España

¿Ciudadanos o Liberales?: parte del partido de Arrimadas aboga por mantener la marca

La parte catalana de Ciudadanos defiende conservar el nombre, y alega que no tienen "nada que esconder" pues, al contrario que otros partidos, a ellos no les ha salpicado la corrupción

  • Ciudadanos se divide entre los que quieren conservar la marca y los que creen que hay que renovarla / -

Ser o no ser, he ahí la cuestión. Cuando Ciudadanos inició el camino de la refundación, una de las disyuntivas que se abrieron a su paso es si continuar con la marca naranja u optar por una imagen renovada, un nuevo nombre que hiciera olvidar los tropiezos del pasado. En los inicios de este proceso, se daba por hecho el cambio de nombre del partido de Inés Arrimadas -uno de los que más sonaba era 'Liberales'-, pero ahora esta opción no parece tan clara. Fuentes internas aseguran a Vozpópuli que una parte importante de las voces fuertes del partido creen que se puede seguir adelante con la marca Ciudadanos, sin necesidad de renombrar la formación.

Estas voces proceden, principalmente, del ámbito catalán que vio nacer al partido de centro. Además del lazo sentimental que les une a la marca, creen que dicho cambio no tiene por qué traducirse en una mayor aceptación del proyecto político por parte de la ciudadanía. En el lado contrario, los defensores de cambiar el nombre del partido alegan que les permitiría alinearse con el centro liberal europeo.

Uno de los nombres propios que se manifiesta a favor de conservar la marca Ciudadanos es Dimas Gragera, candidato del partido de Arrimadas a la alcaldía de Santa Coloma, donde se batirá con Gabriel Rufián. "Creo que el cambio de nombre es un debate que corresponde a la militancia. Mi impresión es que en Cataluña una gran parte de los compañeros no están a favor de cambiar la marca Ciutadans. En el resto de España, más que cambiar marca nos piden cambios de actitud, programáticos o de funcionamiento interno", señala en declaraciones a este periódico.

Más que cambiar de marca nos piden cambios de actitudDimas Gragera, candidato de Cs a la Alcaldía de Santa Coloma

"El cambio de marca no es que sea un clamor, pero hay opiniones divergentes y lo tendrán que dirimir los compañeros en la Asamblea. Lo que sí percibo es que cada vez más gente se pronuncia a favor de mantenerla porque, al contrario que otros partidos, no tenemos nada que esconder, no somos una formación salpicada por la corrupción", sentencia.

¿Es necesario enterrar 'Ciudadanos'?

Cambiar de marca política no es un paso baladí. La hemeroteca muestra ejemplos poco fructuosos en España. De hecho, ya existe el caso de un partido de centro que cambió de nombre con escaso resultado: la Unión de Centro Democrático (UCD) de Adolfo Suárez que pasó a denominarse Centro Democrático y Social (CDS). Sin embargo, uno de los mayores expertos a nivel nacional en comunicación política, Antoni Gutiérrez-Rubí, director de Ideograma, considera que no es tan mala idea un cambio de marca.

Este especialista, que ha participado en las campañas electorales del presidente de Colombia, Gustavo Petro, y del presidente de Andalucía, Juanma Moreno, explica que "en un contexto político tan volátil, las reputaciones de las marcas de partido son fundamentales a la hora de generar percepciones ciudadanas. Cuando estas tienen una disminución de apoyo y de identificación ciudadana, es conveniente hacer un ejercicio de autocrítica y valorar las posibles acciones a emprender para solventar el problema".

En este punto, argumenta, se han encontrado muchos partidos: "Ahora lo vemos con Ciudadanos, pero también lo estuvo en su momento Convergència i Unió, Alianza Popular e incluso el PP de Pablo Casado cuando propuso la alianza de las derechas bajo las siglas 'España Suma'".

La refundación es un hecho inherente a la política, pues las sociedades avanzan y los partidos deben renombrar su identidad Antoni Gutiérrez-Rubí, director de Ideograma

En opinión de Gutiérrez-Rubí, "la refundación es un hecho inherente a la política, pues las sociedades avanzan y los partidos deben renombrar su identidad. Es inevitable que, tarde o temprano, los postulados que hace décadas funcionaban ahora se tengan que actualizar y adaptar a los nuevos contextos".

"Sin embargo, hay que tener en cuenta que esta refundación no puede basarse únicamente en un cambio de marca; debe ir ligada a cambios estratégicos (organizativos, de relato, liderazgos, etc.), tal y como se está apuntando recientemente en la formación naranja", concluye este especialista, en línea con los pasos que lleva dando el partido de centro.

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