El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) ha desmentido en una respuesta parlamentaria del pasado 20 de octubre que la circulación de sus trenes tenga relación alguna con el origen del incendio que el pasado mes de junio afectó a la localidad de Caudiel (Castellón) y que comenzó en la vecina población de Viver. Esta es la principal hipótesis que el presidente valenciano, Ximo Puig, esgrimió cuando el siniestro –que calcinó 150 hectáreas– se dio por extinguido.
Entonces Puig aseguró que pediría responsabilidades a ADIF y que se reuniría con sus responsables. La consellera de Interior, Gabriela Bravo, también compareció el pasado 19 de septiembre en las Cortes Valencianas para explicar el balance de los incendios en la época estival. En esa intervención Bravo insistió en el argumento y pidió a ADIF más limpieza en el suelo forestal y denunció que "un tren no puede sistemáticamente causar un incendio" atribuyendo a una partícula incandescente de un convoy de mercancías con dirección a Sagunto la causa presunta del fuego.
Ese 'guante' de Bravo lo recogió la diputada nacional valenciana del Grupo Popular, Belén Hoyo, quien formuló una pregunta al Gobierno el pasado 20 de septiembre en la que cuestionaba: "¿Qué actuaciones ha realizado ADIF de limpieza de montes o de desbroce para evitar incendios en la Comunidad Valenciana?" y también si "¿Comparte ADIF la afirmación de la Conselleria de Interior de la Generalitat Valenciana de que el incendio de Caudiel se originó como consecuencia del paso de un tren de mercancías?.
Activó el plan de prevención de incendios
La respuesta de ADIF del pasado 20 de octubre esquiva el cuerpo a cuerpo con Puig y Bravo pero no deja lugar a dudas en cuanto a eludir cualquier responsabilidad en el incendio. En el escrito remitido por la empresa a través de la Secretaria de Estado de Relaciones con las Cortes y Asuntos Institucionales advierte que "ADIF reactivó el pasado 1 de junio el Plan de Prevención de Incendios, que se aplica en toda la Red Ferroviaria de Interés General: más de 15.000 kilómetros de líneas de ancho estándar, métrico e ibérico".
Este plan, prosigue la respuesta parlamentaria, "define una serie de acciones preventivas y correctivas, así como las responsabilidades de cada uno de los actores que intervienen en la explotación ferroviaria, para reducir el riesgo de incendio, tanto en la infraestructura como en sus proximidades".
"En el aspecto preventivo, el ámbito de atención de las operadoras ferroviarias se centra, entre otras cosas, en asegurar el correcto estado de los frenos de los trenes de mercancías, así como los motores de combustión de las locomotoras y autopropulsados con tracción diésel", prosigue ADIF en su respuesta.
El ámbito de responsabilidad lo delimita ADIF en "una vigilancia especial en los trabajos de mantenimiento que puedan producir fuentes de ignición" por ello, afirma que "se intensifica el control sobre los detectores de temperatura de los ejes de los trenes, dada su importancia a la hora de captar si un tren circula con alguna anomalía que le produzca un sobrecalentamiento en el sistema de rodadura, elemento potencial de riesgo durante el periodo estival". En estos puntos ADIF desmiente al Gobierno valenciano que informó de una posible chispa del sistema de frenado del tren.
Limpieza de la vía y la zona de servidumbre
Y la otra cuestión fundamental que formó parte del argumentario de la Generalitat en el origen del incendio se centró en la posible vegetación junto a las vías del tren. ADIF también niega esa posibilidad porque en su plan de actuación asegura que "se refuerzan las labores de limpieza química y mecánica de la vegetación y material de desecho en la caja de la vía y en la zona de servidumbre".
Además, la respuesta parlamentaria remitida al Congreso recoge que "tanto el personal de los trenes como el de gestión de la circulación y el de mantenimiento de la infraestructura son también agentes fundamentales en la detección de incendios forestales, avisando de una situación de peligro a los Centros de Regulación de Tráfico y al Centro de Gestión de Red H24, que facilitará la labor de extinción mediante el aviso a los servicios de extinción de incendios de las distintas Administraciones".
Cruce acusaciones: Caudiel, Bejís y los Cercanías
Queda así patente que la relación entre el Gobierno de Pedro Sánchez y el Ejecutivo autonómico valenciano que preside Ximo Puig no es nada fluida en lo que se refiere a la circulación de trenes en la Comunidad Valenciana. A estas versiones contradictorias sobre lo sucedido en el incendio de Caudiel, o al caos en Cercanías con continuos retrasos o cancelaciones, hay que sumar el choque virulento en cuanto a lo sucedido por el tren de Bejís que atravesó las llamas de un incendio que calcinaba esa zona el pasado mes de agosto y que acabó con una veintena de heridos (dos de ellos todavía hospitalizados).
El incidente con el tren de Bejís –que ya está investigando un juzgado de Segorbe– provocó un duro cruce de acusaciones en el que el Gobierno valenciano descargaba la responsabilidad en ADIF y en los responsables del Puesto de Mando Avanzado.
Mientras, la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, explicó que la notificación de una incidencia en la red ferroviaria “puede venir de diferentes fuentes, como los Cuerpos y Fuerza de Seguridad del Estado, o las Administraciones”, apuntando a la Generalitat. En el incendio de Bejís, la ministra afirmó que la maquinista del tren fue la primera en alertar de lo sucedido y que "ni Adif ni Renfe recibieron notificaciones, ni de desalojos, ni de cambios en las condiciones del incendio".