El futuro de Més Compromís se presenta muy complicado por la falta de unidad en la que es la principal formación de la coalición nacionalista y, a su vez, tercera fuerza política en las Cortes Valencianas.
El congreso celebrado el pasado fin de semana consolidó a Amparo Piquer como secretaria general del partido (ya lo era antes) pero con un nivel de contestación interna y una falta de implicación de los militantes que resulta llamativo.
Desacuerdo entre los críticos
Piquer obtuvo 529 votos (un 53,06%) de los que acudieron al congreso. Ahora bien, las fuentes consultadas por Vozpópuli sitúan el censo de personas al corriente de pago en el partido en algo más de 3.700.
Ese dato supone que a la candidatura ganadora sólo la ha apoyado el 14,2% del censo global de Més Compromís.
Las candidaturas derrotadas, las de Mónica Álvaro y David González, obtuvieron 237 y 231 votos, respectivamente, y pese a mantener un discurso similar (donde se pide una mejora de las condiciones para fomentar una mayor participación de la militancia) fueron incapaces de alcanzar un acuerdo.
Aparato, lejos de las bases
Algunas de las fuentes de Més Compromís consultadas por este medio consideran que el aparato “no representa realmente al partido” y desatiende las peticiones de reformas para frenar el retroceso en el apoyo social que comenzó a detectarse en 2019.
Més Compromís, antiguo Bloc, es la formación principal de la coalición nacionalista valenciana que también integran Iniciativa y Los Verdes. Las citadas fuentes consideran que los 456.823 votos obtenidos en las elecciones autonómicas de 2015 deberían ser el referente a seguir.
En aquel momento un liderazgo emergente como el de Mónica Oltra, unido al desgaste del PP valenciano por años de problemas judiciales ligados a la corrupción, hicieron que los nacionalistas alcanzaran su techo electoral.
Desde entonces sólo ha habido retroceso en las urnas. Con Oltra aún como cartel electoral de la coalición, Compromís ya bajó a 443.640 votos en 2019, un 2,19% menos que en la cita anterior.
Y en la última, sin Oltra ya como candidata –al estar investigada en un proceso judicial que se sustanciará en 2025– Compromís retrocedió hasta los 357.989 votos, un 19,3% menos que cuatro años atrás.
Las últimas encuestas siguen mostrando una tendencia a la baja y se le atribuyen caídas de entre 15.000 y 20.000 votos.
Críticas a la gestión
Llama la atención, por ello, que la secretaria general de Més Compromís sacara adelante este fin de semana su informe de gestión con un 38% de votos en contra y un 7% de abstenciones.
Hay descontento con el rumbo de la formación que ahora se adentra en el siguiente capítulo de transformación de la coalición Compromís que, en los próximos meses, debe decidir si pasa a ser una federación de partidos (opción más factible en estos momentos).
El gran reto para Piquer, como expuso en su intervención tras ganar el congreso, es recordar a la militancia “que el enemigo está fuera, no dentro”.
Bipartidismo
Para ese objetivo de conseguir la unidad con vistas al ciclo electoral de 2027, Piquer contará con los principales referentes del partido como son la portavoz en el Congreso, Àgueda Micó; el eurodiputado, Vicent Marzà; el senador, Enric Morera; o el portavoz en las Cortes Valencianas y último candidato a la Presidencia de la Generalitat, Joan Baldoví.
El gran temor instalado entre las bases –que se ha expresado también en el congreso del pasado fin de semana– es que “el bipartidismo crezca” y esa tendencia parece que se va consolidando en las últimas citas electorales.
Ese crecimiento de PP y PSOE va mermando espacio a Compromís que se va alejando de los socialistas como alternativa en el espectro de votantes de la izquierda.