El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, ha comentado este martes que la patronal tiene "la libertad y la independencia" para expresar su rechazo a la derogación de la reforma laboral de 2012, que se encuentra en negociaciones entre el Gobierno, los sindicatos y la CEOE.
"Nosotros derecho de veto no tenemos, pero tenemos totalmente la libertad y la independencia de decir que algo no nos gusta", ha señalado Garamendi en una entrevista en Más de uno, en Onda Cero recogida por Europa Press, esta mañana antes de conocerse el acuerdo alcanzado en el seno del Gobierno para derogar la reforma laboral en los términos del acuerdo de coalición y de lo remitido a Bruselas en el plan de recuperación.
Tras varios días de tensiones entre los ministerios de Trabajo y Economía a raíz de la reforma laboral, el presidente de la CEOE ha insistido en que quiere sentarse a negociar "con un interlocutor, que es el Gobierno".
No obstante, ha reconocido que la cartera de Yolanda Díaz no es la única que tiene que aportar propuestas en la mesa de diálogo y ha considerado "muy importante" la opinión de Economía y Educación, aunque "de forma armónica" dentro del Ejecutivo. "Queremos un Gobierno que nos transmita los temas, cómo se coordina es su problema. No voy a entrar ahí", ha dicho Garamendi para evitar la polémica.
El presidente de la CEOE ha manifestado el interés de los empresarios por conocer la posición de la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Central Europeo (BCE), Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el Banco de España o la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIRef) sobre la próxima reforma laboral del Ejecutivo.
Garamendi ha asegurado que está en "línea directa" con la Comisión Europea y los comisarios europeos, ya que estos también están interesados en la opinión de los empresarios sobre las reformas que prepara España.
"Europa dice una cosa y la gente viene de Bruselas aquí y nos cuenta otra. Yo tengo muy claro lo que quiere Europa: que se siga hablando de esa flexiseguridad, también seguridad para los trabajadores y que veamos de una forma ordenada, seria y profesional cómo reducir la temporalidad (...) y por ver cómo baja el índice de paro juvenil, que es un problema muy grave en España", ha aclarado el presidente de los empresarios.
En este sentido, ha precisado que su conversación directa con Bruselas "no puentea" al Gobierno, ya que los empresarios también tienen "todo el derecho a hablar en Bruselas".
Reforma laboral como "trofeo político"
Garamendi ha pedido a todos los partidos políticos que no entiendan la reforma laboral como un "trofeo político", ya que se trata de "una cosa muy seria" en la que España se juega "las cosas de comer". "Estamos en un momento delicado. Por tanto, cuidado con tocar las cosas de comer, que son las que importan: el empleo y el crecimiento económico", ha añadido.
Respecto a los puntos de la negociación sobre la reforma laboral, Garamendi ha instado a no comparar "precariedad y temporalidad", ya que "la temporalidad no tiene por qué ser precaria". Además, ha criticado al Gobierno por querer atajar la temporalidad en el sector privado mientras se dispara en el sector público. "La temporalidad en la empresa privada es del 25% y en las administraciones públicas es del 30% (...). Nos aplican a unos que hagamos las cosas y otros no se las aplican cuando les toca", ha recalcado.
En cuanto a la subcontratación, Garamendi considera que se puede mejorar a través del artículo 42 del Estatuto de los Trabajadores, relativo a la subcontratación, y nunca desde el artículo 41, que habla de la flexibilidad de la empresa.