Cada año, el número de ciberdelitos es mayor. Tal y como reflejan los datos de 2022 del Ministerio del Interior, este es el tipo de fraude que más ha crecido en la última década y se ha convertido en el segundo más denunciado, solo por detrás del hurto. La facilidad que aportan las nuevas tecnologías para difundir información, la conexión mundial o el hecho de que la legislación va por detrás de la tecnología son algunos de los aspectos que favorecen ese crecimiento, explica el Observatorio Español de Delitos Informáticos (OEDI) en su página web. Las estafas ocurren durante todo el año, sin embargo, los ciberdelincuentes las adaptan en función de las circunstancias propias de cada momento para lucrarse lo máximo posible. En verano, las más típicas tienen que ver con las vacaciones, los alquileres y los viajes.
Los delincuentes realizan llamadas o envían mensajes y correos electrónicos de forma masiva y se hacen pasar por las empresas más comunes de alojamiento o de aerolíneas. En el caso de los alquileres, comunican un supuesto fallo con el pago de la reserva y avisan al receptor de que esta se cancelará si no entra a un enlace y complementa los datos requeridos. Con los vuelos ocurre algo similar y notifican un error con el número de pasaporte o DNI proporcionado para hacer el check in.
La miembro del equipo jurídico de FACUA, Gabriela Camayd, explica que el porcentaje de españoles que utilizan estos servicios durante verano es muy alto y alguno cae en las estafas. "En un periodo como este, la gente se lanza de cabeza a clicar el enlace con el miedo de perder el vuelo o la reserva", explica Camayd.
Dentro de estos enlaces, la gente facilita una serie de datos que están relacionados con el método de pago, la tarjeta bancaria, el DNI o alguno relativo al domicilio, cualquier dato que los criminales necesiten para hacer phishing y acceder a la cuenta de banco. Otra posibilidad es que, al entrar en el enlace, se descargue automáticamente un malware. "Este archivo directamente le da acceso al dispositivo", explica Camayd- y todo lo que haya en él, como redes sociales, correo electrónico, SMS o cuenta bancaria si las claves están guardadas en el móvil.
Otra técnica común entre los ciberdelincuentes pasa por captar la atención de los usuarios, por ejemplo, a través de una vivienda con unas condiciones excelentes y un precio más bajo de lo habitual. Cuando el cliente se pone en contacto, el criminal trata de convencerlo para realizar un pago fuera de la plataforma oficial o por adelantado con la excusa de no estar en la misma ciudad, utilizar intermediarios o evitar alguna tasa.
Aún más sofisticada es la reciente estafa que ha afectado a diversos usuarios de Booking. Los delincuentes no utilizaban correos electrónicos, sino que contactaban desde la propia plataforma, a través de un mensaje directo, algo que dificultaba reconocer la estafa. De igual forma, fingían ser el hotel correspondiente y un enlace trampa redirigía a los usuarios.
Medidas de seguridad ante las ciberestafas
Para evitar este tipo de problemas, Gabriela Camayd recomienda "no clicar en ningún tipo de enlace", sin antes haber contactado con la empresa para verificar que sea seguro, ni aportar códigos o datos personales por teléfono. También aconseja establecer medidas de seguridad con el banco, como limitar el gasto de la tarjeta o el importe en operaciones de bizum o transferencias. Además, conviene informarse acerca de seguros que puedan limitar estas cuestiones para que, en caso de que alguien acceda a la cuenta bancaria y realice una operación no autorizada, luego sea posible reclamar.
En caso de ser víctima de una estafa, solo queda poner una denuncia ante la policía y, nada más tener conocimiento de la operación, informar a la entidad bancaria de que esta acción no ha sido autorizada. También, presentar una reclamación formal por escrito, acompañada de la denuncia, y exigir a la entidad bancaria que revierta la operación. Por último, Camayd aclara que se puede recurrir al Banco de España para que verifique si la entidad ha actuado correctamente.