Ciudadanos se prepara para el siguiente goteo de bajas. En este caso, en municipios de la Comunidad Madrid, donde espera la salida de un número significativo de ediles de las localidades del noroeste en las próximas semanas para pasarse, a continuación, al grupo de los no adscritos.
La formación naranja sabe que en mayo se han producido reuniones internas de los grupos municipales en Pozuelo, Boadilla, Las Rozas y otros municipios de la zona y que en ellas, la mayoría de los ediles de Cs apuestan por abandonar el partido tras la debacle del 4-M, según explicaron fuentes de la formación de Inés Arrimadas a Vozpópuli.
La única localidad en la que ediles se mantienen fieles a la dirección nacional es Majadahonda. En el resto de municipios del noroeste en los que Cs tiene presencia, las bajas de los concejales pueden alcanzar "el 90%" en algunos casos, confiesa a este periódico uno de los representantes naranjas que se disponen a dar el paso.
En la mayoría de los casos, el momento elegido para darse de baja como afiliados de Ciudadanos será después de la convención política de Ciudadanos, que se celebrará en Madrid los días 17 y 18 de julio. A la mayoría de esas voces críticas les une el haber 'escalado' dentro del municipalismo naranja en tiempos de Fran Hervías como secretario de Organización.
También está extendido entre ellos el malestar con la dirección nacional por la gestión de la moción de censura en Murcia que derivó en el adelanto electoral madrileño y que provocó que la formación naranja desapareciese de la Asamblea regional. Y que a buena parte de los diputados autonómicos que han dejado de serlo en las últimas semanas, "no se les haya llamado por teléfono" para agradecerles el trabajo hecho en la legislatura recién concluida.
Borran su presencia en Ciudadanos
Varios de los ediles naranjas concernidos han empezado a dar los primeros pasos para su marcha del partido centrista. Por ejemplo, Ricardo Díaz Martín, portavoz de Ciudadanos en Boadilla, ha borrado toda mención a la formación a la que pertenece en su cuenta de Twitter y en los últimos días elogia tuits de Isabel Díaz Ayuso, presidenta en funciones de la Comunidad de Madrid. No es el único en haber omitido su condición de concejal o el hecho de estar afiliado a la formación naranja.
En principio, estas bajas dentro de Ciudadanos no deberían afectar a la composición de los gobiernos locales donde se produzcan, pero sí que podría tener un efecto dominó en otras localidades del extrarradio madrileño con frágiles mayorías.
En Alcobendas, por ejemplo, se ha complicado el traspaso de la vara de mando del PSOE a Ciudadanos a mitad de legislatura. Y a día de hoy es una incógnita si el nuevo vicealcalde naranja, Aitor Retolaza, podrá suceder al socialista Rafael Sánchez Acera. Si en la votación para elegir al nuevo alcalde se divide el voto naranja, peligra el pacto.
Ambas formaciones necesitan todos los votos (nueve del PSOE y cinco de Ciudadanos) para llegar a los 14 ediles de la mayoría absoluta. El hasta ahora vicealcalde, Miguel Ángel Arranz, ha adelantado que presentará su candidatura, de modo que el pacto PSOE-Cs pasaría a depender del concejal de Podemos, que tendría que votar 'sí' al candidato naranja y en sucesivas votaciones.
Y en el caso de que ninguno de las candidaturas en liza alcance el umbral de la mayoría absoluta, el consistorio de Alcobendas pasaría entonces a manos de la lista más votada, que fue la del Partido Popular con diez concejales.
Villacís no tiene aún 'número dos'
Todo estos movimientos tectónicos en Cs Madrid, previos a la previsible erupción de julio, se están produciendo sin que la nueva coordinadora autonómica, Begoña Villacís, haya nombrado a su 'número dos' en el delicado puesto de secretario de Organización.
Las citadas fuentes subrayan que tanto la vicealcaldesa de Madrid como el vicesecretario nacional y cabeza de cartel en el 4-M, Edmundo Bal, han sondeado a varias personas para hacerse con este puesto, que en los últimos años ha dirigido César Zafra, mano derecha de Ignacio Aguado.