Las elecciones del pasado 28 de mayo ya empiezan a pasar factura a Compromís y PSPV en la ciudad de Valencia donde María José Catalá ve como se ha allanado su carrera política en el primer mandato como alcaldesa. El liderazgo de sus rivales está en crisis.
La legislatura que prácticamente acaba de comenzar ha encajado las primeras piezas importantes en el Ayuntamiento de Valencia y el que hasta hace unos meses era su alcalde y líder incuestionable de Compromís, Joan Ribó, ha dado un paso al lado.
Su último pleno
Ribó ha anunciado que se apartará de la portavocía de Compromís después del pleno del próximo martes donde se abordará la aprobación de los Presupuestos municipales para 2024 y cederá su testigo a la hasta hora portavoz adjunta, Papi Robles.
Pasará así a un segundo plano manteniendo su acta de concejal, aunque es muy probable que en los próximos meses acabe abandonando sus responsabilidades en el Consistorio y deje paso a la siguiente de la lista electoral de la coalición nacionalista que es Luisa Notario.
El listón de los 100.000 votos
La figura de Ribó ha sido básica desde 2015 para Compromís. Logró pasar de un apoyo de 35.000 votos en 2011 hasta los 97.000 en 2015, los 106.000 de 2019 y los 99.000 del pasado 28 de mayo. Ese umbral de los 100.00 votantes en la ciudad ha garantizado a la coalición nacionalista quedar siempre por delante de la otra fuerza alternativa en la izquierda, el PSOE valenciano.
El 'tirón' que mantuvo a nivel local Ribó se complementó como un ticket electoral poderoso en el periodo 2015-19 también en el plano autonómico con Mónica Oltra. Entre los dos tocaron el techo electoral de la marca que aglutina a Més Compromís (antiguo Bloc), Iniciativa del Pobla Valencià y Els Verds.
La incógnita de Robles
Este legado tiene difícil sustentarlo Papi Robles. La dirigente nacionalista es una gran conocedora de los barrios de la ciudad y por ese flanco tiene mucho terreno ganado. También le avala su proyección pública como portavoz en las Cortes Valencianas en el tramo final de la legislatura pasada después de la dimisión de Fran Ferri como referente de la coalición en la Cámara autonómica.
Ahora, su turno a nivel local le llega también como fruto de otra dimisión, la de Joan Ribó. Cuestión diferente es si será o no la candidata en 2027. Fuentes de los nacionalistas consultadas por Vozpópuli reconocen que el tirón de Robles puede ser muy inferior al de Ribó, al igual que el de Baldoví respecto a Oltra.
Evitar alejarse de este techo de los 106.000 votos en el municipio es el gran reto y para ello hay voces que piden "explorar" otras opciones distintas a la de Robles (que, al menos, sí tendrá toda la legislatura para convencer en clave interna de que puede ser una buena cabeza de cartel).
¿El tercer intento de Gómez?
En el PSPV tampoco viven su mejor momento. En este caso, Sandra Gómez es quien abarca la responsabilidad de fiscalizar la gestión de Catalá al frente del Ayuntamiento. En este arranque de la legislatura ha centrado todos sus esfuerzos en afear a la alcaldesa que acabara integrando en su equipo de Gobierno a la "ultraderecha" de Vox, como siempre los califica.
Ese miedo a los extremos funcionó en Valencia relativamente bien a los socialistas en las elecciones generales del 23-J, pero no así el 28 de mayo, donde la candidatura encabezada por Sandra Gómez sumó 78.000 votos.
Esta cifra no llega a los 86.000 de los socialistas valencianos en 2011 que, cuando Joan Calabuig se convirtió en candidato en 2015, bajaron a 58.000. En agosto de 2016 Gómez tomó su relevo como vicealcaldesa tras la salida hacia el Consell de Calabuig y se recuperó bastante en 2019 sumando 74.000 apoyos. Y el pasado 28-M alcanzó los citados 78.000 del 28-M, en un crecimiento casi inapreciable.
Estos guarismos han convertido al PSPV en la ciudad de Valencia como la tercera fuerza política y, por lo tanto, sin opciones de ostentar la Alcaldía. Gómez ha sido la vicealcaldesa durante 7 años y ahora sigue como cabeza visible de su partido en la oposición.
Sandra Gómez está en un periodo de madurez política y tiene previsto seguir adelante en su empeño de convertirse de nuevo en candidata por tercera vez, al contrario que Ribó que con 76 años considera que ha llegado el momento de dejar la primera línea.
Recelos en Ferraz
Como en el caso de Papi Robles dentro de Compromís, el liderazgo de Gómez suscita algunas "dudas" según las fuentes federales del partido consultadas por este medio.
Ya hubo un intento en las pasadas elecciones por parte de Pedro Sánchez de que la ministra de Ciencia, Diana Morant, tomara el relevo, pero Sandra Gómez tiene el apoyo cerrado y unánime de la agrupación local.
La cita de 2027 está muy lejana, pero en Ferraz piensan que Gómez tiene un "techo de cristal" en la ciudad y es más que probable que surjan alternativas en esta legislatura, la tercera para ella dentro del hemiciclo, y donde alcanzó una visibilidad en segundo plano en las dos primeras y ahora intenta reconstruir la base del partido desde la oposición.
Vox, con el freno de mano
Catalá también ha conseguido amainar las críticas de Vox en el hemiciclo municipal con el acuerdo de Gobierno alcanzado para esta legislatura hace unas semanas.
Juanma Badenas parece que tendrá recorrido para repetir como candidato en 2027, pero cuando estaba fuera del gobierno de coalición se convirtió en un dolor de muelas para Catalá y ahora esas divergencias se reducen más al plano político que al de gestión.
Los Gay Games previstos para 2026, la negociación con el máximo accionista del Valencia CF, Peter Lim, o la forma de encarar en las manifestaciones las críticas al PSOE por el acuerdo para la Ley de Amnistía a los involucrados en el 'procés' son algunos de los roces que se pueden enquistarse en este primer cuarto de legislatura pero sin pasar a mayores.
Declaraciones como las del pasado jueves intentando justificar que "ser nazi no es un delito" no han ayudado a mejorar la imagen política de Badenas y, por contra, centran más la gestión de Catalá. Badenas, intentó durante las horas posteriores aclarar su postura pero el daño a su figura estaba hecho.
Se me ocurren pocas cosas más repugnantes que ser nazi, y evidentemente todo planteamiento nazi merece el mayor reproche moral, social y también penal. El nazismo y el conservadurismo están completamente reñidos.
— Juanma Badenas (@JuanmaBadenas) November 9, 2023
La alcaldesa de Valencia tiene así terreno ganado sobre su socio de gobierno y tranquilidad por el cuestionamiento interno del liderazgo de sus principales rivales (algo que en su día administró muy bien Rita Barberá) a la que Catalá quiere emular en muchos aspectos como reconoce públicamente.
Kj26
Comprís es un partido artificial, creado desde la secesionista Cataluña para llevar a Valencia al cesto secesionista. Su financiación, las subvenciones que han dado con el dinero de los valencianos podrían de manifiesto qué intereses defienden. En su origen, Compromís surge de la asociación de varios grupos políticos, pero lo más relevante es que la mayoría de sus cuadros son profesores de valenciano (lease catalán). Están puestos para defender los intereses de 'lo catalán'. No logro entender como un valenciano puede votar a semejante grupo: Comunistas, aliados con el secesionismo y profundamente anti-valencianos.
DANIROCIO
la mejor noticia en la C.VALENCIANA es que COMPROMIS desaparezca siempre han sembrado odio hacia su propia tierra alineandose con los supremacistas catalanes incluyendo subvenciones,cuando Ribo estaba de alcalde que hizo aparte de su hipocresia con los Valencianos solo aparentaba pero su paso por la alcaldia fue lo mas nefasto que he conocido y sin entrar en detalles actuaba como un odiador del pasado en todo lo que proponia sin tener encuenta a los ciudadnos para nada ESO ES COMPROMIS Y PODEMOS