El devastador paso de la DANA por la provincia de Valencia el martes 29 de octubre ha dejado tras de sí una estela de destrucción sin precedentes. Esta tragedia ha marcado un antes y un después en la historia reciente de España, convirtiéndose en la mayor catástrofe natural en la historia de la Comunidad Valenciana. Las cifras de víctimas y daños no dejan de aumentar, reflejando la magnitud de lo ocurrido. En este sentido, es necesario conocer la tragedia en cifras para comprender mejor el alcance de este desastre.
Las víctimas mortales de la DANA ascienden ya a 222. A esta cifra se suman los casi cien desaparecidos, cuyos cuerpos aún no han sido localizados. Las tareas de rescate continúan sin descanso y se mantienen en marcha 24 horas al día, a medida que la búsqueda de los desaparecidos avanza con el apoyo de georradares y drones. En este sentido, las autoridades no descartan que el número de víctimas pueda seguir aumentando en los próximos días.
Por ahora, suben a 222 los muertos, aunque el número de casos activos fluctúa conforme avanzan las investigaciones, ya que la cifra de desaparecidos se sitúa en 78.
En cuanto a los suministros de los que disponen los valencianos, se encuentran 120.000 raciones de comida caliente, 300 toneladas de comida no perecedera, 150 camiones de agua embotellada, 100 cubas de agua con 2.500.000 litros, y material de higiene y limpieza. Y voluntarios, suman más de 100.000 desde el día 30 de octubre.
Daños materiales y medioambientales: más de 30.000 inmuebles
El paso de la DANA ha dejado un rastro de devastación que se extiende a lo largo de la provincia de Valencia y demás municipios. Los daños materiales son cuantiosos y se estiman en miles de millones de euros. En cuanto a las viviendas, han sido afectadas 134.000 fincas, de ellas, 33.500 viviendas. Los costos de reparación de los hogares más gravemente afectados ascienden a unos 47.800 euros por vivienda, mientras que los daños en aquellos inmuebles que no han sufrido tanta destrucción se cifran en 24.000 euros.
Daños medioambientales suman 4.014 animales muertos. Además, la retirada de 2.500 toneladas diarias de residuos diarios. Los daños por el arrastre de escombros, fango y otros elementos contaminantes hacia la Albufera y las playas aún no se han podido cifrar, son incalculables.
Uno de los efectos más inmediatos de las lluvias torrenciales fue la acumulación de escombros y residuos. Se estima que la cantidad de escombros generados por las inundaciones supera las 2.500 toneladas al día, las cuales se están trasladando a la planta de tratamiento de Los Hornillos, en Quart de Poblet. El tratamiento de estos residuos, según el Plan de Recuperación de la DANA, podría tener un coste global de unos 2.000 millones de euros.
Uno de los aspectos más impactantes de la catástrofe ha sido el colapso de la red de infraestructuras en la provincia. Las comunicaciones por carretera, ferroviarias y de transporte público se han visto gravemente afectadas, con numerosas vías cortadas o parcialmente inutilizables. En cuanto a la red de carreteras, se han dañado 2.600 millones, es decir, 18 carreteras autonómicas, 85 kilómetros de carreteras estatales, interrupción del AVE, 45 kilómetros de trenes de Cercanías, 15 túneles inundados y 19 puentes.
Por su parte, el servicio de Cercanías ha sufrido daños severos, especialmente en las líneas C-1, C-2 y C-3, que han quedado prácticamente inoperativas en algunas zonas. A nivel de alta velocidad, los túneles de Chiva y Torrent han sufrido daños importantes. El primero, con una infraestructura de 1,2 km, se ha visto afectado por deslizamientos de tierra, mientras que el segundo ha quedado inundado en casi 3 km de su recorrido.
La reconstrucción de estas infraestructuras, especialmente las carreteras y el metro, será una de las tareas más complejas y costosas. Se estima que el restablecimiento de la red de metro, que se encuentra muy dañada, costará alrededor de 90,6 millones de euros. La Diputación de Valencia ya ha anunciado que reconstruirá 26 puentes para mejorar los accesos a los municipios más afectados.
El impacto económico: ayudas y cobertura social
La magnitud del desastre también se refleja en las cifras económicas. El Consejo de Ministros ha aprobado un paquete inicial de ayudas para los afectados, que asciende a un total de 10.000 millones de euros. Esta cifra incluye tanto ayudas directas para hogares como subvenciones para autónomos, pequeñas y medianas empresas. 34.193 empresas afectadas, de las cuales 14.179 son de servicios; 13.073 de comercio, transportes y hostelería; 4.115 de construcción; y 2.826 de industria. La zona afectada concentra el 20,5% de todo el empleo provincial —con más de 219.000 puestos de trabajo— y su incidencia en el PIB supera los 13.000 millones de euros, el 19% del total. La Generalitat ha ofrecido 250 millones de euros y la Diputación de Valencia, 25 millones.
Además, las empresas de los municipios afectados podrán solicitar expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y los autónomos podrán acogerse al cese extraordinario de actividad. Se calcula que alrededor de 350.000 asalariados y 70.000 autónomos podrán beneficiarse de estas ayudas, que estarán disponibles hasta el 31 de diciembre. Por otro lado, el impacto de la DANA en la actividad laboral ha sido considerable. Aproximadamente 420.000 trabajadores que forman parte de empresas situadas en los municipios afectados se han visto perjudicados de una u otra manera.
Educación: colegios y universidades en pausa
La DANA también ha afectado gravemente al sistema educativo de la comunidad. Un total de 94 centros escolares han sufrido daños, de los cuales 24 podrán reabrir en los próximos días, 12 han quedado completamente destruidos y el resto se abrirá de forma progresiva a medida que las condiciones lo permitan. Esto ha dejado alrededor de 24.000 alumnos sin poder asistir a clase, lo que ha provocado una situación de emergencia en el ámbito educativo.
A nivel universitario, las dos principales instituciones de la provincia, la Universidad de Valencia (UV) y la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), han decidido reanudar las clases el próximo lunes, pero de forma virtual, para garantizar la seguridad de los estudiantes y personal. Esta modalidad se mantendrá hasta el 5 de diciembre, mientras las instalaciones de ambos centros se recuperan de los daños sufridos.
Fuerzas de seguridad y militares en acción
En el terreno, más de 17.200 efectivos de diversas fuerzas de seguridad y de rescate están trabajando incansablemente para hacer frente a la emergencia. Entre ellos se encuentran más de 1.700 bomberos de 42 organismos diferentes, así como 8.000 militares que han sido desplegados para asistir en las labores de rescate y evacuación. Además, más de 10.000 miembros de la Policía Nacional y Guardia Civil se encuentran operativos en la zona, junto con más de 400 efectivos de policías locales y 103 agentes de la Policía de la Generalitat Valenciana.
El impacto de la DANA no ha sido homogéneo, pero ha afectado de manera significativa a un total de 79 municipios de la provincia, aproximadamente 400.000 hectáreas. En total, las zonas más perjudicadas por la tormenta suman una población de 845.371 personas, lo que equivale a más del doble de la población de la ciudad de Valencia. En los 32 municipios más afectados, se calcula que viven 535.479 personas. La devastación es palpable en muchas localidades, donde las calles se encuentran cubiertas por barro, escombros y vehículos arrastrados por las aguas. Muchos de estos municipios aún luchan por recuperar la normalidad y continúan con las labores de limpieza y evacuación. En cuanto a los daños en vehículos, suman 100.000 coches afectados. 80.000 son de particulares y comerciales. 18.000 de los concesionarios con vehículos en stock.
El proceso de recuperación de la provincia de Valencia tras la DANA será largo y costoso. A pesar de las ayudas y los esfuerzos conjuntos de las administraciones públicas y la sociedad civil, se estima que la reconstrucción completa podría tardar años. Sin embargo, la solidaridad y la determinación de los valencianos, así como el trabajo incansable de los cuerpos de seguridad y rescate, son las principales armas para superar esta tragedia.