también pactaron las cuentas municipales, que se han debatido este 22 de marzo. Desde entonces, la posición en contra a los comunes de los republicanos municipales había sido férrea, y Colau enconaba el pulso a Collboni, poniéndole una soga al cuello, para que le dejara entrar en el Ejecutivo del Ayuntamiento para su 'sí' a las cuentas.
ERC y PSC endurecían la línea con Colau
Tanto el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, como la dirigente republicana municipal, Elisenda Alamany han reprochado a los 'morados' el hecho de precipitar unas cuentas de casi 44.000 millones de euros que venían a paliar los efectos de la sequía, así como mejorar el sistema educativo y sanitario.
Con el adelanto electoral, los comunes de Colau están ya a años luz de la dinámica del tripartito progresista y han pasado de ser el apoyo satélite del alcalde de Barcelona a un "obstáculo" para el nuevo ciclo que la ciudad, tal y como ya expresó palabras de Alamany la semana pasada, cuando ya se empezaba a hacer evidente que Collboni se veía abocado a una cuestión de confianza. Más aún cuando Ada Colau ha sido un factor importante dentro de los comunes en la resistencia de dar el 'sí' de apoyo a Pere Aragonés.
En un intento por calmar los ánimos, Collboni hizo una declaración institucional la semana pasada, y hacía un llamamiento a la "responsabilidad" del partido de Trias y de Colau para aprobar sus cuentas. El alcalde calculaba que 650 millones se perderán por la suspensión de los Presupuestos de la Generalitat y necesitaba los votos o de los 'morados' o los posconvergentes para que los presupuestos de Barcelona no corriesen la misma suerte que los de Aragonés. Sin embargo, ante el desesperado pulso de Colau, el desencuentro era más que palpable el miércoles. El responsable de Economía del PSC en el Consistorio, Jordi Valls, dio una rueda de prensa donde expresó que la dirigente de BComú y exalcaldesa había caído en una deriva destructiva y que "no era creíble predicar un gobierno de izquierdas y cargarse dos presupuestos de izquierdas". Cae así última pieza del dominó presupuestario, que se encendió después de el 'no' de la líder de los comunes en el Parlament a las cuentas de Aragonés, se extendió a los Presupuestos Generales del Estado y ha seguido con las cuentas de la capital condal.
Mecanismo salvavidas vinculada a las cuentas
Ante este panorama Collbon asumía ya la semana pasada la cuestión de confianza vinculada a los presupuestos, como explicó Vozpópuli, un mecanismo 'salvavidas'. Es algo que ya preveía con el anuncio del pacto con ERC, donde tampoco tenía los apoyos para sacar adelante las cuentas. Después del 2 de mayo, los partidos tendrán un mes para acordar un nuevo candidato a la alcaldía y, después, y si no lo han logrado, las cuentas se aprobarán de forma automática por el mecanismo habitual. Es una fórmula que ya utilizó Ada Colau en 2017 y 2018
Leonidas
A ver si ahora ppateticos le vuelven a votar a la banda mafiosa de la PSOE