El PSPV ya está inmerso en una espiral de pulsos internos en los que los aspirantes interesados en dirigir el partido miden sus fuerzas. La principal opción de Pedro Sánchez para comenzar el cambio de rumbo en la Comunidad Valenciana es la ministra de Ciencia y Universidades, Diana Morant.
La presencia de Ferraz fue clara en el Comité Nacional del pasado sábado en el que Ximo Puig anunció que dejará la secretaría general y que habrá un congreso extraordinario (probablemente en febrero) para elegir a la persona que le sucederá en el cargo.
El secretario de Organización, Santos Cerdán, estuvo allí y tomó la palabra. En teoría prometió que Ferraz no interferirá en la decisión de los militantes.
La sombra de Ferraz
La presión, sin embargo, existe. Es por ello que –al margen de Morant que podría incluso no optar a la secretaría general pero luego sí ser la candidata en 2027– quienes tienen opciones reales de suceder a Puig al frente del PSPV están recabando apoyos.
Hacen cálculos antes de dar un paso en falso que les lleve a plantear su candidatura sin éxito final y con el coste de haberse enfrentado a los deseos de Pedro Sánchez.
En esa tesitura se encuentran los dos secretarios provinciales de Valencia y Alicante, Carlos Fernández Bielsa y Alejandro Soler, respectivamente.
Bielsa se lo piensa
Las fuentes consultadas por Vozpópuli en el PSPV apuntan a que Fernández Bielsa ha comenzado un proceso de "reflexión" en el que analiza todos los escenarios posibles, aunque no descarta en absoluto presentarse a la secretaría general. Si da el paso el PSPV deberá celebrar un proceso de primarias antes del Congreso extraordinario, ya que la candidatura de Morant se da por segura en la federación socialista valenciana.
Carlos Fernández Bielsa es un alcalde éxito (Mislata) y cuenta sus mandatos por mayorías absolutas. El primer 'borrón' le llegó en la presente legislatura en la que, por un factor exógeno, se quedó sin la Presidencia de la Diputación de Valencia.
El voto decisivo de Ens Uneix fue a parar al PP por las rencillas personales de su líder (el expresidente de la Diputación), Jorge Rodríguez, con Ximo Puig.
La portavocía del grupo socialista en la corporación provincial no tiene la fuerza del presidente pero permite a Fernández Bielsa mantener unido al nutrido grupo de alcaldes que le apoyan para dar el salto.
El poder de la militancia valenciana en el PSPV es bastante superior a la alicantina (prácticamente el doble), mientras que Castellón podría ejercer de elemento decisivo, con Samuel Falomir al frente, en caso de una votación reñida.
Son valores que quizás impulsen al secretario provincial a dar el paso para intentar liderar el partido. Las grandes poblaciones como Sagunto, Paterna, Xàtiva, Mislata o Burjassot y otras de mediano tamaño como Benetússer, Silla o Cullera están con él.
El 'ximismo' con Morant
En su contra juega el denominado 'ximismo' que está integrado por la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé; así como la portavoz en el Ayuntamiento de Valencia, Sandra Gómez; y la dirección del partido en Gandia que están con Morant.
El propio Puig, mientras espera destino como embajador ante la OCDE en París –o como integrante de la lista de las elecciones europeas–, también se suma a la opción de la exministra y aparca la de sus delfines: Rebeca Torró y Arcadi España. Ambos son ahora secretarios de Estado y no jugarán la partida de la secretaría general.
Otros referentes del PSOE valenciano como José Luis Ábalos mantiene equidistancia con los candidatos en estos momentos y tiene relación fluida con Fernández Bielsa, algo más cercana con Soler y no es reacio a la posibilidad de Morant. Jugará sus cartas para mantener su influencia en el PSPV.
Soler, candidato o bicefalia
Alejandro Soler, por su parte, quiere dar ese paso hacia adelante para que un alicantino sea secretario general del PSPV y su principal aval, al margen del apoyo de algo más de la mitad de los cargos de la provincia, es el del secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán.
Sobre él recae la principal presión de poder realizar una renovación en dos pasos y afrontar una bicefalia hasta 2027. El 'pacto' con Ferraz incluiría que él fuera el líder del PSPV y que la ministra de Ciencia encabezara la candidatura en 2027.
Si esas conversaciones no fructifican y Soler opta por seguir su propio camino es posible que la candidatura de Morant a la secretaría general se acelere para tratar de taponar cualquier alternativa gracias a la presión que supone ser la avalada por Pedro Sánchez.
Lo que sí es una opinión bastante extendida en el PSPV entre quienes no tienen interés directo en la elección de la nueva dirección es que Diana Morant con el acuerdo de los principales referentes del partido sería la opción que "más estabilidad generaría", según las fuentes consultadas por este medio.